Los dueños de un Nintendo Switch deberían estar agradecidos por recibir tantos juegos de Final Fantasy
Desde el lanzamiento de su inmortalizada séptima entrega numerada, Final Fantasy comenzó una nueva etapa de madurez después de afianzarse como una de las franquicias en la historia de los videojuegos.
Los sprites de 8 y 16 bits habían quedado en el pasado y desde los 32 predominaron los diseños de personaje de Tetsuya Nomura. La música seguía bajo la supervisión de Nobuo Uematsu y la dirección de Hironobu Sakaguchi había quedado atrás y un nuevo equipo aportaba ideas frescas para el milenio que acababa de comenzar después de la llegada del PS2.
El salto tecnológico era inminente, obvio y esperado por todos pues había una diferencia abismal entre lo que podía ofrecer el PS2 y el PlayStation original. El Motion Engine más la calidad gráfica de Square eran la pareja ideal. De este matrimonio nació Final Fantasy X, un juego que se veía mejor, sonaba mejor, ya ofrecía actuaciones de voz y muchos ajustes en las mecánicas de combate sin dejar los elementos clásicos.
La calidad de su historia es debate de horas entre fans de la serie, especialmente porque unos la consideran nefastas y otros un acto rebelde contra el mismo cliché de siempre.
Trayendo de vuelta al clásico que maravilló a una generación
Es por todos conocido que más de la mitad de los juegos de PlayStation 2 envejecieron de una forma poco digna pues estaban pensados para ser reproducidos en un televisor con una resolución estándar. Cuando arribó la alta definición, apenas y algunos títulos lograban desplegarse en un aspecto de 480p.
Tanto Final Fantasy X como Final Fantasy X-2, los cuales ya se habían establecido como buenas entregas, se veían mal si las ponías en un PS3 con retrocompatibilidad y ni se diga en una pantalla plana.
Con el ánimo de otorgarles una nueva vida, Square Enix puso a sus mejores máquinas a renderizar en alta definición la serie de Final Fantasy X para que se viera más digna.
Sí, eran juegos de una generación previa, sin embargo, el salto tecnológico era amplio y son títulos que merecían una segunda oportunidad para ser disfrutados. ¿Hay una buena razón para caer en una base de usuarios distinta? Sí y es muy grande.
No tiene caso que Final Fantasy sea una exclusiva cuando hay tantas plataformas y cientos de miles de usuarios
Los remasters en alta definición de Final Fantasy VII y IX no son tan extraordinarios como pudiéramos imaginar. Los escenarios no se ven tan atractivos y la calidad solo se nota en el rendereo de los personajes.
Tanto Final Fantasy X como Final Fantasy X-2 eran una verdadera ventana de oportunidad para que Square Enix comenzara a perfeccionar el arte de la remasterización digital. Las versiones de consola de la historia de Yuna y Tidus no eran ningún reto, sin embargo, la de PlayStation Vita y Nintendo Switch sí lo son.
En su momento, la versión de PlayStation Vita mostraba una ligera inestabilidad en los cuadros por segundo, en el Nintendo Switch sucedía lo contrario, sólidos 30 cuadros por segundo que no requieren más pues se trata de un juego RPG por turnos.
Ahora, ¿qué hay del apartado visual? Vamos por partes, la primera versión portátil de Final Fantasy X y X-2 HD Remaster daba para una resolución de 960 x 544 pixeles, mientras que la del Nintendo Switch es de 1280 x 720 cuando se juega desde la tablet.
Obvio, la apariencia y movimiento de los personajes y objetos será superior en cada renglón cuando hablamos de la consola de la Gran N comparada con el último portátil de Sony. En desempeño, no hay queja, estas entregas de Final Fantasy tienen su lugar ideal en estas plataformas.
FFX/X-2 de Nintendo Switch contra PS3, PS2 y PS4
El desempeño del Nintendo Switch cuando está en su dock es distinto al de su modo portátil. Alcanzar los 1080p y una mejor renderización de los objetos no es una tarea complicada, sin embargo, tiene sus límites.
Podemos ver que las diferencias con PS3 y PS4 son mínimas, a final de cuentas, se trata de un remaster de la versión de un juego que salió hace muchos años. Incluso, si hablamos de un despliegue de colores la versión de Nintendo está a la par de las contrapartes de PlayStation.
Si nos ponemos a revisar con lupa cada una de las versiones de consola casera, podemos notar que la diferencia principal entre la versión de Final Fantasy X y Final Fantasy X-2 HD Remaster para Nintendo Switch y, por ejemplo, PS4, es en la calidad de la presentación del agua y los colores en la pantalla. Realmente la presentación se mantiene en el mismo estándar de calidad en todas las presentaciones del juego.
El valor real de Final Fantasy X / X-2 HD Remaster en Nintendo Switch
Final Fantasy X es un juego de una calidad comprobada, basta ver su promedio de 92 en Metacritic para entender que fue uno de los juegos más destacados en el PlayStation 2. En cambio, Final Fantasy X-2 parece una secuela un poco forzada, pero, no por eso, menos sólida o con errores, es solo que no está al mismo nivel que la primera entrega.
Ahora, vale la pena recalcar que Final Fantasy X/X-2 HD Remaster no es muy barato en Nintendo Switch. En Estados Unidos tiene un precio de 49.90 USD, 10 dólares menos que un juego nuevo cuando, tal vez, pudo tener un costo más económico.
Por otro lado, también debemos señalar que son dos juegos en un solo paquete, lo cual da un valor adicional, sin embargo, solo la primera entrega es física, la segunda es una descarga.
Si no llegaste a disfrutar esta historia en su momento en cualquiera de sus presentaciones pasadas, date la oportunidad, especialmente si la oferta te parece de verdad atractiva. Al menos, gracias a este juego, el Nintendo Switch se llena cada vez de mejores JRPG.