Tengo que comenzar aquí con una advertencia: los wearables me siguen pareciendo un esquema de productos gimmick. No encuentro realmente que sirvan de una forma precisa como para considerarlos parte de una necesidad de consumo o una herramienta realmente relevante para el usuario… pero tal vez el Huawei Watch GT 3 Pro me hizo cambiar un poco de idea. Una vez soltada esa bomba: vamos por partes.
El mercado de smartwatches es posiblemente el que más se ha incrementado en los últimos años. Hay algunos que parecen tomar siempre el liderazgo, pero finalmente no se pueden diferenciar tanto de aquellas pequeñas smartbands o productos similares que cumplen funciones casi idénticas, pero por un costo muchísimo menos, o sin tener tantos compromisos en su diseño o sus capacidades.
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La oferta en este tipo de dispositivos es casi tan amplia que sería imposible mostrarla o conocerla; además, están centradas en diferentes necesidades (aunque el usuario les de el mismo uso). Por ello, para hablar del Huawei Watch GT 3 Pro nos concentraremos específicamente en aquellos que comparten características, ya sea en diseño, procesamiento, herramientas y hasta el precio.
Huawei Watch GT 3 Pro, el verdadero todoterreno
Es difícil entender a los smartwatches. Repito que me parecen más que nada un gimmick. Sin embargo, como una herramienta utilitaria que puede dar acceso a funciones y atajos para el mismo usuario, requiere de una optimización grandísima, que al mismo tiempo no le quite la capacidad de ser lo que en teoría es: un reloj.
Es justamente ahí donde creo que fallan, en poder ser lo que ofrecen más que solo un lindo detalle en donde leer notificaciones y cambiarle a la canción sin tener que sacar tu teléfono. Principalmente, el error más grande es no poder brindarles autonomía suficiente para que sea usado como un reloj convencional.
A pesar de las certificaciones que aseguran tener, no dejan de ser dispositivos que viven pegados a un cargador la mayor parte del tiempo. Los smartwatches que más elogios han despertado, como el Apple Watch o el Samsung Watch, no te dan la posibilidad de poder usarlo por más de un día continuo… y ahí se acabó la magia. Usarlo al comenzar el día, y llegar corriendo a cargarlo donde sea que se pueda para que no limite tampoco su funcionalidad.
Este es el primer gran brillo del Huawei Watch GT 3 Pro. Si bien Huawei ya ha demostrado con los años que no le interesa comprometer un poco el diseño por darle autonomía real a sus smartwatches, en esta ocasión es solo la confirmación de que puede existir un punto medio en donde se tengan tanto diseños atractivos y adecuados para diferentes esferas del mercado, como también un dispositivo que no sea esclavo de su propio diseño.
El Huawei Watch GT 3 Pro viene en cinco colores y dos tamaños. Suficientes combinaciones para encontrar alguno que se adapte más a cada estilo. Estos van desde la cerámica y la piel, hasta el plástico y el titanio. Y aunque cada uno, dependiendo su composición, entrega diferentes formas y resultados, todos siguen la misma necesidad: hacer que el dilema de la carga sea un problema menor y lejano, que puede ser resuelto en minutos.
Y es que aunque se puede alabar mucho un diseño, si este no contempla su funcionalidad como una parte central, tendrá exactamente el mismo problema que todo lo que sigue esa otra línea: ser un adorno muy caro.
Por otro lado, la autonomía no es la única razón por la que podemos entender o reconocer a este como el mejor smartwatch que hay en el mercado, sino también la versatilidad, porque no es un secreto que tanto Samsung como Apple limitan sus dispositivos para que sus funciones principales solo puedan ser usadas en su propio ecosistema y Huawei también lo hace, de cierta manera, pero al mismo tiempo pone soluciones a sus propias barreras.
Con la ruptura comercial que tuvo con Google, luego del veto que el gobierno de Donald Trump le impuso, su objetivo ha sido tratar de sobrevivir en occidente adecuándose a las formas en que Android, al ser un sistema operativo de código abierto, le permite. Esto significa que, aunque no tengan la capacidad de utilizar los servicios de Google dentro de sus dispositivos, sí pueden adaptarlos para que funcionen con ellos.
Y eso es exactamente lo que ha hecho que estos smartwatches tengan tanta fiabilidad, porque no requieren más que de ciertas piezas de software que se pueden bajar de manera directa y gratuita desde los servicios de Huawei, perfectamente optimizadas para Android, sin importar fabricante o versión del desarrollador.
Asimismo, todas las funciones que este smartwatch realiza se controlan y se registran a través del dispositivo y su software integrado, que ya es una versión avanzada de Harmony OS, el sistema operativo que se planea integre toda la línea de dispositivos de Huawei en el futuro, pero que por ahora sigue siendo una extensión que logra compaginarse con Android y iOS.
Huawei, un sueño entorpecido en gadgets
También tiene sus limitaciones, obviamente. El no poder hacer uso de los servicios de Google impide que puedas hacerlo parte de otros ecosistemas que sí se sirven de este, como la antigua integración que tenía con Google Fit u otras apps que utilizan esta interfaz para brindar una experiencia completa dentro de su propia interfaz y la del smartphone que lo controla.
Sin embargo, esto lo resuelve poniendo todo dentro de sí y su aplicación de Salud, por ejemplo. Sinceramente, esto es todo lo que se requiere, porque todo lo demás lo saca tanto de sí mismo con Harmony OS, como funciones de brújula, barómetro, registro de presión arterial, electrocardiograma, oxigenación en la sangre, etcétera, y lo demás de la información que comparte vía Bluetooth.
Fuera de eso, las funciones limitadas son otras como la compra directa de cosméticos para la carátula del reloj (cosa que puede hacerse desde una página web y con un pago referenciado a Mercado Pago), o utilizar su Wallet, que de cualquier manera aunque se use con un teléfono Huawei, no es algo que esté avalado o integrado en los sistemas de pago de México.
En definitiva, el Huawei Watch GT 3 Pro es el smartwatch que cumple con todo lo que se necesita en un gadget que es una herramienta de simplificación de interfaz para el usuario, tanto como un reloj. Su diseño es simple y muy tradicional para este tipo de productos, pero sobre todo es simple y sencillo de usar.
Asimismo, promete hasta una semana de tiempo de uso con una sola carga, algo que oscila entre los cinco y nueve días dependiendo de la cantidad de uso que se le dé; esta simpleza es algo que le da un plus sobre todo los demás, porque tampoco es que los smartwatches estén en un punto de innovación donde puedas distinguir, incluso, un Apple Watch de una Fitbit simple.
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Dentro de este mundo confuso que son los wearables, que son más bien prototipos y betas sacadas a mercado con la etiqueta de innovación, me parece lícito decir que Huawei tiene una batalla ganada a pesar de todo lo que un veto comercial le hizo perder. Si todos los desarrolladores de smartwatches tomaran esta dirección, sería claro que estamos frente a un mercado nuevo; pero mientras solo ellos lo hagan así, les pertenece la cima.