El Instituto de Investigación de Japón (JRI) publicó en línea un análisis en el cual lista los principales problemas que afectan a la industria del anime en este país, y por medio de este urgió al gobierno nipón a intervenir para resolverlos.
Estos coinciden con los que veteranos de la animación han comentado una y otra vez. En especial el relacionado a los salarios extremadamente bajos que tienen los animadores. Es algo que no puede dejarse de lado.
El reporte destaca el alto consumo que existe del anime en el extranjero y que es posible que pueda expandirse mucho más.
Es por lo que es necesario aumentar la producción pero con producciones de calidad, y para hacer eso no solo debe haber más trabajadores, sino que sean mejores.
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Pero la mala paga está arruinando esto. El 25% de los nuevos animadores abandonan su labor dentro de cuatro años, y un 68% lo hace en sus primeros ocho.
Los sueldos en la producción de anime, que son más bajos que en otras industrias, no permiten que mantengan su forma de vida.
Si trabajan como freelancers o independientes y llegan a enfermar o no pueden seguir con su labor, tienen más riesgo de caer en la pobreza.
Pero también hay otros factores que llegan a afectarlos, y es que trabajan largas jornadas sin descanso, además de que en algunos casos no tienen las habilidades técnicas necesarias.
El estudio señala que los animadores no solo vean aumentados sus sueldos, sino que formen un sindicato a semejanza de otros países.
Eso es necesario para que haya límites en horas trabajadas, bajas sanitarias, días festivos, beneficios de salud y otros factores.
El Instituto de Investigación de Japón señala que las compañías igual deben entrenar a sus animadores, y que los estudios reciban hasta un 30% de las ganancias de sus producciones.
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