No es un secreto que la trilogía secuela de las películas de Star Wars causaron mucha división, tanto en la crítica como en los fans. Lo que debía ser una especie de celebración y digna continuación de las clásicas, se convirtió en un producto que podríamos decir que pasó sin pena ni gloria. Ya casi nadie habla de estas películas, sino es para pelear en redes sociales.
En cambio, las series que han salido en el tiempo posterior, como The Mandalorian y recientemente Obi-Wan han captado a viejos y nuevos adeptos por igual. ¿Por qué es esto? Aquí trataremos de darle una explicación al porqué las series están triunfando donde las secuelas fallaron.
Las series de Star Wars presentan lados de este universo que no conocíamos
Empecemos por una de las razones más aparentes. Las series del universo de Star Wars han servido para expandir lo que sabíamos de él. Aún hay vestigios de la historia de los Skywalker y el enfrentamiento con el imperio. Pero toman un papel secundario a la mayoría de lo que vemos.
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Los ejemplos perfectos de esto son The Mandalorian y The Book of Boba Fett. La primera nos muestra los estragos inmediatos de la caída del imperio a la vez que cuenta su propia historia. Nos adentra al mundo de los mandalorianos y cómo funcionan los cazarrecompensas en este mundo.
Por su parte, The Book of Boba Fett nos da un vistazo más amplio de Tatooine, sus habitantes y su mundo criminal. Estos fueron puntos que no se tocaron tanto en las primeras cintas de Star Wars, ni en sus precuelas. Todas estaban concentradas en el drama de la familia Skywalker, por lo que no había tiempo para más.
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Esto también aplica en series como The Bad Batch y Obi-Wan Kenobi. A pesar de que suceden en el inter de las precuelas y originales, encuentran espacio para explorar otros rumbos. Lo más destacable de esto es que lo hacen sin romper lo que viene antes, o después, dentro de su cronología.
Las secuelas no tomaron riesgos narrativos
Esto nos hace pensar en algo que no hicieron las secuelas en general: tomar riesgos. Si bien hubo cambios en los escenarios, los temas quedaron relativamente iguales. Un grupo de resistencia se enfrentaba a la primera orden, pero bien pudieron ser los rebeldes contra el imperio otra vez.
Hay muchas personas que critican varias de las decisiones de Los Últimos Jedi, pero debemos admitir que algunas fueron interesantes. El gran problema fue la posición en la cual se dieron. Si se hubieran dado en el primer episodio de esta trilogía de Star Wars, podrían ser mejores.
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Establecer desde el principio que no se tiene que ser especial y que un héroe puede venir de cualquier lado le habría dado más espacio a la trilogía para desarrollarse. En cambio decidieron irse por lo que ya había resultado exitoso. El episodio VII es el IV con retoques y el IX tiene muchas similitudes con el VI.
Las series también demuestran este punto de darnos héroes que podrían ser don nadies en el universo Star Wars. Muchos se volvieron fans de Djin Djarin y de Boba Fett, quienes son interesantes sin necesidad de pertenecer al linaje de los Palpatine o los Skywalker.
Los creadores de las series toman riesgos con sus protagonistas y sus historias. En su mayoría esto les ha funcionado. Sobre todo porque muestra lo que podría hacerse con Star Wars si se le permite explorar más visiones y géneros. El universo es enorme como para sólo concentrarse en una familia.
Producto corporativo vs una creación del amor a Star Wars
Otra diferencia muy perceptible entre las series de Star Wars y su trilogía de secuelas es la razón de su existir. Las secuelas se sienten como un intento de Disney por sacarle provecho rápido y seguro a esta saga. Especialmente porque regresaron a las estrellas originales, sólo para atraer al público antiguo. Su papel en la trama de estas cintas queda muy disminuido.
A esto agreguemos que es notorio que no hubo un plan desde el principio de hacia dónde iría la nueva trilogía. La segunda parte rompe con todo lo que había establecido su predecesora, y el episodio IX se tornó en un intento de corregir el rumbo. Sin embargo, esto llegó muy tarde. Debieron casarse con una trama general desde el principio y seguir con ella.
En cambio, Jon Favreu y Dave Filoni, creadores de The Mandalorian, han demostrado su amor y respeto por Star Wars. Incluso les recomendamos ver el documental detrás de la creación de esta serie en Disney+. En este se nota que pensaron muy bien en expandir sin quitarle importancia a lo que vino antes. Además no solo por parte de los creadores, también de los directores que participaron. Una de ellas se convirtió en la directora de la serie de Obi-Wan Kenobi.
Puede sonar un poco cliché, pero con la gran diferencia entre las series y la trilogía secuela, algo es evidente. Cuando haces algo con amor, se nota en el resultado final. Puede que no todas las series agraden a muchos fans, pero no podemos negar una cosa. Ayudaron a darle una nueva vida a Star Wars y a que más gente se interesara en este expansivo universo.
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