Es como si alguien dentro de Minecraft se hubiera puesto a hacer su propio Diablo para que todos pudieran jugarlo y disfrutarlo, a pesar de que se siente un poquito corto

A primera vista, Minecraft Dungeons parece un juego armado por un fan con mucho tiempo, sin embargo, con el paso del tiempo, observando cada detalle, te das cuenta de que es un proyecto hecho con cierto amor y cuidado, tratando de no ser pretencioso y ofreciendo una actitud propia.

Claro que no es una tarea sencilla, especialmente porque Minecraft Dungeons es un ‘dungeon crawler’ tipo Diablo donde vas de una misión a otra a solas o con algunos amigos enfrentando a varias olas de enemigos que en inicio parecen inofensivos, pero, conforme subes de nivel, se ponen mucho más pensados.

Ahora, a pesar de su entretenida apariencia, es un juego que peca de básico, incluso, parece que no quisieron complicarse la vida y lo dejaron como un título enfocado en la acción, dejando de lado los apartados RPG de los que gozan los más tradicionales dungeon crawlers que ya conocemos.

Con todo esto en mente, vamos a contarte si vale o no la pena que le des una oportunidad a Minecraft Dungeons, especialmente si lo que estás buscando es más un Diablo mucho más relajado.

Todo es culpa del malvado mago

Como buena historia trágica, Minecraft Dungeons recurre al tradicional arco narrativo donde un individuo que nunca era pelado por nadie, termina transformándose en una terrible amenaza para el reino. ¡Claro! Es un cliché, sin embargo, para eso son. Además, el chiste es que te metas de lleno en esta historia tan sencilla.

Después de conocer los planes de este malvado enemigo, te dispones a la aventura donde eliges primero a tu héroe y a través de un mapa que se expande poco a poco, te dispones a ir sorteando misiones en una aventura con vista asimétrica donde cada botón en una acción.

La historia no representa gran cosa muy a pesar de que las cortas cinemáticas entre cada misión tienen una buena narración y algo de misterio. A final de cuentas, el juego no intenta ofrecer algo que no es, así que no tiene caso ponerse tan exigentes en este apartado.

Con esto expuesto, no te vas a quedar jugando Minecraft Dungeons por el tema de la historia, las fortalezas del juego están en otros apartados y vale la pena exponerlos.

Minecraft Dungeons es fácil de disfrutar y es ahí donde brilla más

Tal como te lo comenté, el peso de Minecraft Dungeons no recae en su apartado narrativo sino en sus mecánicas de juego, especialmente porque tal vez sea la puerta que necesitabas abrir para entrarle a otros RPG de acción con una vista isométrica.

El primer detalle de estos juegos es la cámara que todo el tiempo está desde arriba, así que habrá ocasiones en que, en vez de ver a tu personaje, solo podrás apreciar su silueta cuando esté cubierta por una pared, árbol o cualquier otro objeto. Después tenemos la configuración de botones que es muy amigable cuando se trata de usar un control convencional.

Con los botones frontales selecciones habilidades, atacas con tu espada y ejecutas algunas magias. Lo más natural es dar rodadas con tu stick derecho o usar los gatillos para lanzar flechas. El problema viene cuando entras en la interfaz para mejorar tus estadísticas desde un control convencional. Tal vez desde el ratón y teclado se sienta mucho mejor.

Bajo este esquema de juego, Minecraft Dungeons se siente muy sencillo, no cae en torpezas y eso es bastante positivo. No vas a llegar al punto de decir ‘malditos controles, por eso perdí’, todo lo contrario, es un hecho que vas a poder disfrutar la experiencia de juego por eso.

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¿Demasiado corto?

En cada nivel de Minecraft Dungeons aspiras a explorar, matar decenas de enemigos para subir de nivel y mejorar tus estadísticas de personaje cambiando las tus espadas, arcos, armaduras y demás. También podrás buscar ítems, secretos y muchas cosas explorando de una esquina a otra para personalizar con profundidad a tu héroe.

El juego te lleva de la mano casi todo el tiempo, te dice por dónde ir, siempre con la opción de desviarte y así buscar hasta por debajo de los árboles algún artículo que haga la diferencia en la partida. Por otro lado, también está la opción de juntar algunas rupias que gastas en tu campamento para mejorar todo lo que tenga que ver con tus armas.

El objetivo de cada misión será escapar, no sin antes acabar con los enemigos que se pondrán en tu camino y – a veces – cumplir ciertos requisitos como liberar aldeanos o encontrar la llave que te sirve para seguir avanzando. El diseño de cada escenario es bastante digno, incluso muchas veces se sienten lo suficientemente largos como para dedicarles entre 20 y 40 minutos dependiendo la dificultad.

Si bien el ejercicio no se siente tan repetitivo, de pronto llegas al final del juego y sientes que Minecraft Dungeons se fue como agua entre los dedos. Claro que también hay un alto grado de reto y jugabilidad, pero, se siente un poco limitado. Ahora, el tiempo invertido se siente corto para los estándares de hoy en día, pero, eso hace 20 años hubiera sido suficiente.

Minecraft Dungeons daba para más

Vamos, Mojang nos tuvo acostumbrados a un tipo de juego y proyecto. Con Minecraft Dungeons se salieron de esa zona de confort para proponernos una historia dentro del mundo de su franquicia y así divertirnos de un modo mucho más sencillo, sin la necesidad de caer en sosas pretensiones que no nos llevan a ningún lado.

Ahora, su diseño de niveles es bastante digno, tiene detalles por todos lados y aprovecha la naturaleza de Minecraft para tener un mundo fantástico, lleno de detalle y entretenido en todos los niveles. El problema principal recae en, precisamente, la duración.

Antes de caer en la compra directa en PC o Xbox One, lo mejor que puedes hacer es darle una revisada primero a través de Xbox Game Pass, luego, si realmente te gusta, adquiérelo para que sea parte de tu librería. Ahora, si lo vas a jugar en otras plataformas, espera una buena oferta, no te vas a arrepentir.

Esta reseña fue realizada con un código de PC que nos proporcionó Microsoft