Reseña: Redfall – Alguien tiene que ponerle freno al vampiro

No cabe la menor duda que Bethesda se caracteriza por no temerle a nada y tomar riesgos. Igual y no inventan el hilo negro, pero te darán una experiencia divertida en el intento. Eso es Redfall, un título de mundo abierto con todo el sello de Arkane donde tienes que acabar con vampiros sin la necesidad de creerte Van Helsing o Simon Belmont.

La cuestión es que, si solo viste gameplays o avances en redes sociales de Redfall, vas a pensar que se trata de una experiencia genérica o algo que tal vez ya viviste en otro lado. Jugar cambia la perspectiva y, como lo mencioné, tiene todo el sello de Arkane, así que tienes un buen juego de disparos.

Ahora, si hay algo que a un servidor no le gusta es ser al mandadero de un videojuego, sin embargo, cuando las misiones tienen sentido, la progresión tiene recompensas y hay un misterio por descubrir y… Vampiros por despachar, pues entonces ¡estoy dentro!

Hay que ser pragmáticos con los videojuegos, su naturaleza debe ser entretenida o divertida para que aquel que ponga sus manos en el control se interese en jugar. Luego vendrán otros factores que propicien que el usuario se clave durante horas. Es aquí donde debemos de juzgar a Redfall y emitir el juicio correcto de lo que es.

Tienes que escapar de un pueblo llamado Redfall

Con el paso de los años, los vampiros pasaron de ser seres antagónicos a protagonistas de las historias. Los hicieron galanes cuyo sudor brilla con el sol de la mañana o seres que tienen la misión de redimirse. Lo que me agrada de Redfall es que aquí tienes que acabar con ellos: uno por uno.

Claro, no eres un cazavampiros y tampoco se trata de que Nosferatu se presentó en el pueblo y todos fueron transformados. La historia de este título de Arkane Austin empieza con una especie de catástrofe sobrenatural donde un error se sale de control y empiezan a aparecer los, de alguna manera, chupasangre y también muchos seguidores.

Bajo este contexto, eliges de entre 1 de 4 protagonistas, cada uno con sus características e historia. Hay variedad y para todos los gustos. Incluso tenemos una edición ciertamente básica y un árbol de habilidades por desbloquear. Tu objetivo, ayudar a todos los sobrevivientes y de ahí encontrar la forma de escapar, aunque, para ser sincero, dadas las circunstancias, se ve complicado que eso pase.

Conforme la historia avanza, te das cuenta de que la misión es suicida, especialmente porque las circunstancias están en tu contra. Pero, jugando, avanzas, creces, te vuelves más fuerte y descubres que el reto vale mucho la pena y que la esperanza de salvar al pueblo tal vez no sea un espejismo.

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¿Balas de plata? ¿Agua bendita? ¿Con qué matas a los vampiros en Redfall?

Si Redfall llamó tu atención cuando fue anunciado, entonces sabes que se trata del tradicional juego en primera persona de Bethesda en el que tendrás que acabar con todos tus enemigos a tu paso. La cuestión es ¿cómo rayos lo vas a lograr? En términos prácticos, el juego no se complica mucho la vida.

Primero comienzas con un arma muy básica con la que te eliminas a cuanto civil alineado con el enemigo encuentras. Un buen disparo al lugar correcto y ya la hiciste. Lo bueno es que, en todo momento está presente la barra de salud de los malos. Ahora, no es cámara fija, así que tienes que estar seguro de que, así como te puede caer uno, pueden ir por ti cinco o más. Pero eso es lo que pasa con los humanos. ¿Y los vampiros?

Los vampiros vienen en varias formas distintas, pero la gran mayoría son flaquitos, flotan o caminan y hacen pequeños saltos de teletransportación que hasta Goku envidiaría. Ese detalle los vuelve impredecibles y no tan sencillos de eliminar, porque primero tienes que bajarles toda la salud y luego debes darles el golpe de gracia con una estaca la cual está añadida a tu arma.

Ahora, este no es el único medio, también hay que señalar que la luz ultravioleta hace su chamba y hay unos vampiros cuyo diseño está hecho para que los elimines a distancia, no tanto como para que te vuelvas loco, te trepes al techo de una casa, te acerques y los destruyas.

Un juego de mundo abierto da pie a que el combate sea realmente libre, sin embargo, en el caso de que juegues solo, pues tampoco es gran idea de que vayas como Rambo llegando de su misión en Corea del Norte en Primera Sangre, para nada, el sigilo puede ser la mejor opción. Obvio, no es como en Metal Gear Solid V, pero vale la pena guardar distancia, tener recursos y ser efectivo.

El héroe que va de un lado a otro cual atleta

Redfall es abierto y de un tamaño considerable. Si bien el mapa de la ciudad demuestra que Bethesda sabe hacer buenos diseños de urbanización para que todos los edificios estén en el lugar donde deben, eso no quiere decir que debas seguir la calle perfectamente pavimentada para ir de un punto A a un punto B.  

Puedes atravesar ríos – ahora secos -, subir el cerro para tal vez luchar contra un demonio (sin un machete) e ir ganando experiencia eliminando enemigos y recolectando toda clase de suministros necesarios para los supervivientes. En el papel, sientes que todo lo estás haciendo solo, sin embargo, los demás ciudadanos – sin que tu veas – también hacen su chambita silenciosamente y sin ponerse en peligro.

La experiencia ayuda a que desarrolles un árbol de habilidades y dependiendo de tu héroe, irás desbloqueando ciertos especiales. Todo es muy claro y no te vas a hacer pelotas, lo cual es muy bueno y hace que la experiencia sea muy disfrutable. No vas a sentir que te pone trabas para que tu personaje se haga más fuerte, hábil y efectivo.

¿Qué sucede con las armas? La mecánica es más o menos parecida a la de un looter shooter, pero solo en términos de rareza y efectividad. No es que mates a un vampiro muy fuerte y te suelte mejoras, es más bien que busques y obtengas de cajas o demás suministro. Eso nos lleva a otro apartado y es el de que hay piezas clave para avanzar, porque no todas las puertas estás abiertas y tendrás que forzar de alguna manera.

A defender un pueblo encerrado por una enorme ola

Uno diría: “pues vámonos por el puerto más cercano de esta isla llamada Redfall para salvarnos”, pero “nanai” eso es no posible, hay que ver lo que te espera al final del juego para ver si lo logras (¿acaso querías un spoiler?). Al inicio, todo parece lineal, pero conforme te apoderas de una estación de bomberos, pues empiezas a hacerte de algunos edificios en favor de los sobrevivientes.

Como te lo mencioné es un juego de mundo abierto y hay una buena cantidad de edificios y casas por explorar. No todas están abiertas y de seguro vas a decir – es que entonces no es totalmente abierto -, pero piensa en esto antes ¿acaso no habría casas atrincheradas que hasta se quedaron sin chapa? Puede pasar y se nota en el juego.

En el mapa encontrarás varios refugios que vas desbloqueando poco a poco con la única misión de generarles electricidad. De esa manera tienes un punto donde hay luz ultravioleta muy útil para volver en piedra a esos vampiros que solo quieren acabar contigo. Este lugar seguro también funciona como punto de control para que, si te matan, pues vuelves a él parta poder reiniciar la misión en curos. Estos puntos también generan misiones secundarias que también están muy bien pensadas para que tenga sentido la aventura. ¡Vamos! No se trata de “consigue esta llave para abrir tal bóveda”.

En el mapa también encontrarás varios puntos que también ayudan a tener más viajes rápidos de un lugar a otro. Lo genial es que estos los tienes que encontrar, no es que te salgan en el mapa y ya nada más vas hacia ellos. Es importante señalar que el factor de descubrimiento es efectivo y sencillo, nada complicado y da gusto que así sea.

Vampiros escurridizos

Conforme avanza la aventura de Redfall, tienes que enfrentar a toda clase de enemigos. Tienes a estos seres humanos que están armados y con pasamontañas que están a favor de la mente maestra detrás del cierre de la isla y luego a los vampiros que ponen mucha resistencia.

Acabar con los de tu especie – osease humanos – es sencillo, solo debes ser muy efectivo con tus disparos y poner atención de lo que te disparan o arrojan. Si bien tienes al típico enemigo genérico repetitivo, también hay otros que te lanzan bombas con un humo rojo que te da mucho daño y da mucha lata.

El tema de los vampiros es ciertamente discutible. Muchos se quejaban – sin saber o probar – de que estos enemigos en Redfall son una especie de esponjas absorbe balas que tardan mucho en caer, pero, a menos que tengas una súper arma, no vas a acabarlos de un solo disparo. La dificultad para derrotarlos va acorde a la progresión.

Finalmente, la mayoría de las veces dependes de hacer un remate de enterrar una estaca, además de que debes ser rápido, porque este enemigo puede que se regenere y vaya tras de ti, te agarre y acabe contigo. La variedad de armas es importante y clave para que sientas que cada uno de estos jefes tenga una contra con la que puedas derrotarlo. Complicarte o no la experiencia dependerá exclusivamente de ti.

La idea de diversión de Redfall es ciertamente efectiva

Redfall no es pretencioso, es práctico y entretenido. Esto no quiere decir que sea perfecto porque definitivamente no lo es, pero sí es efectivo en su ejecución. La idea de explorar una isla llena de enemigos no suena nada mal, especialmente cuando aprovechas el multijugador. Jugar solo hacer que la experiencia sea pesada, pero con otros jugadores se pasa como agua.

La idea de la supervivencia no es nada exagerada, solo hay que poner mucha atención en siempre considerar recoger la munición necesaria para no quedar a merced de los enemigos. Casi todos los materiales que recoges a lo largo de la isla tienen un propósito: abrir puertas, hackear alarmas y demás. Lo que parece ser algo genérico va para tu base y funciona para que los supervivientes salgan adelante y tu obtengas experiencias.

Los objetos que compras como botiquines o armas pueden resultar costosos, pero por eso debes explorar mucho y obtener materiales. Hay una recompensa por tu esfuerzo y es para que el juego no se sienta como un dolor de cabeza. Puedes ser muy habilidoso con las armas, pero si andas todo el tiempo con algo de rareza gris, es probable que no generes mucho daño.

El problema que tiene Redfall es que tal vez su presentación visual no sea la mejor. La versión previa al lanzamiento que jugué sufrió en varias ocasiones en el renderizado de varios objetos. Esto de seguro se corrige con un parche en el día de salida. También en Xbox Series X hay varios momentos de stuttering – instantes donde todo marcha muy bien y de pronto se traba por casi un segundo. Se siente ese “freno”. Fuera de eso, la experiencia es ciertamente buena y no hay queja.

¿Redfall es el juego que merecemos o el que podemos tener?

¿Un videojuego debe ser propositivo? ¿Tomar riesgos? ¿Intentar salir de la rutina? ¡Claro! Pero no siempre será una tarea sencilla, a veces hay que salirse mucho del guion para poder crear algo nuevo que no sabes si funcionará o no. Bethesda es de esas compañías que no se anda con rodeos y que sabe combinar esfuerzos por hace cosas nuevas con ideas ya preestablecidas para crear títulos sólidos.

Redfall es una propuesta sólida cuya mejor carta de presentación cae en la diversión que entrega al usuario. El juego de Arkane Austin no necesita reinventar el sandbox y el género del mundo abierto, solo requiere ser efectivo en lo que propone y lo hace muy bien: los enemigos son variados, la exploración es entretenida y las misiones están bien argumentadas. El problema es que tiene algunos problemas de rendimiento que demeritan de alguna manera la experiencia de juego.

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Jugamos Redfall en Xbox Series X con un código proporcionado por un representante de Bethesda en nuestra región.