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Latinoamérica creció brutalmente su participación en los esports durante los últimos años, así que cada vez es más común ver representantes de nuestra región enfrentarse cara a cara con las escuadras más famosas del mundo.

Cada que esto ocurre es inevitable que se genere en nosotros un espíritu de esperanza y cierta expectativa de ver a los nuestros como campeones, pero en algunas ocasiones terminan fuera en etapas tempranas de las competencias.

Lamentablemente es un escenario muy común, así que fanáticos de otros países e incluso de casa ya comenzaron a catalogar a Latinoamérica como una de las peores regiones pero

¿Por qué Latinoamérica no brilla en las grandes competencias de esports?

La infraestructura de red

Muchos creen que los pro players de los países asiáticos nacen con un talento nato que les permite jugar casi como dioses, pero esto está muy lejos de la realidad, ya que las condiciones en que se desarrollan son distintas.

Para empezar, el servicio de internet es mucho mejor, así que el ping con el que suelen enfrentarse es muy bajo. Esta condición hace que sepan exactamente cuánto va a tardar en lanzarse una habilidad o en aterrizar un disparo, por lo que cuentan con valiosos milisegundos a su favor.

Por que Latinoamérica no brilla en esports
No es lo mismo castear con 60 de ping que con 10,000. Imagen: Riot Games.

Esto suele ser raro en Latinoamérica, y aunque en las competencias siempre existe una latencia igual para todos, la diferencia salta a la vista para quienes no están acostumbrados. Quizá no lo creas, pero los milisegundos pueden hacer la diferencia entre acertar o no una habilidad o un disparo de sniper.

Los esports no son un juego

Muchos de los que jugamos algún título competitivo solemos armarnos dependiendo de lo que ofrecen ciertos objetos, ya sea velocidad de ataque, cadencia de disparo, pero pocas veces nos detenemos a ver más allá.

Sonará como algo increíble, pero en regiones como Asia incluso existen personas cuya tarea es analizar hasta el más mínimo aspecto numérico de cada objeto.

Tomando otra vez como ejemplo a League of Legends, que es el título competitivo que más domino, no es lo mismo armarte un item por que tiene más daño, que armarlo porque en su sumatoria total te pone por encima del rival en cierta característica.

Los equipos de esports en las regiones punteras cuentan con analistas expertos cuya formación les permite identificar ventanas de oportunidad hasta en los escenarios más peculiares.

Calculo de daño en League of Legends
Cuando conoces los números queda poco a la suerte. Imagen: Please Gank.

Por esta razón es normal que las guías de campeones y el meta de composiciones salga de países como China o Corea, pues son quienes invierten mayor tiempo y dinero en revisar de pies a cabeza todo.

Al estar en crecimiento todavía, en Latinoamérica apenas se están creando este tipo de especializaciones, pero no existe tal cual una escuela o institución que aporte estos conocimientos.

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Desconozco cómo se maneja una gaming house donde entrenan los equipos profesionales en nuestra región, pero quienes están cubriendo los puestos posiblemente hayan tenido que aprender por sus propios medios cuestiones como gestión, publicidad, diseño de planes de entrenamiento y cosas por el estilo. Como puedes ver no es algo sencillo, pero afortunadamente se va avanzando bien.

El factor psicológico

La experiencia que les ha brindado a los jugadores europeos y asiáticos su participación en eventos importantes hace que puedan actuar calmados y centrados en todo momento. Si pones atención notarás que los rostros de los pro players más famosos siempre son relajados, pues para ellos es algo completamente normal batirse en las grandes ligas.

Esto no pasa con equipos de Latinoamérica, y no es del todo culpa de los jugadores, ya que cada oportunidad grande atrae indudablemente los reflectores del mundo.

Team Aze preocupado
En varias partidas del MSI pudimos ver a Team Aze preocupado y hasta decepcionado. Imagen: Riot Games.

Por un lado tienen la presión de los siempre voraces seguidores de casa, quienes pueden mostrar todo su apoyo antes de los encuentros, pero son sumamente duros ante las derrotas.

Por otro lado, tienen la presión de la comunidad internacional, donde muchos aseguran que Latinoamérica es de las peores regiones, e incluso cuestionan si vale la pena seguir llevando representación a los máximos circuitos.

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Los equipos necesitan prepararse no solo a nivel físico, también a nivel emocional, deben aprender que cada partida, sin importar del rival que se trate, debe ser un momento de mostrar lo que saben hacer mejor, y pueden hacerlo.

Suena fácil, pero se requiere un trabajo tan grande que hasta la fecha no se la logrado consolidar por su complejidad.

La noción de equipo y la disciplina

Cada esport funciona de forma distinta, pero algunos analistas internacionales han señalado que ocurre algo constante en el estilo de juego de la región, y es que no solemos actuar como un equipo en todo momento.

Si miras a escuadras como T1 o DAMWON notarás que siempre están unidos y respaldan sus decisiones, es decir, si escogen pelear por un objetivo, todos se lanzan para brindar apoyo.

Esta falta de confianza en teams de Latam ha hecho que se pierdan objetivos importantes en partidas internacionales, pues sacrificar a un miembro por una mala decisión puede ocasionar una bola de nieve que casi siempre termina impactando de forma negativa.

Por otro lado tenemos los problemas de actitud en las escuadras, ya que en Europa y Asia se suele sancionar los comportamientos negativos de una forma muy rigurosa.

Estral y R7 fueron amonestados hace unos meses por comportamiento inadecuado. Imagen: Riot Games.

No es raro ver que grandes figuras son mandadas a la banca por ofender o no acatar instrucciones, pero esto no ocurre de la misma forma en Latinoamérica.

Los desplantes de ego y las confrontaciones entre rivales parecen algo hasta normal para nosotros, de hecho, estos momentos suelen volverse memes o parte del llamado salseo, pero termina afectando de varias formas.

Si un jugador no respeta la disciplina de su institución, difícilmente podrá apegarse a los planes propuestos por los entrenadores, e incluso podrían arruinar toda una estrategia solo por brillar o burlarse del contrario.

En todo el mundo hay toxicidad, pero las sanciones son más laxas aquí.

Los esports necesitan especialistas y los están consiguiendo

Este análisis es algo superficial y pretende mostrar algunas de las cosas que deberían atacarse en los futuros años. De hecho, ya existen instituciones que lo están haciendo.

Aunque no lo parezca, el grado de profesionalización de los equipos de Latinoamérica está aumentando y cada vez es más común ver nombres de casa competir cara a cara con los grandes.

Uno de los tantos ejemplos es KRU Esports, quienes lograron posicionarse como una de las escuadras más temidas y respetadas de Valorant.

KRU Esports
Lamentablemente, su participación en el Masters VCT fue corta. Imagen: KRU Esports.

Hasta cierto punto es injusto comparar nuestra región con otras más desarrolladas, ya que tienen infraestructura más amplia y una mejor aceptación de los esports, pero seguramente en unos años podremos estar a la par.

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