La compra de Activision Blizzard – con todo y King – aún no se completa. Varios organismos reguladores alrededor del mundo tienen que aprobar este movimiento que quiere lograr Microsoft. Desde Brasil aparece un documento en el que Sony expone – desde su punto de vista – con bolitas y palitos, lo que ellos consideran que podría pasar si Call of Duty se vuelve en una exclusiva de Xbox. ¿Ese miedo está justificado?
La primera entrega de Call of Duty salió en 2003 en PC y Mac. En aquel entonces, resultó ser un juego alabado por la crítica especializada y ya olía a que podía ser una franquicia grande. Pasaron un par de años y desde 2005, con la segunda entrega, esta serie se volvió anual. Entre Infinty Ward, Treyarch y a veces Sledgehammer Games, se iban turnando el desarrollo que más o menos tomaba 3 años por juego.
A pesar de que se trata de una franquicia anual, Activision logra que las ventas de Call of Duty, aún en su peor año, estén por encima de muchos títulos importantes. Nada más en 2021, Vanguard y Black Ops Cold War estuvieron entre los 10 juegos mejor vendidos en la PlayStation Store en Norteamérica y eso es algo que Sony no quiere perder.
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¿Cuál es el temor de Sony?
¿Cuál es el miedo de la compañía japonesa? Si Microsoft se hace de Activision Blizzard, se vuelve dueña de Call of Duty y otras franquicias, las que pondría en su servicio de Xbox Game Pass. Por contratos, la serie antes citada será multiplataforma por tres juegos más contando al nuevo Modern Warfare II, lo que venga después quedaría en las manos creativas de Microsoft y todo podría suceder.
Muchos jugadores terminarían yendo tras la consola donde sería más barato jugar Call of Duty y, con el esquema propuesto, eso sería Xbox y gracias a Game Pass. ¿Sony tiene las herramientas como para competir con eso? Ellos dicen que no, incluso tardarían años en construir algo parecido al servicio de Microsoft, lo cual ya comenzaron con el nuevo PlayStation Plus.
Esta declaración parece un duro golpe para los estudios de PlayStation, sin embargo, las ventas juntas de todos los God of War y The Last of Us no se comparan con lo que hace Call of Duty en un puñado de años. Pero, no son solo los juegos antes mencionados, más allá de Minecraft, Microsoft no posee otra IP del mismo tamaño que CoD. Ni Halo, Gears o Forza están a la misma altura.
Nintendo es el único que más o menos puede competir y no es por Mario o Zelda, sino por Pokémon y por un margen importante. Mientras Sony no tenga esa IP exclusiva que venda consolas de una manera real, no tiene cómo meter las manos en caso de que Call of Duty se vuelva exclusivo de una plataforma o servicio.
Sony tendría que competir de alguna manera con Call of Duty si lo llega a perder
Claro, la situación debería poner a las mentes creativas a desarrollar una competencia, algún juego, lo que sea para poder estar a la altura de la situación.
¿De verdad Call of Duty no tiene rival? Tal vez Grand Theft Auto, pero ese juego se mide de otra manera. ¿Minecraft? Ese ya le pertenece a Microsoft y también se mide con otra vara. ¿Fortnite? Los juegos como servicio son harina de otro costal. Tal vez FIFA, pero todo cambiará a partir de 2023 con esa serie.
No perdamos de vista lo obvio, Sony no quiere perder clientes, incluso los que todavía no se compran un PlayStation 5. Es muy probable que ocurra la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft, porque el mercado de los videojuegos es MUY ÁMPLIO, especialmente cuando añadimos móviles y no podría considerarse alguna especie de monopolio.
Así que será cuestión de tiempo para que nos encontremos con una nueva realidad y es aquella donde Call of Duty es multiplataforma, pero, es parte del servicio de Game Pass y lo terminas jugando desde tu celular gracias a la nube sin una consola y con un lag con el que desearás no haber nacido.