Antes de que el personaje más famoso de Nintendo jugara futbol, golf, enfrentara a Bowser o participara en juegos olímpicos, tenía en un enorme mono a su rival más grande. Sí, Mario vs. Donkey Kong era el duelo original, el que llevó a la fama a ambos personajes en el mundo del gaming.
Hoy, este duelo de colosos vuelve en un remake del juego original de Game Boy Advance del mismo nombre: Mario vs. Donkey Kong. Solo que a diferencia de la entrega portátil de aquel entonces, tiene unos visuales hermosos y muy bien cuidados, además de algunos extras en la calidad de vida que vale mucho la pena experimentar.
Ahora bien, el remake de Mario vs. Donkey Kong cae en ese costal de relanzamientos de Nintendo y que termina siendo argumento de muchos “ocotitos” (sinónimo de hater) de que la Gran N solo sabe venderte lo mismo una y otra vez. Tal vez tengan razón si pensamos en los remakes de Link’s Awakening o de Super Mario RPG, sin embargo, esos desarrollos fueron muy dignos y los disfrutamos.
Técnicamente el chiste de un relanzamiento es que una nueva generación de jugadores lo disfrute y aquellos usuarios que lo extrañan, pues tengan una experiencia familiar, pero con muchos detalles modernos y agregados en la calidad de vida y, sinceramente, este lanzamiento cabe perfectamente en ese lugar.
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El regreso de Mario vs. Donkey Kong punto por punto
Puzles de calidad para que te quiebres la cabeza
Mario vs. Donkey Kong es un juego donde Donkey queda maravillado con unas minifiguras de juguete de Mario y pues, como se dice por ahí, “se le hizo fácil” meter varias en un costal y llevárselas. En vez de que se levantara una denuncia y se realizara la debida investigación con las autoridades, pues Mario decide ir a recuperar las minifiguras que su archirrival se llevó.
La cuestión es que para recuperar las dichosas minifiguras (que bien pudieron dejárselas a Donkey y fabricar más) es necesario que Mario supere muchos niveles en forma de puzles donde cada uno se vuelve más complicado del otro. El fontanero italiano cuenta con sus habilidades básicas de correr rápido y saltar, lo cual lo ayuda a eliminar enemigos, escapar de sus perseguidores o evadir trampas.
Además de los movimientos antes mencionados, tenemos un parado de manos donde las botas de Mario se vuelven en piezas que detienen la caída de ladrillos y demás, y también un salto doble muy de gimnasta que permite al héroe del Reino Champiñón alcanzar puntos mucho más altos. Ahora, todo esto te sirve para que alcances cajas de colores que son claves para acabar cada nivel de manera perfecta.
Te puedes colgar de tubos para dar saltos más altos, lanzar objetos y demás acciones, todo para que al final, cuando superes un nivel, pues puedas recibir una calificación al final y avances en esta aventura. La premisa en general de la experiencia que ofrece Mario vs. Donkey Kong es compacta, rápida y entretenida. Es lo que esperas de un juego con decenas de puzles que de seguro vas a repetir muchas veces porque no lograste superarlos. Nintendo sabe ofrecer retos y este es uno de ellos que va más allá de intentar rescatar a una princesa, pone a prueba tu creatividad.
Supera esos puzles para que recuperes los juguetes
Atrapar a un consumidor de juegos de puzles parece una tarea no muy sencilla que digamos, especialmente porque después de un rato el individuo puede aburrirse o hartase por lo repetitivo de este ejercicio. La complejidad de cada uno de los niveles de Mario vs. Donkey Kong va subiendo de manera paulatina siendo la única diferencia el cambio repentino de las batallas con los jefes.
Pero, vamos por pasos. El juego se explica solo, es decir, te va diciendo cuáles son tus movimientos especiales, reglas y objetivos. Como te lo mencioné, lo ideal es conseguir unos bloques para luego llegar a una puerta y salir del nivel. Lo complejo es cuando tomas la llave para abrir dicha puerta y ahí es cuando todo lo que hiciste o dejaste de hacer, influye en tu escapatoria.
Si decides soltar la llave después de agarrarla, suena un contador de tiempo y ahí es cuando todo empieza a “valer”, en el estricto sentido de que dicho objeto puede desaparecer con el tiempo y tienes que hacer todo de nuevo. A eso añade que los niveles tienen límite de tiempo y lo que parece una eternidad, pues la verdad ni tanto. Cuando queda poco, sientes que se va todo a la basura y no logras salvar el día.
Las batallas contra los jefes se centran en rescatar a las minifiguras de Mario que no entendemos cómo es que logran moverse solas. En otras palabras, esos juguetes no los tiene no Obama y por eso es por lo que Donkey los desea tanto. Superar a los distintos jefes de nivel puede ser una tarea caprichosa en la que si no pones atención, pues te pierdes la fórmula para poder superarlo. El diseño de cada uno de los niveles está muy bien pensado para llevar en una pequeña pantalla, como la de un celular, y la del Switch parece demasiado grande para dicha tarea. Sin embargo, no por eso deja de ser una actividad entretenida.
Llegará el momento de aprender a moverte con los minis
Justo cuando crees que la línea del juego está más que clara, por aquello de moverte de un lado a otro abriendo puertas, trasladando una llave, alcanzando cubos de colores y letras, de pronto te das cuenta de que tienes la responsabilidad de mover también a las minifiguras de Mario. Aquí es cuando aparece otra capa de dificultad a la hora de jugar Mario vs. Donkey Kong.
Es fácil pensar que la actividad puede ser muy repetitiva, pues es nada más variar las tareas por realizar y superar los distintos niveles. La cosa es que debemos considerar que este era un juego diseñado para otra época donde la pantalla era mucho más compacta, las pilas desechables y la experiencia de juego no estaba tan evolucionada como ahora.
Sí, tenemos muchas mejoras en la calidad de vida de la experiencia de juego. Las pausas son claras, hay incluso elección de dificultad para aquellos que no quieren complicarse la vida y vivir la experiencia nada más. El chiste de superar todos los niveles más un par adicionales diseñados para esta entrega, pues puede ser algo que no está pensado para todos los consumidores de Mario.
Los dos mundos nuevos claro que expanden al juego, de eso no cabe la menor duda. Incluso brindan más variedad a la experiencia. La verdad es que el paquete a nivel juego está bien, no tiene falla y está pensado para un consumidor muy específico. Claro, Mario vs. Donkey Kong da las suficientes herramientas para que cualquiera pueda disfrutarlo, pero también cuenta con barreras que no todos podrán disfrutar.
Finalmente, se trata de un remake
Con el paso de los años, la definición de la palabra remake se ha vuelto más flexible. En un inicio se trataba de hacer el mismo juego desde cero, pero con gráficos renovados y tal vez con ajustes en la trama. Luego, con el paso del tiempo se ajustó a tan solo quedarnos con el “apartado visual mejorado” o disfrazar el verdadero concepto detrás de la palabra.
En el caso específico de Mario vs. Donkey Kong la situación es ciertamente compleja porque finalmente se trata de revivir en su totalidad el juego original del Game Boy Advance y ponerle algunos añadidos más para que la experiencia te sepa diferente, si es que en su momento jugaste el título original hace ya varios años.
Hay que ser sinceros, el trabajo es impecable en cada uno de sus apartados. La nueva animación que es fiel a las escenas originales del juego de Game Boy Advance, la música mejorada, los niveles recreados. Vamos, parece un trabajo artesanal de esos que solemos ver siempre en esta clase de desarrollos publicados por Nintendo.
Ahora, la cuestión es la siguiente: Con todo el paquete que nos están vendiendo ¿tiene sentido que inviertas tu dinero en él? Aquí no estás preservando el clásico, adquirirías esa nueva presentación que tal vez te haga volver a ese momento feliz de cuando jugabas en el Game Boy Advance, pero nada más. Eso es algo que debes considerar muy bien.
¿Deberías comprar Mario vs Donkey Kong?
El Nintendo Switch ha sido hogar de varios regresos: Super Mario RPG, The Legend of Zelda: Link’s Awakening son apenas algunos de los títulos que brillaron en su época y que ahora recibieron un segundo aire para que una nueva generación de consumidores los pueda jugar y disfrutar por lo grandiosa que es su obra. Ahora, la cuestión que sucede con Mario vs. Donkey Kong es muy curiosa por una sencilla razón, el título es muy portátil, como para llevarlo en un teléfono y no en la actual consola de la Gran N, pero, no por eso deja de ser un título atractivo y muy vicioso.
Mario vs. Donkey Kong no solo revive esa vieja rivalidad por la que ambos personajes se hicieron famosos desde la década de los ochenta. Nos enseña que un juego puede tener una presentación sencilla y entretenida, pero al mismo tiempo con un reto que no cualquiera puede superar. El apartado gráfico es hermoso, digno de esta generación. Es probable que más de uno se frustre por no llegar al final, pero quienes lo logren, sentirán la satisfacción de acabar un videojuego sin pretensiones.
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Jugamos Mario vs. Donkey Kong en Nintendo Switch con un código proporcionado por un representante de Nintendo en nuestra región.
