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Desde hace algunos años Disney ha estado sacando remakes live-action de varios de sus clásicos animados. Si bien no han sido totales fracasos en taquilla, su recibimiento por parte de la crítica y los espectadores ha dejado mucho que desear. Incluso las más aceptadas no alcanzan los niveles de elogio que lograron sus contrapartes animadas.

A pesar de esta polarización, estos live-action continúan llegando. Tan solo en 2023 tendremos los de La Sirenita y Peter Pan. Si bien no podemos detenerlos, nos dimos a la tarea de analizar qué es lo que está fallando con estas adaptaciones. Aquí te compartimos los elementos que creemos que son los más culpables.

Disney llega a olvidarse de algo que hizo clásicos a sus películas animadas:  las canciones

Algo que nos hemos dado cuenta en cuanto a los live-action de Disney es que las canciones suelen quedar relegadas. Si bien Aladdin y La Bella y La Bestia contaron con casi todo su repertorio, son más los casos que no. Sin mencionar que hubo ocasiones donde las canciones fueron tan cambiadas que no causan el mismo impacto.

Como ejemplo de esto tenemos a El Rey León que cambió la icónica canción de Scar por una simple recitación. Lo mismo encontramos con El Libro de la Selva, donde la movida canción del Rey Louie no tiene el mismo impacto ni espectáculo que la original animada.

Quizás la más culpable de este ‘pecado’ en los live-action de Disney es Mulan. La cinta animada de 1998 cuenta con números musicales muy entrañables. Sin embargo el live-action decidió prescindir totalmente de la música para tener un tono más serio.

Claro que también tenemos el lado contrario: la adición de canciones. La Bella y La Bestia, Aladdin y Pinocho agregaron canciones que se sienten muy fuera de lugar con el resto. Sin mencionar que no agregan nada significativo a sus tramas, al contrario de las que ya estaban en la obra original.

Hay algunas cosas que sólo funcionan en el entorno animado

Es de conocimiento general que Disney ama poner animales que hablan en sus producciones. Estos pequeños aliados pueden ser bastante entrañables gracias a que la animación puede dotarlos de mucha expresividad. Lamentablemente eso no puede pasarse de manera correcta al live-action.

Por un lado, si los animales se vieran como los animados el resultado contrastaría mucho con los actores reales. Sin embargo, el irse por la ruta del realismo también tiene sus propias complicaciones. Como un ejemplo de esto tenemos a El Rey León que fue muy criticado por este acercamiento.

El hiperrealismo en los animales es uno de los problemas de los remakes de Disney
Fuente: Disney

En su momento la crítica quedó maravillada con los efectos especiales de este remake de Disney. Aún así, consideraron que no fue el acercamiento adecuado para llevar esta historia de nuevo a las pantallas. Los modelos de los animales eran demasiado realistas y nunca lograron transmitir las emociones que pretendían. Ver la muerte de Mufasa en live-action no tiene el mismo impacto, ya que vemos a un Simba inexpresivo. En cambio, el sufrimiento del pequeño león es muy notorio y empático en la versión animada de los noventa.

Desafortunadamente parece que el camino de los animales realistas será el que seguirá Disney en lo que queda de 2023. Unas imágenes liberadas de La Sirenita ya nos mostraron que Sebastián será un cangrejo como tal y las respuestas en contra no se hicieron esperar.

No importa qué tanta pasión utilicen los actores a la hora de grabar sus diálogos, si el personaje en cuestión no podrá mostrarla. Sabemos que es un arma de doble filo el presentar animales que hablan en live-action, por eso es mejor que permanezcan en el mundo animado. 

Los cambios que ha hecho Disney rara vez han sido para bien

Las historias de los clásicos de Disney están muy bien por sí solas, por lo que adaptarlas tal como son funcionaría perfectamente. Claro que un remake debe aprovechar la oportunidad para contar algo nuevo y justificar su existencia. Desafortunadamente los cambios que se han hecho con los live-action casi siempre han sido para mal.

Mulan decidió eliminar las canciones y a Mushu para supuestamente contar un drama más realista y apegado a la historia original. Sin embargo el resultado fue una exageración con varios elementos sacados de cintas de kung-fu. Seguramente las batallas de la verdadera Fa Mulan fueron contra hechiceros, mientras hacía patadas voladoras a varios metros del suelo.

Los cambios en los live-action de Disney rara vez han sido para bien
Fuente: Disney

Pinocho decidió extender su duración con la adición de una subtrama de una niña titiritera que no lleva a ningún lado. Además de que decidieron hacer que la ballena que se traga a Geppeto fuera un monstruo real, con alas, tentáculos y un diseño digno de H.P. Lovecraft. ¿Por qué? ¿En qué beneficiaron estos cambios al remake?

Aladdin cambió el enfrentamiento final con Jafar por una persecución no tan emocionante de un Iago gigante. Este cambio es particularmente sorprendente, de mala manera, pues en la animada ya era bastante emocionante tener a Jafar convertido en una cobra gigante. Además de que todo el enfrentamiento sucedía mientras la vida de Jazmín estaba en peligro.

No sabemos qué llevó a Disney a hacer estos cambios, pero no podemos recordar alguno que les haya salido bien. Donde deberían arriesgarse es en lo que agregan a la historia y no cambiando lo que ya fue exitoso. Ojalá que los próximos live-action sean más cuidadoso en este aspecto.

Tocar algo muy amado por el público puede ser un arma de doble filo

Muchas de las películas animadas de Disney están muy arraigadas en las mentes y corazones del público. Tomar algo tan querido, y que no necesitaba remake, simplemente para sacarlo de nuevo inevitablemente causará cierto rechazo. Aunque también genera curiosidad.

De hecho creemos que las taquillas de estos remakes son una especie de fenómeno. A nuestro parecer, muchas personas van a ver estos relanzamientos precisamente para conocer los cambios que hicieron. Esto puede hacerse evidente con la disparidad entre el recibimiento crítico y sus ingresos en taquilla. Hasta ahora sólo El Libro de la Selva fue un éxito en ambos aspectos.

Sin duda el frente monetario hará que sigamos teniendo live-actions hasta que Disney se quede sin películas animadas. Sin embargo, esto también podría ser la solución para tener mejores productos. Simplemente debería cambiar el enfoque.

Fuente: Disney

En lugar de tocar los éxitos clásicos, quizás Disney debería hacer live-actions de sus obras más infravaloradas. Atlantis y El Planeta del Tesoro podrían funcionar muy bien como películas de acción en vivo, sobre todo con un gran presupuesto. Así también les darían una nueva oportunidad de brillar.

Si quieren continuar por la ruta del remake, en lugar de arriesgarse a probar cosas nuevas, entonces esta sería una solución perfecta. Aunque también lo sería una recreación bastante fiel, con un entendimiento de todo lo que hizo a sus clásicos iconos de la cultura. Ya veremos si La Sirenita logra huir de algunos de estos errores o se convierte en una más de la estadística.

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