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Reseña: The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom – Sé valiente una vez más

Lo que debes saber...

Si Link no lo hace, nadie más lo hará.


The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom Reseña

The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom

The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom Key art
Calificación 9.5
  • Género: Acción, aventura
  • Plataforma: Nintendo Switch
  • Estreno: 12/05/2023
  • Publicador: Nintendo
  • Desarrollador: Nintendo EPD, Monolith Soft

Resumen

The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom cuenta con los argumentos suficientes para ser un gran juego por sí solo. Las nuevas habilidades de Link cambian la forma en que este título se disfruta e incluso el mundo se siente mucho más abierto que en Breath of the Wild, lo malo es que, en varios momentos, los escenarios se sienten vacíos y no aportan gran cosa a la aventura. Los santuarios te ponen a pensar mucho más, las batallas con los jefes son memorables y el juego te invita a ser valiente en cada momento, porque en esta ocasión, la meta es mucho más clara, aunque no por eso, más sencilla.

Positivo:

Negativo:

Cuando The Legend of Zelda: Breath of the Wild salió con el Nintendo Switch, inició un debate de si ese era el mejor juego de la historia. Incluso tenemos listados de revistas alejadas del mundo del gaming que lo dicen. Incluso los japoneses lo decidieron también durante una de tantas encuestas. Cuando la secuela fue anunciada, pocos imaginaban el tamaño de juego que The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom iba a ser.

Podría decirse que The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom tardó mucho en llegar, especialmente porque Nintendo no suele mostrar un avance de algo que no esté completamente listo. Ellos prefieren tomarse su tiempo, no caer en la desesperación y hacer el mejor esfuerzo por dar a los jugadores una experiencia que valga mucho la pena, porque saben que cualquier decepción les puede costar muy caro, especialmente por esa reputación que tienen.

Ojo, el Nintendo Switch no se quedó sin experiencias de The Legend of Zelda, porque tuvimos el remake/remaster de Link’s Awakening y también la versión HD de Skyward Sword. Incluso llegaron algunos spinoffs como Cadence of Hyrule o los mismos pases de expansión de Breath of the Wild. La cuestión es que, ese tráiler ajetreó mucho al gallinero y los fans se salieron de control. Sin saber que se llamaría Tears of the Kingdom, los fans ya estaban deseando tener lo mejor en una nueva entrega de la serie.

El historial de Nintendo con proyectos grandes suele contar con un margen positivo, especialmente cuando parece que no tienen nada nuevo qué ofrecer. Ahora, con este nuevo título, demuestran una vez más de lo que están hechos y no le tiembla la mano a la hora de tomar riesgos y ser entretenidos lo más que se puede, porque de eso se tratan los videojuegos.

TLOZ: Breath of the Wild tiene un inicio muy a la “Qué pasó ayer” (The Hangover), porque técnicamente Link despierta de su letargo, casi encuerado y se dispone a salvar a Hyrule. En el proceso, llegan los recuerdos y su mente comienza a trabajar de tal manera de que ves los acontecimientos previos de la historia. Vamos, la narrativa estaba bien definida.

En The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom tenemos algo distinto, porque la aventura comienza con lo que viste en los avances, Link escoltando a Zelda en una exploración para descubrir algo, el problema es que la situación se pone mal y la princesa se desaparece. A eso añade que la situación empeora pues nuestro héroe pierde mucho.

Link deberá salvar el día una vez más.
Fuente: Nintendo

Esta es una variable complicada de llevar a cabo, especialmente porque si tienes una secuela directa – como en God of War Ragnarok – puedes simplemente respetar todo lo que ya tiene el héroe y le añades cosas nuevas, sin embargo, el equipo detrás del nuevo TLOZ decidió que lo nuevo caerá en las habilidades. Esas son un reinicio tal cual y por ahí comienzan las diferencias entre la nueva entrega y la previa.

El nuevo escenario, que es el cielo, es clave para que Link vuelva a Hyrule con nuevas habilidades que le abrirán camino para llevar a cabo su tarea de buscar a la princesa. Sí, pareciera que solo es un trámite, pero es una de tres capas que vuelven al juego en una experiencia realmente grande.

Los jugadores rompieron Breath of the Wild de una manera impresionante. Con las habilidades que tenía nuestro héroe se inventaban toda clase de triquiñuelas para superar el juego de las maneras más locas… o al menos eso era lo que pasaba en los santuarios. Al tener este precedente, parece que Nintendo decidió darles más variables a los usuarios para que su creatividad nunca se viera mermada.

Ahora, hay habilidades mucho más útiles que otras, siendo la más básica y necesaria la manita que mueve y pega piezas que sí se puedan manejar. A lo largo del juego tendrás rocas, piezas de madera y muchos más materiales para crear toda clase de cosas. Con la ayuda de un elemento adicional que llega por primera vez a la serie, ya puedes pensar en colocar motores, manivelas y demás. Vamos, es una construcción profunda y entretenida.

Zelda se pierde de nuevo.
Fuente: Nintendo

Por supuesto, el juego no te obliga a seguir este sistema sin recetas, también te pone frente a los ojos ciertas soluciones ya listas para poder superar ciertos obstáculos, esto con el único fin de aprender. Tanta libertad puede ser estresante y abrumadora a la vez, pues te quedas mucho tiempo pensando en “cómo diablos voy a resolver esto”, “de dónde demonios voy a conseguir un hacha”.

La habilidad de pegar objetos y volverlos armas también es muy buena y ajusta las estadísticas básicas de cada artículo. Por ejemplo, un palo sencillo, con la punta correcta, puede mejorar mucho su valor – aunque no tanto su resistencia -. También tienes que seguirte con la lógica y pensar que siempre tendrás materiales más resistentes a otros. Cruzar los techos o hacer que objetos vayan en reversa son habilidades buenas, pero tampoco tan extraordinarias.

Este mundo es lo que sigue de grande

The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom viene con un detallito y es el de estar dividido entre 3 capas: Cielo, Hyrule y los abismos. Queda claro que lo importante es explorar Hyrule, pero habrá momentos muy puntuales en los que tendrás que ir bajo tierra en más de una ocasión para descubrir secretos, en su gran mayoría relacionados con el argumento de tu aventura.

De ahí es necesario atajar que cada sitio tendrá su clima y ahí es donde también tienes que comprender que puedes ir por el camino de la progresión básica o por la de sufrir en todo momento. Pareciera que no, pero al tener tantas libertades, pues el juego te permite tener ciertas opciones para superar ciertos momentos. Por ejemplo, puedes conseguir ropa especial para el frio o comer un rico plato de chiles para que tu cuerpo soporte.

Explorar en parapente es muy entretenido en The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom
Fuente: Nintendo

También puedes cazar lagartijas y – de alguna manera – aguantar el calor de las montañas. Sí, parecen conceptos muy básicos, pero vale mucho la pena probar todas las rutas posibles para llegar a una solución. Asimismo, tenemos un problema, con tantas cosas qué hacer, la aventura se siente muy desordenada y no sientes realmente cuándo comienzas, vas paso a pasito descubriendo un detalle tras otro.

Ojo, sabes que el chiste es encontrar a Zelda, pero son tantas cosas por hacer y caminos por superar, que la experiencia se vuelve cansada. Afortunadamente, cada una de las misiones se desarrolla de un modo en que quieres seguir hasta el límite y eso no lo logra cualquier juego. Ya sea que explores de manera desorganizada o con toda la idea, tienes frente a ti un juego que se siente realmente enorme y con infinidad de detalles por descubrir.

El pecado de los mundos abiertos que son así de grandes

Los juegos de mundo abierto tienen un problema y es el de que tardan mucho en arrancar. Si jugaste Red Dead Redemption 2, pues tienen que pasar casi 12 horas para que sientas que el juego sigue su marcha en una dirección bien definida. La libertad que obtienes en Tears of the Kingdom puede llegar a confundir a alguien que tal vez no jugó Breath of the Wild.

Aquí tenemos un ligero problema y es que las secuelas no siempre tienen que estar pensadas para jugadores que jugaron el título previo, también para aquellos que llegan desde cero. Aquí puedes estar muy consciente de puedes ingeniártelas para aventarte los santuarios primero y así generar resistencia y corazones, o puedes irte a las misiones de la historia para que sientas que el juego va fluyendo. Incluso podríamos añadir una tercera opción que trata de desbloquear torres que te lanzan al cielo y, cual cartógrafo, con tu tableta aclaras el mapa de todo Hyrule.

El mal está presente en The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom
Fuente: Nintendo

Esta clase de experiencias no son para todos y pueden hacer que el jugador tire la toalla y ya no quiera seguir jugando por que la experiencia resulta cansada. Lo que logra Tears of the Kingdom da mucho valor a todo lo que el jugador va realizando. Claro que seguir la historia tendrá una recompensa mayor que estar persiguiendo animales y consiguiendo recursos, pero la sensación de descubrimiento hace que sigas jugando.

El diseño de juego está pensando de una manera en que te vas a enganchar y querrás seguir lo más posible, porque sabes que la recompensa será una que valdrá la pena.

Algunas personas viven pensando que The Legend of Zelda es un RPG, sin embargo, a pesar de que tenemos mucha libertad, la progresión no se lleva a cabo por niveles. Finalmente, Tears of the Kingdom es un título de aventura con alguna dosis de acción. El chiste es resolver acertijos, mejorando tus armas y la ropa, tienes números muy básicos que no puedes manipular eliminando enemigos.

Lo que, si es indispensable en esta entrega, especialmente en los aspectos económicos, es que debes llenar esa forja sin fondo de materiales que no solo sirven para crear alimentos que te ayudan a recuperar tu salud, también cambian, de manera momentánea, que tu cuerpo aguante ciertas clases de clima. Vamos, la fórmula de Zelda sigue ahí de que de pronto tengas algún artículo que te ayude a pegar mucho más duro o contar con una defensa más recia.

Link va creciendo conforme The Legend of Zelda Tears of the Kingdom avanza.
Fuente: Nintendo

Por otro lado, hay que hacer la acotación de que por fin explican qué demonios pasó con las armas y por qué se rompen tan fácilmente. Digamos que la razón está bien justificada y logras entender – porque no hay de otra – la razón de por qué una espada no te dure ni para acabar a más de tres enemigos. Claro, de ahí que el juego te brinde más de una salida para poder deshacerte de un grupo de enemigos acechándote, sin embargo, la frustración de los jugadores es comprensible.

Finalmente, el crecimiento de Link se da cuando recuperes el tope de corazones y la resistencia te dé para escalar durante un buen rato sin temor a que te termines resbalando y cayendo sin que algo te detenga. Lo demás es más que obvio, pero también un enorme spoiler y no tiene sentido arruinarte la experiencia de juego.

¿Qué tal se porta el Nintendo Switch corriendo The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom?

El Nintendo Switch entró a su sexto año de existencia, lo cual no debería sorprendernos porque resultó ser una pieza de hardware muy popular, la cuestión es que tampoco resulta ser la más potente y eso significa que a nivel potencia se puede quedar muy rezagada y los desarrolladores se tienen que inventar caminos para sacarles el mayor jugo posible. Lo vimos en juegos como The Witcher 3 o Skyrim, que medio corren y distan de verse bien.

The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom tiene algunas mejoras en su presentación general y también hace uso de varios trucos para que el juego no tenga mucho pop up – ósea que de pronto se aparezcan objetos -. Podríamos decir que se trata de una técnica en la que se trata de no saturar los elementos en pantalla y tener espacios muy abiertos que deterioren el uso de la cámara.

El chiste es que seas creativo en The Legend of Zelda Tears of the Kingdom
Fuente: Nintendo

Dónde ya se siente el jaloneo de la consola es cuando estás manipulando objetos con las habilidades de Link, especialmente con la mano. Abusar de este elemento, especialmente en lugares cerrados, pues provoca estas caídas de cuadros por segundo. Vamos te das cuenta de que, forzando ciertos movimientos, pues provocas que el sistema se retuerza. Esto no es como en Pokémon Scarlet o Violet donde el juego se devoraba la memoria de la consola.

Es una realidad de que por muchos momentos sentirás que Hyrule se siente vacío, pero pues es como cuando te metes a una carretera de un estado a otro – no todo el tiempo verás animales o puestos de comida – siempre hay espacios vacíos. En los lugares correctos es donde está la acción y donde hay mucha historia que contar.

Tears of the Kingdom no es perfecto, pero logra que te quedes jugando

Breath of the Wild tomó la fórmula de TLOZ, la llevó al mundo abierto y el resultado ya lo conocemos todos. Ojo, antes estuvieron otros títulos como Fallout, Skyrim, The Witcher y hasta el mismo Minecraft, este último Zelda toma un poco de todo y crea su propia experiencia, la cual movió los corazones de millones de jugadores y eso no se lo quita nadie.

Hacer lo mismo en The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom era la opción más sencilla, pero conocemos a Nintendo y ellos siempre buscarán entretener y divertir al jugador a como dé lugar. Lo que hicieron en esta entrega fue volverla mucho más grande, ajustar las habilidades y dar a los jugadores una razón para rescatar a la princesa. El misterio es lo que te mueve a viajar kilómetros, ya sea a pie, a caballo o con algún vehículo que hayas creado.

The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom
Fuente: Nintendo

Ahora, el problema de Tears, así como de Breath, es que es un juego de momentos, no es que sea una rueda que esté en constante movimiento. Dependiendo de cómo el jugador descubra cosas, pues la experiencia se puede pausar o, en su defecto, te cansa y lo abandonas.

Vamos, las cosas que hacen grande a estos dos juegos también pueden ser su mayor debilidad, porque también te llegan a sofocar y aburrir si es que, por error, te pierdes y ya no sabes ni qué hacer para sacar adelante la aventura.

¿Deberías comprar The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom?

Nintendo es practico en su manera de ser y de ejecutarse, su prioridad será el gameplay y que este sea siempre lo más divertido posible. Ellos ponen el entretenimiento en primer plano y quieren que cuando juegues alguno de sus títulos tengas la experiencia más placentera, la que te haga sonreír y emocione. Lograr este precepto no es nada sencillo, pero ellos tienen la fórmula exitosa.

Fuente: Nintendo

The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom cuenta con los argumentos suficientes para ser un gran juego por sí solo. Las nuevas habilidades de Link cambian la forma en que este título se disfruta e incluso el mundo se siente mucho más abierto que en Breath of the Wild, lo malo es que, en varios momentos, los escenarios se sienten vacíos y no aportan gran cosa a la aventura. Los santuarios te ponen a pensar mucho más, las batallas con los jefes son memorables y el juego te invita a ser valiente en cada momento, porque en esta ocasión, la meta es mucho más clara, aunque no por eso, más sencilla.

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Jugamos The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom con un código proporcionado por un representante de Nintendo en nuestra región.

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