El éxito descomunal de Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba no es, para nada, una sorpresa: con sus personajes tan icónicos y memorables, combates espectaculares, constantes momentos que nos tienen al filo del asiento y una narrativa intrigante, este fenómeno del anime sigue cautivando corazones en cada rincón del universo —y casi literal, de todas las edades—.
Lo que resulta sorpresivo y desconcertante, es que las recientes adaptaciones cinematográficas de Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba estén apostando más por retomar el material de los episodios, en lugar de ofrecer una argumento fresco e inédito, alejándose del modelo que el resto de la industria shōnen acostumbra. Un misterio incómodo considerando que Mugen Train, la primera película de Kimetsu no Yaiba, sigue siendo la más taquillera de Japón, ya sea de animación o de cualquier tipo.
Rumbo al entrenamiento de los pilares es una producción para fans
No me malentiendas, Demon Slayer: Kimetsu No Yaiba – Rumbo al entrenamiento de los pilares es una experiencia que se disfruta de manera espectacular en la comodidad de una sala de cine. Revivir un fragmento de la serie, pero con formato IMAX —si va a ser largometraje, que mejor que sea en calidad premium— es un deleite para cualquier amante de la animación y, a decir verdad, es auténtico fanservice.
Los fieles seguidores de otras series matarían por mirar al menos algunas escenas de su anime favorito llevadas a la pantalla grande. Pero justo ese es el mayor inconveniente, pues la esencia de este filme se percibe como una proyección para fans y muy poco como una película genuina. Por fortuna, funciona mejor y tiene mayor cohesión que Rumbo a la aldea de los herreros.
Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba Rumbo al entrenamiento de los pilares sigue la misma receya
La más reciente película de Demon Slayer continúa con el formato de su antecesora: son dos episodios separados, combinando el final de la temporada anterior con el inicio de la próxima, los cuales se mezclan para conformar una narrativa de larga duración.
En esta entrega los cortes y la edición consiguen crear la ilusión de una película “de corrido” que fluye bien. A eso se suma que el material original ya es de por sí espectacular: los episodios usados son, sin duda, de lo mejor que brinda Demon Slayer en cuanto a acción, intensidad, carga emocional e incluso intriga.
Rumbo al entrenamiento de los pilares está repleta de aniquilación de demonios, humor, misterio y muchísimo carisma a través de sus personajes. Desde el inicio de la serie y el manga —esta película no es excepción—, el eje argumental ha girado en torno al vínculo que Tanjiro y Nezuko tienen como hermanos, pero toma una nueva dimensión en esta sección de la historia, poniendo a prueba a ambos y sacándolos de su zona de confort para superar a sus enemigos y sobrevivir en camino a nuevos desafíos.
Las interacciones entre protagonistas, los otros cazadores, pilares y hasta personajes secundarios, mantiene su magnetismo característico, así que no hay algún momento en que se sienta que el ritmo va lento; por el contrario, si algo domina Demon Slayer a la perfección es el salto constante entre situaciones de risa, acción desenfrenada, intriga y mucha emotividad.
¿Deberías ver esta nueva película de Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba?
Obviamente al ser una producción pensada en su totalidad para fans ¿qué puede esperar alguien que es un poco ajeno a todo el fenómeno de Kimetsu no Yaiba o quien de plano no tiene absoluta idea de la trama narrada en la serie? Confusión, principalmente.
El director Haruo Hotozaki y su equipo intentaron contextualizar a los no-fans dentro de la película, al incluir al inicio un resumen ultra simplificado de los momentos más importantes que llevaron hasta el enfrentamiento final contra Hantengu —la cuarta luna superior—.
Desafortunadamente el collage de escenas ayuda poco o nada para guiar a los recién llegados. El resto del filme podría causar total desconcierto para alguien ajeno, con sus personajes y situaciones, por más emocionantes y visualmente disfrutables que sean; pero es altamente probable que provoquen fascinación y mucha curiosidad, para encaminar a un nuevo fan.
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