Los agujeros negros rebeldes, como se bautizó a estos fenómenos errantes observados recientemente en el espacio, podrían no ser en realidad agujeros negros, según académicos de la Universidad de Berkeley y del Space Telescope Science Institute en Baltimore.
Jessica Lu, perteneciente a la primera institución, indicó que estos cuerpos celestes bien podrían ser estrellas de neutrones, es decir, remanentes del colapso gravitacional de una supernova.
La diferencia entre un agujero negro y una estrella de neutrones radica principalmente en el tamaño de los cuerpos de los que se derivan, siendo los primeros resultado de estrellas masivas y los segundos de entidades más pequeñas.
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Casey Lam y Jessica Lu estudian actualmente uno de estos fenómenos, el cual podría tener entre 1.6 y 4.4 veces la masa del Sol y que descubrieron gracias a su interacción con otros cuerpos celestes.
Aunque por el momento esta masa se ha calculado mediante estimaciones y cálculos, el telescopio Hubble proporcionará datos en octubre que podrían ayudar a esclarecer su verdadera naturaleza.
Mientras tanto, los científicos a cargo de la investigación siguen en busca de otros agujeros negros o estrellas de neutrones errantes, con el fin de estudiar cuáles son las condiciones exactas de su nacimiento.
Los agujeros negros rebeldes ayudarán a entender el universo
Si bien los científicos habían determinado que la masa de las estrellas extintas era un factor determinante para la generación de uno de los dos tipos de cuerpos, no existe certeza sobre ello, por lo que Casey Lam y Jessica Lu podrían encontrar datos muy relevantes para la astronomía.
Por el momento no mencionaron si los agujeros negros rebeldes representan un problema real para otros planetas, pero lo averiguaremos en los próximos meses.
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