Homefront: The Revolution es la más que obstaculizada secuela del Homefront original que finalmente podemos tener en nuestras manos y que presenta una propuesta un tanto diferente en el género de los FPS
¿QUÉ ES?: First Person Shooter de mundo abierto
¿A QUIÉN VA DIRIGIDO?: A quien busque alternativas a COD
CURVA DE APRENDIZAJE: Alta
MULTIPLAYER: Si
DESARROLLADOR: Dambuster Studios
PUBLICA: Deep Silver
FECHA DE LANZAMIENTO: 17 de mayo de 2016
PRECIO: $59.99 USD (Steam)
RESEÑADO EN: PC
Muchos de nosotros conocemos ya el clásico Homefront, que en su época fue desarrollado por THQ, una casa desarrolladora que en el 2013 fuera declarada en bancarrota. En aquellas épocas, THQ ya estaba en proceso de producción de esta secuela, pero debido a su situación terminó por venderle los derechos a Crytek. Crytek Retomó el proyecto tomando el gameplay lineal que se estaba manejando y lo transformó en un juego de mundo abierto. Sin embargo, Crytek también tuvo problemas financieros y terminó vendiendo tanto la licencia como al desarrollador a Deep Silver, quien se renombrara a sí mismo como Dambuster y finalmente terminara el juego que el día de hoy tenemos ya en nuestras manos.
Como verás, el desarrollo de este título ha estado sumamente lastimado, pasando de mano en mano, cambiando de conceptos e ideas hasta finalmente encontrarnos con un producto que se siente así, como una mezcla de varias ideas, conceptos y géneros. Te explicaremos porqué.
Empecemos por la historia. En un futuro no muy lejano, Corea del Norte ha invadido y controlado a Estados Unidos. Se ha instaurado un nuevo régimen de gobierno totalitarista en el que el pueblo vive con temor. Cualquier intento de rebelión es rápidamente suprimido con violencia. La ocupación norcoreana, sin embargo, se ve amenazada por un grupo de extremistas opositores liderados por Benjamin Walker “La Voz de la Libertad”. Tú eres Ethan Brady, un nuevo miembro de la resistencia cuya célula espera una visita de Walker, sin embargo, antes de que la reunión pueda llevarse a cabo, una emboscada coreana captura a todos los miembros de la célula rebelde. Logras escapar, sólo para descubrir que días después capturan a Walker, el último líder de la resistencia. Tu deber es, por supuesto, encontrar la manera de liberarlo de las garras norcoreanas y llevar a cabo la liberación de Estados Unidos.
Lo sabemos, la historia no es del todo original, pero aún así, logra mantenerse interesante por un rato. Y cuando digo por un rato, es literal: parece que tu personaje, Ethan Brady, no tiene la menor injerencia en los sucesos que ponen en marcha la trama del título. Tú sólo eres una especie de peón que sigue órdenes, hace de mandadero de muchos otros personajes y ocasionalmente planea por cuenta propia sus propios ataques.
Ahora, no te confundas. Homefront: The Revolution no es ningún COD. Si lo que buscas es un título donde puedas tomar la primer arma que te encuentres y comenzar a limpiar el mapa de cuanto enemigo tengas a la vista, con Homefront: The Revolution te estarás equivocando. Este título está construido de tal suerte que ni tus municiones, ni tu habilidad, ni tus armas sean suficientes para limpiar el mapa por cuenta propia. Si algo logra bien Homefront: The Revolution es crear las dinámicas necesarias para realmente hacerte sentir parte de una resistencia. Las municiones y las armas serán escasas. Si intentas acabar con un grupo de enemigos de frente y sin pensar y seguramente terminarás siendo acorralado por todos los flancos mientras las alarmas suenan y más enemigos te rodean. Recuerda: estás luchando contra el ejército de una nación completa y tú apenas formas parte de una pequeña célula rebelde. Toma tiempo acostumbrarte a esta nueva dinámica, ajustarte a los mapas tan abiertos donde las amenazas acechan en todas direcciones. Homefront: The Revolution pretende que te conduzcas como eso, como un simple hombre con cero posibilidades de sobrevivir si intenta levantar una guerra frente a frente contra el poderío del ejército. Tus probabilidades de éxito se encontrarán en la sorpresa, en la infiltración, en el sabotaje, en la capacidad que tengas de aprovechar la magnitud de los mapas y el carácter de mundo abierto del entorno para planear y ejecutar un ataque rápido e inmediatamente retirarse. Ésta dinámica será una constante a lo largo de todo el juego.
Escoge bien tus peleas. No todas valen la pena.
El juego se lleva a cabo en mapas tremendamente grandes, generalmente con un objetivo primario y numerosos sidequests que podrás completar. Estos incluyen la liberación de una base enemiga, encontrar diversos ítems para varios personajes (el clásico “ve, corre y tráeme…”) o llegar a cierto punto en un tiempo límite, etc. El cumplimiento de estas misiones secundarias irá reduciendo la presencia enemiga en el mapa e incrementará la el poder de la Resistencia poco a poco, ganando así más terreno.
Si llegaste a jugar Dead Island, Homefront: The Revolution se sentirá muy familiar. De pronto da la sensación de que es el mismo juego, pero en un ambiente de guerrilla en lugar de zombies. Ambos cuentan con un sin fin de personajes secundarios que te pedirán que vayas a conseguirles cosas a lugares sumamente peligrosos, ambos cuentan con la posibilidad de ir a donde gustes en el momento que gustes y de completar -o no- los sidequests en el momento que más te plazca, y esa constante sensación de que los enemigos son mucho más fuertes y numerosos que tú, tener que salir huyendo en lugar de pelear si lo que quieres es sobrevivir son mecánicas que hacen muy similares ambos juegos y estarán presentes a lo largo de tu aventura en Homefront: The Revolution.
Otras mecánicas interesantes y que comienzan a darle una personalidad propia y única al título son, en primer lugar, la capacidad de reclutar miembros de la rebelión para que luchen hombro con hombro junto a ti. Es decir, una vez que liberes bases enemigas, la rebelión las ocupará como centro de control y mando. Una vez con la base en tu poder, diversos miembros de la rebelión estarán ahí vigilando la base. Lo divertido del asunto es que podrás pedirles que te acompañen a donde sea que pretendas dirigirte (pudiendo reclutar hasta 5 rebeldes de manera simultánea) que serán de muchísima ayuda en un mapa de 360 grados donde mantener un frente es casi imposible. La otra es la posibilidad de poder desplazarte por los mapas montado en una motocicleta a toda velocidad, aunque claro, nada alerta más a los enemigos que un sujeto a toda velocidad pasando por zonas prohibidas. Aún así, resulta muy divertido.
El juego se desarrolla básicamente en dos áreas generales: las zonas amarillas y las zonas rojas. Las zonas rojas son áreas donde reina el caos y la anarquía y podrás enfrentarte a los enemigos a placer. Sin embargo, las zonas amarillas son las zonas “habitadas” del título donde encontrarás civiles e integrantes de la milicia por igual, pero todos conviviendo de una manera “pacífica”. Tu labor aquí será incitar a los civiles a que se levanten en armas para liberar el área. Esto se logra con diversas actividades como deshabilitar las bocinas con propaganda norcoreana, saboteando bodegas de suministros, cambiar de frecuencia algunos radios, etc. Sin embargo, no es tan divertido como suena y llega a ser bastante tedioso por lo repetitivo que puede llegar a sentirse, además de la necesidad de tener que ser cauteloso y evitar la línea de visión de los enemigos para no estropear tus avances.
También, como ya es costumbre en títulos de esta índole, tendremos la posibilidad de personalizar cada una de las armas del juego: agregar miras especializadas, clips que soportan mayor número de municiones, aumentar el poder de daño, etc. Para realizar esto, necesitarás buscar las partes y piezas necesarias en la basura que vayas encontrando a lo largo del juego (algo parecido a lo ya visto en Fallout 4, o, nuevamente, en Dead Island). Una vez que hayas conseguido las preciadas partes, deberás regresar a la base principal de la rebelión donde en un taller especializado podrás realizar los cambios que desees.
Gráficamente hablando estamos delante de un título pulido, pero con inconsistencias en cuanto a desempeño. Por un lado las texturas, los efectos de luz, las animaciones y modelado de los personajes son increíblemente agradables y convincentes. Y por el otro, tenemos un framerate sumamente inconsistente, que puede ir desde los 60 hasta los 15-10 fps en un segundo sin razón aparente. Aunque son pocos los momentos donde esto sucede, llega a ser bastante molesto que a la mitad de un enfrentamiento importante el framerate se vaya en picada haciendo que pierdas el control de la situación y termines o muerto o huyendo de una situación donde tenías clara ventaja. La dificultad de un juego debe depender de la habilidad del jugador y la experiencia que vaya adquiriendo gracias a las contantes partidas dentro del título, no debido a problemas técnicos que mermen la experiencia y que hagan que te desconectes de la ficción que tienes delante de tus ojos.
El sonido en general es bastante bueno, la actuación de voz debo decir que me dejó sorprendido. Los ambientes sonoros están muy bien trabajado y se nota atención al detalle, desde los vehículos, los pasos, las atmósferas tanto de los espacios cerrados como de los abiertos; todo está debidamente construido, ayuda a la inmersión del juego y resulta agradable de escuchar.
En conclusión, Homefront: The Revolution es un título que no es malo, pero tampoco es espectacular. Simplemente se siente como una combinación de géneros que no terminaron de cuajar en conjunto. Se sienten todas las dificultades por las que pasó este título para su lanzamiento: la historia es floja, la característica de mundo abierto, que era muy importante no resultó ser aprovechada del todo y esto, aunado a unas cuantas fallas técnicas hacen de Homefront: The Revolution un título que valdría la pena ver más a fondo si lo que buscas es un FPS con una temática y mecánicas diferentes a todo lo ya establecido, y aún así, tendrás que ser muy paciente para acostumbrarte a él y poder disfrutarlo.
PROS:
+ Mecánicas innovadoras
+ La actuación de voz, así como el diseño sonoro, es digno de rescatarse
+ Gráficos llamativos
CONTRAS:
-Historia poco llamativa
-Personaje principal sin el mayor atractivo
-Inconsistente en su desempeño
-La mezcla de mecánicas y géneros puede resultar tanto abrumadora como aburrida