El manga y el anime cada vez ganan más terreno, y para hacer efectivo todo lo que han ganado a lo largo de los años, el gobierno de Japón pretende utilizar estos medios para expandir la influencia de Japón en la cultura… o en otra palabras, hacerla propaganda.
Fumio Kishida, actual primer ministo de Japón, se reunió con algunos mangakas, como Tetsuya Chida y Geroge Morikawa. Durante esta charla, habló del papel del manga y el anime en la cultura popular del mundo, asegurando que esta es una de las grandes cartas de presentación del país asiático hacia el mundo, por lo que su papel debe seguir creciendo.
Asimismo, reconoció el papel económico que tiene actualmente, como una de las industrias más lucrativas de Japón; por otro lado, también habló de cómo esta es una de las primeras puertas que ven los extranjeros para acercarse a su país, por lo que un enfoque político sería necesario para él.
Fumio Kishida habló de manera clara de la necesidad de apoyar a esta industria desde el gobierno, lo que le otorgaría el carácter de propaganda en algunos casos. Asimismo, comentó que el manga es una industria cultural que antes era vista como algo infantilizado, pero al hablar con Emmanuel Macron, primer ministro de Francia y gran fan de One Piece, entendió que sobrepasa cualquier barrera idiomática o generacional.
Aunque esto es algo que no tiene todavía un impacto real dentro de la industria del manga, tampoco sería raro que sucediera, puesto que la propaganda cultural es una de las principales herramientas de algunos países para acercar su cultura a otras naciones y regiones.
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El caso de mayor éxito es el de la industria del Kpop, que es apoyada y financiada por el gobierno de Corea del Sur para promocionar diferentes áreas del país, como el turismo, el aprendizaje de idiomas o la historia de este país.