Con todo el gozo que nos dan los videojuegos es fácil olvidar que han tenido sus épocas oscuras. Tal parece que justo ahora estamos entrando a una y pocos se están dando cuenta. Después de todo, aunque el 2023 se llena cada vez más de títulos imperdibles, también están pasando ciertas cosas desesperanzadoras con los estudios que los crean.
Esto nos hace pensar en que la industria está pasando por un bache que a la vez no nos deja asegurar qué nos depara para el futuro inmediato.
¿Qué pasa con la industria de los videojuegos?
Una ola de despidos está tomando la industria de los videojuegos
Para comenzar, varias grandes desarrolladoras han tenido una ola de despidos de sus programadores y creadores. Incluso estudios enteros, como Deep Silver, creadores de Saints Row, tuvieron que cerrar sus puertas.
Entre reestructuraciones y decisiones, compañías como Naughty Dog o Embracer Group han tenido que dejar ir a varios empleados para poder mantenerse a flote. Si bien algunas de estas empresas no han dado una razón oficial de por qué tanto despido, es sencillo descubrirlo. Los videojuegos que lanzaron no fueron tan exitosos como esperaban y por ello les trajeron pérdidas.
Después de todo, la creación de videojuegos es cada vez más cara. Con presupuestos que llegan a superar los 200 millones de dólares. Así que los juegos prácticamente ya deben ser éxitos perfectos que apelan a todo el mundo para poder generar una ganancia.
Esto se vuelve aún más complicado con la enorme cantidad de competencia que hay en la actualidad. Cientos de estudios quieren sacar sus títulos triple a con propiedades intelectuales queridas por millones.
La crisis hace que los estudios ya no se arriesguen
Esta ‘crisis’ en la industria de los videojuegos que se está formando, también hace que los estudios se vayan más por la segura. Es decir que prefieren sacar, secuelas, remakes y remasters en lugar de darle una oportunidad a nuevas IPs.
Si no nos creen, echen un ojo a Naughty Dog y Rockstar Games. Ambos tuvieron una época donde eran los reyes indiscutibles, lanzando éxito tras éxito. Sin embargo en los últimos años se han dedicado a sólo sacar remasterizaciones de sus títulos más queridos. Con un remake de The Last of Us y la colección GTA The Trilogy Definitive Edition o nuevas versiones de GTA V.
No sólo son ellos. Varias compañías tienen en camino diferentes remasterizaciones y remakes de videojuegos que fueron muy exitosos. Incluso de algunos que no lo fueron tanto. Lo que deja en evidencia que quieren irse por lo que ya probaron en el pasado
Si bien esto tiene su lado positivo, que nuevos usuarios tengan la oportunidad de probarlos, también podría ser un mal precedente. En el futuro podríamos tener sólo el refrito del refrito del refrito y nadie quiere eso.
La industria de los videojuegos puso todas sus esperanzas en un género que se desmorona
Otra salida a la que apuntaban los estudios para seguir llevando pan a la mesa son los videojuegos como servicio. Muchos buscan crear el suyo para tener un flujo constante de ingresos. Si bien hubo un tiempo donde esto era viable, parece que la burbuja ya explotó. Los juegos como servicio ya no son tan redituables como solían serlo. Además de que hay un hartazgo por parte de los jugadores.
Ya da una sensación de que son demasiados. Aunque varios son divertidos, las personas no tienen el tiempo ni el dinero para estar siguiendo múltiples pases de batalla a lo largo de incontables temporadas.
Aunque el amor por ellos está muriendo por parte de los fans, los estudios siguen intentando. Como prueba está el hecho de que PlayStation tiene en desarrollo más de diez de este tipo de juegos. Así que por lo menos en el futuro cercano los tendremos muy presentes.
Quizás lo peor es que tienen a grandes estudios conocidos por sus experiencias de un sólo jugador trabajando en juegos como servicio. Un rubro donde no son expertos y por lo tanto las cosas no podrían salir tan bien.
Los juegos rotos son la más grande prueba del estado de la industria
Finalmente tenemos la tendencia de los grandes estudios a sacar juegos rotos. Aunque en 2023 fue más notorio con tantas cartas de disculpa, es un problema que ya tiene años y que no parece estar cerca de terminar.
Lamentablemente las causas y las consecuencias de esto muestran lo peor de la industria de los videojuegos. Por un lado, la necesidad de entregar éxitos en ventanas determinadas hace que los procesos se aceleren y no sean tan cuidadosos. Pero lanzar juegos así hace a los usuarios perder la confianza y crea un círculo vicioso.
Si la situación continúa así entonces los videojuegos no podrán recuperar sus grandes inversiones. Todo debido a que las personas se harán más cuidadosas en lo que compran. Por un lado, podrá forzar a los estudios a dejar de hacer estas prácticas. Pero por el otro, esto puede causar aún más despidos y cierres y entonces ¿Cómo podrán volver a darnos productos de calidad?
Con todo y que el 2023 es uno de los mejores años para los videojuegos, parece que también será un punto de inflexión para la industria. Por ahora no sabemos qué pasará, pero podríamos estar a nada de una nueva época oscura para los videojuegos. Así que a disfrutar y jugar que puede que no tengamos un año como este, hasta que las grandes compañías se vuelvan a poner las pilas.
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