Sony, uno de los más importantes fabricantes de cámaras en el mundo, reconoció que los smartphones superarán a las cámaras de lentes intercambiables antes de que llegue 2025, cumpliendo una de las apuestas que se hacían desde que salieron al mercado teléfonos con cámaras fotográficas.
Terushi Shimizu, presidente y CEO de SSS (Sony Semiconductor Solutions) reconoció que esperan que las fotografías en los smartphones superen la calidad que ofrece una cámara de lentes intercambiables alrededor de 2024.
Sony es una de las principales productoras de cámaras profesionales en el mundo, teniendo una de las series más importantes en la categoría mirrorless, así como un gran mercado de DLSR y cámaras compactas que podrían estar en peligro.
Tras estas declaraciones, es posible que la producción de estos dispositivos se limite aún más, con lo que su mercado pasará a ser aún más reducido y específico y, por lo tanto, inalcanzable para la gran mayoría de los consumidores.
Según Terushi Shimizu, la evolución de los sensores y las tecnologías de captura de imagen en smartphones están haciendo que la gran mayoría del público vea a las cámaras dedicadas sean un producto redundante por el cual no vale la pena gastar.
Asimismo, Sony continuará desarrollando sensores pequeños para smartphones con tecnologías que ya tiene en la mira, como la saturación cuántica y el procesado por inteligencia artificial, esto sin contar que esperan doblar el tamaño de los sensores en modelos de gama alta.
¿Un smartphone es mejor que una cámara profesional?
La respuesta corta es que no y por muchos motivos. Las cámaras de lentes intercambiables otorgan autonomía total al fotógrafo, lo que convierte a la captura fotográfica en un proceso técnico para el que se requiere conocimiento y herramientas adecuadas.
La gran ventaja que tienen las cámaras de smartphones sobre las cámaras que se utilizan para el trabajo fotográfico de manera tradicional es que no requieren procesado extra. Hacen una sola toma y con la previsualización inmediata del resultado final.
Esto hace que sean mucho más versátiles y cómodas en la mayoría de los ambientes. Sin embargo, los smartphones recaen fuertemente en su software para compensar todas las fallas que su hardware les impone, mientras que en una cámara fotográfica se tiene acceso a la personalización de la toma y la manipulación específica de cada variable que impacta en el resultado de una foto.
Sin contar que mientras que en un smartphone tienes generalmente solo tres opciones de distancias focales (todas siempre cortas y en el mismo rango de visión), las cámaras pueden adecuarse a múltiples objetivos que, además, tienen una mejor cristalería por su tamaño.
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Sin embargo, es evidente que el avance tecnológico de imagen en las cámaras de smartphones está superando lo que el usuario considera una “buena” imagen, haciendo que el mercado de cámaras sufra cada vez más, hasta el punto de que Sony reconsidere su producción siendo junto con Canon y Nikon, la compañía más importante del rubro.
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