La Luna es el único satélite natural de la Tierra. Además de ser una eterna compañera de nuestro planeta, cumple con algunas funciones. Como la creación de las mareas y las corrientes marinas, así como estabilizar el eje de rotación terrestre. Pero también actúa como una especie de guardaespaldas.
Si bien por el momento no hay meteoritos de un tamaño que representen un peligro para la humanidad, hay muchos flotando por ahí. Algunos pasan a nuestra atmósfera para convertirse en estrellas fugaces. Pero la mayoría son atraídos por la Luna y terminan impactando contra ella.
Además sus cráteres son muy visibles debido a un factor que a muchos se les olvida. No tiene atmósfera ni clima. La Tierra cubre sus propias ‘cicatrices’ con ayuda de los elementos, como el suelo y el agua. Si de alguna manera pudiéramos verla sin esto, seguramente nos encontraríamos con que está igual de golpeada que nuestro satélite.
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Los cráteres en la Luna son evidencia del excelente trabajo que realiza para protegernos. De nuevo, no ha habido meteoritos que pongan en riesgo a la humanidad. Pero tener impactos constantes de estas rocas espaciales seguro traería bastante destrucción y pérdidas humanas. Así que quizás ahora encuentres una nueva apreciación por este pequeño cuerpo celeste.
¿Qué pasaría si la Luna se impactara con la Tierra?
Si bien siempre es nuestra protectora, diferentes trabajos de ficción han planteado un escenario donde se impactara con la Tierra. No olvidemos Majora’s Mask y la reciente cinta de desastres, Moonfall. Pero la realidad no sería como la representan estas obras. Así lo asegura la comunidad científica.
En estos trabajos la Luna se estrella en su totalidad con el planeta. Pero en la vida real el satélite sería destruido por completo antes de tocarnos. Esto debido a la fuerza gravitacional de la Tierra. Aún así, el escenario sería bastante fatídico. Ya que todos sus restos caerían en el planeta, aniquilando toda la vida.
Claro que los científicos también aseguran que no es algo que podría pasar en el futuro cercano. Debería suscitarse un evento cósmico fenomenal para que nuestro satélite saliera de su órbita actual. Así que puedes dormir tranquilo sabiendo que tus pesadillas causadas por la aventura de Link no se harán realidad.
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