El nuevo título de FromSoftware es una gran apuesta para ganar el Juego del Año
El lanzamiento de Sekiro: Shadows Die Twice ha sido uno de los más esperados de este año. Desde Dark Souls III, no habíamos recibido un nuevo título como tal de FromSoftware. Ahora, con Activision, la compañía nos regala un juego con una calidad que supera las expectativas.
Para comenzar a empaparnos del tema, tendrás que trasladarte a la historia antigua de Japón donde los samuráis y los “shinobi” o ninjas estaban en su época de gloria. Espionaje, guerra y espadas japonesas es todo lo que involucra la trama de Sekiro. La compañía se aventuró a probar cosas nuevas y brindarnos una historia original y muy distinta a lo que habíamos visto hasta ahora.
Demon Soul’s, Bloodborne y Dark Souls son algunos ejemplos de lo que FromSoftware ha hecho y todos son grandiosos. La desarrolladora japonesa siempre se ha caracterizado por una jugabilidad hardcore donde morir cientos de veces y perderte por un sinfín de caminos es el platillo principal. Aunque suene pesado, es una fórmula que ha funcionado y muchos fans han caído en las redes de este estilo de juego.
Aún con todo esto, FromSoftware ha decidido arriesgarse, tomar lo mejor de sus entregas pasadas y llevarlas a un nivel que no creí que pudieran llegar. Sekiro: Shadows Die Twice no solo es una historia totalmente distinta a lo que estábamos acostumbrados, también mejora la jugabilidad al punto que se vuelve artístico en algunos momentos.
Acompáñame en este viaje para analizar todo lo que Sekiro: Shadows Die Twice tiene por ofrecernos y la maravilla que FromSoftware y Activision crearon para nosotros.
Wolf, El Heredero Celestial y un mundo lleno de espadas y shurikens
Sekiro: Shadows Die Twice nos ubica en la era Sengoku, en el año 1500 donde los samuráis se enfrentaban y arriesgaban su vida con cada paso que daban.
La trama nos presenta a Wolf, shinobi que pierde a sus padres cuando era un niño y es rescatado por un hombre apodado Owl, quien se convertirá en su padre adoptivo y cuidará de él hasta su etapa adulta.
Wolf tiene una sola misión: proteger a su maestro con la vida si es necesario. Este maestro es un niño el cual tiene un don en su sangre que te ayudará en tu difícil camino. Por esta cualidad, el pequeño es capturado por el clan Ashina, quien planea utilizar a su favor la sangre del heredero.
Durante una serie de arduos combates, tendrás que buscar la manera de recuperarlo y protegerlo de los enemigos. Recordemos que estamos hablando de FromSoftware, por lo que te esperan jefes y mini jefes que seguro te darán más de un dolor de cabeza.
No te contaré más para que tú mismo te adentres al hermoso y peligroso mundo de Wolf y el clan Ashina. Con ayuda de un brazo prostético, tendrás que explorar varios caminos para encontrar a tu maestro y proseguir con tu misión de vida, mientras claro, vas descubriendo otros aspectos involucrados en el contexto además del heredero celestial.
La historia de Sekiro: Shadows Die Twice se siente mucho mejor formada que las entregas anteriores de la compañía. Mientras que en Dark Souls la historia se desarrolla a través de descripciones de objetos en el juego, en Sekiro sí vas a encontrar una serie de cinemáticas que te dejan mucho más claro el contexto en el que te estás involucrando.
Esto es un gran punto a favor para FromSoftware y Activision, sobre todo porque es una fórmula de contar una historia nueva para la desarrolladora y el resultado ha salido magnífico. Las cinemáticas tienen una gran calidad en su apartado visual y el crecimiento que tienen los personajes se siente progresivo e interesante.
La nueva manera de contar una historia por parte de FromSoftware es un deleite audiovisual que tienes que vivir. Los personajes van tomando fuerza e interés mientras avanzas y te enganchas hasta el punto que ya no puedes dejar de jugar.
De hecho, el desarrollo de algunos personajes resulta realmente fascinante y terminas teniendo una idea totalmente distinta de ellos. Es muy gratificante adentrarte poco a poco en la historia y conocer rostros que seguramente no podrás olvidar en un buen rato.
Hay veces que por estar atorado mucho tiempo en un jefe, lo cual te pasará eventualmente, puedes perder un poco el hilo de la historia. No llega a afectar del todo la experiencia, pero sí es un factor que puede sentirse en ciertos puntos y un poco más cuando avanzas en el juego.
De ahí en fuera, la historia de Sekiro es fresca, original y sumamente interesante, llevándonos a un mundo que no ha sido explotado tanto en otras franquicias. La idea de tomar el concepto de los samuráis y shinobis en un título es de lo más atractivo, además de la increíble adaptación del juego en la era Sengoku de Japón.
Un combate sencillo de aprender pero difícil de dominar
La jugabilidad de Sekiro: Shadows Die Twice es ágil, intensa y placentera. Como podrás imaginar, el juego respeta la esencia pura de FromSoftware, detalle que agradezco. A pesar de que llega a ser muy frustrante, el sistema de combate es rápido y lo puedes aprender fácil, pero dominar todas las habilidades se convierte en un verdadero reto cuando llegas a un jefe.
Este título tiene, muy por encima, el mejor combate de entre todos los juegos que FromSoftware ha lanzado en otras ocasiones. El uso de espadas japonesas en combinación con el brazo prostético de Wolf y la dificultad de los enemigos, hacen que Sekiro sea un viaje auténtico donde la satisfacción después de una difícil batalla se siente en cada centímetro de tu piel.
De antemano te digo que no será nada fácil. Si ya estás familiarizado con el estilo de FromSoftware probablemente domines las habilidades más rápido, pero si no eres muy adepto a la saga Souls o Bloodborne te aseguro que este juego te va a dar pesadillas y muchos dolores de cabeza.
En lo personal yo nunca fui de la audiencia que busca la compañía, por lo que algunos jefes, sobre todo al inicio, me costaron mucho trabajo y me vi obligada a dominar cada habilidad del personaje antes de poder enfrentarme a enemigos ridículamente rotos. Por esto, no logré disfrutar del todo la experiencia ya que aunque para eso están hechos estos títulos, morí tantas veces al principio que me dieron ganas de llorar.
Lo bueno, es que una vez que abrazas al personaje, te relajas y te concentras. Caes en cuenta que las batallas no solo son un momento donde necesitas tus cinco sentidos, sino que comienzas a disfrutar del combate.
Hay jefes como Lady Butterfly que cuentan con habilidades tan refinadas y delicadas que, en varios momentos, sentí que estábamos haciendo algún tipo de danza artística la cual requiere de tus mejores movimientos para que salga a la perfección. Siendo realista, realizar ataques y defensas perfectas es sumamente difícil.
Esto me lleva a otro punto más que quiero tocar. En Sekiro cuentas con un sistema de ataque/defensa muy estilizado y ágil, pero por muy rápido que te parezca hacer un counter al enemigo puede llegar a ser más complicado de lo que crees pues requiere de extrema precisión .
Realizar el bloqueo en el momento exacto es algo que requiere mucha práctica y toda tu atención en lo que estás haciendo.
El sistema para subir de nivel tus habilidades, vida y fuerza se sienten fluidos y no interrumpen nunca con la experiencia de juego. En las estatuas de guardado, además de respirar unos minutos antes de la acción, tendrás disponible una lista de aspectos que puedes subir de nivel como el ataque y los atributos físicos de Wolf. No solo vas a poder hacer esto, también te servirá para comprar emblemas espirituales y poder usar los diferentes artefactos de tu brazo prostético.
Porque para FromSoftware nunca es suficientemente difícil, también encontrarás el Unseen Aid. Debes tener mucho cuidado con esto, pues mientras más mueras más porcentaje tendrás y mientras esto suba, el juego te va a quitar más recursos la próxima vez que vuelvas a morir. Con esto, el juego te obliga a ser muy cuidadoso con tus batallas y cuidar que tu Unseen Aid no suba mucho, pues sí duele que juntes monedas y te las quiten casi todas en cuestion de 4 o 5 muertes.
Esto del dinero es bastante importante, más de lo que crees. Con él no solo compras los emblemas espirituales, cuando llegues después de un rato de batallas con el escultor que te ayudó a que el brazo prostético funcionara, podrás subir de nivel tus artefactos a cambio de monedas y no, no son baratos.
Si eres fan de FromSoftware seguramente estarás encantado con la jugabilidad de Sekiro y sí, en la jugabilidad es donde más se siente la esencia de la compañía. No es que este mal, pero si no estás acostumbrado en serio, te vas a frustrar demasiado y puede que pases de disfrutarlo a odiarlo con todo tu ser. No te preocupes, luego de un buen monto considerable de muertes, te aseguro que dominarás el juego y comenzarás a enamorarte de él.
Para terminar, durante todo tu trayecto y exploración encontrarás pequeñas bolsas repartidas que te darán diferentes objetos. Con ellos puedes aumentar por un tiempo limitado tu sigilo, poder de ataque, defensa y mucho más cosas que tendrás que detenerte a leer para que no lo uses mal. Los objetos más poderosos y útiles están muy limitados, por eso te recomiendo que no cometas mi error y guardes bien tu arsenal de cosas para que no sufras tanto con los jefes y mini jefes.
El sistema de tener varios caminos disponibles, unos más visibles que otros, sigue siendo el atractivo del juego. Sobre todo porque no tienes un mapa en el cual puedas analizar cada esquina y marcar en tu mapa la locación que no has explorado. Puede llegar a ser un dolor de cabeza no ver por donde ya pasaste pero es la magia de este tipo de títulos, que tú solito vayas formando tu camino, aunque eso signifique que de repente te vayas a zonas mucho más complicadas que otras como fue mi caso.
Un aspecto muy fuerte que tengo que recalcar y que me dejó realmente impresionada fue la inteligencia artificial de los enemigos. Si bien los de menor nivel tienen un mismo patrón de movimientos, los jefes son una historia muy diferente.
Aunque te aprendas los ataques de tu oponente nunca los realizará en el mismo orden, por lo que debes estar alerta todo el tiempo. Varias veces me pasó que por confiarme, el enemigo realizaba una habilidad diferente que te sale una vez cada cuanto y te saca de tu balance y eso me pareció esplendido. Al no ser predecibles, los combates se vuelven una experiencia mucho más emocionante y retadora que te da mayor satisfacción una vez logras derrotarlos.
Calidad gráfica nunca antes vista de FromSoftware
El aspecto gráfico de Sekiro: Shadows Die Twice es un deleite y algo que nunca has visto de la desarrolladora. A diferencia de sus títulos anteriores, en este juego los escenarios están mucho más coloridos haciéndote sentir que estás en un lugar lleno de vida.
Claro, todo está basado en el Japón de la era Sengoku y por lo mismo verás muchos árboles de cerezos, dojos y muchos más aspectos del país oriental en esa época. Se nota que la compañía estudió a fondo toda la cultura del país para traernos una representación lo más apegada a la realidad posible y lo lograron muy bien.
La progresión gráfica que tuvo del 2018 a ahora es impresionante, haciendo obvio el duro trabajo que FromSoftware puso en cada segundo. El nivel de detalle de los escenarios, personajes, combate y cinemáticas denota una calidad impecable en todo momento.
El diseño de jefes es lo mejor del juego, con un aspecto a veces terrorífico que nos recuerda un poco a Souls y otras veces se hacen notar tan imponentes que te da miedo entrar a combatir. El único detalle que tengo para señalar es que el diseño de escenarios puede llegar a sentirse repetitivo luego de una buena cantidad de horas.
No es que sea malo, FromSoftware siempre ha tenido este tipo de escenarios que se ven casi iguales pero cambian en pequeños detalles que, si no estás poniendo tu 100% de atención, te puedes llegar a confundir bastante rápido perdiendo tu camino y pronto te verás dando vueltas en los mismos lugares sin encontrar el siguiente camino a explorar.
Aún con todo, Sekiro está mucho más definido que la saga de Souls donde perderte en la inmensidad de sus laberintos y que se te caiga el cabello de estrés en el proceso. En este nuevo título el mundo de Wolf se va abriendo a medida que avanzas, así que en un inicio podrás recorrer dos o tres caminos, pero ya que lleves un buen pedazo empezarás a sentir como los caminos son más y el mundo es cada vez más amplio.
Este aspecto está muy bien llevado, ya que en vez de darte un golpe directo y perderte por horas en la inmensidad, de nuevo Sekiro te va llevando de la mano y ya que te vayas familiarizando te irá soltando para que ahora si te pierdas en este bello mundo, pero logrando un sentimiento muy satisfactorio donde disfrutas cada camino mientras esperas al siguiente imponente jefe.
En el sentido de FPS y bugs, en la versión de PlayStation 4 que yo probé no se me presentaron defectos de ningún tipo. Si te atoras en un lugar siempre tienes manera de salir y no, no puedes hacer el viejo truco de atorar a un jefe en alguna parte porque está tan bien hecho que nunca va a pasar.
Un soundtrack excelente, pero que pudo ser mejor
La banda sonora de Sekiro: Shadows Die Twice va muy bien con el juego. En zonas “tranquilas” donde el juego está enfocado en la exploración, búsqueda de objetos y la eliminación de los enemigos de nivel más bajo la música es tranquila, dándote una sensación de intriga pero al mismo tiempo paz luego de haber batallado durante horas con un jefe.
El soundtrack en los mini jefes y jefes es un deleite total, logra clavarte de lleno en la batalla y te hace sentir toda la tensión que deberías en el momento. Esto fue un toque mágico que agradecí enormemente a FromSoftware, ya que últimamente no había probado juegos que tuvieran un soundtrack tan imersivo que no pueda sacármelo de la cabeza por varios días.
El único problema, es que algunas veces se siente repetitivo y más considerando que vas a morir interminablemente. Los jefes más importantes tienen un soundtrack distinto a los demás y es la pieza más épica que vas a escuchar, pero luego de varias derrotas pierde esa chispa que al principio te tenía vuelto loco.
Fuera de este pequeño detalle, la banda sonora de Sekiro: Shadows Die Twice es sublime y una de las mejores que ha hecho la desarrolladora hasta ahora.
Con esto, concluyo con un sentimiento de admiración ante tremenda joya que FromSoftware junto con Activision nos regalaron. No cabe duda que ambas compañías lograron destrozar barreras y demostrarnos que, aún con la complicada jugabilidad del título, se puede llevar una historia y un sistema de combate a nuevos niveles.
Sekiro: Shadows Die Twice se posiciona como uno de los mejores en la actualidad y es una gran apuesta a ser Juego del Año en The Game Awards 2019. Aún si no llegara a ganarlo, tiene grandes posibilidades de ganar numerosas nominaciones al tener una calidad impecable en casi todos los aspectos.
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Te recuerdo que Sekiro: Shadows Die Twice está disponible desde el 22 de marzo para PlayStation 4, Xbox One y PC. Si te gustan los retos, una historia muy atractiva y un sistema de combate excepcional, este juego tiene que estar en tus manos pronto.