No importa si se trata de una serie de hace más de tres décadas o reciente, el anime expone violencia contra las mujeres y no parece que vaya a cambiar pronto
La lucha social en pos de los derechos para la mujer está marcando precedentes a nivel mundial.
Sin embargo, esta lucha debe enfrentarse a la normalización de la violencia con la que hemos crecido y hemos adoptado como parte del estándar social.
Japón es uno de los países que más sufre de misoginia. Así como lo definiría Amarty Sen en su ensayo sobre desigualdad de género: La desigualdad de natalidad marca una mujer al nacer como mujer. Estamos hablando de un país que desarrolla estigmas sociales y no presenta las mismas oportunidades básicas o especiales para las mujeres a favor de los hombres.
¿En qué nos afecta al resto del mundo? Japón es una potencia mundial en el mundo del entretenimiento y la tecnología. Lo hemos visto desarrollarse en la industria de los videojuegos y el anime. Estamos expuestos a su visión política en el momento en que representan a una mujer en los videojuegos.
Sí. Ese trofeo que obtuviste por mirar los calzones de una protagonista, eso es violencia de género lindado a la política de un país que no presenta las mismas oportunidades para todos.
Aquí te presentamos una lista de animes que nos han inculcado la violencia de género desde nuestra infancia y que hoy en día seguimos popularizando como algo cotidiano. El análisis se propondrá desde una perspectiva superficial, promoviendo el análisis interno personal.
Seven Deadly Sins/ Nanatsu no Taizai
Esta popular serie de Netflix está basada en la obra en manga de Nakaba Suzuki y su violencia hacía las mujeres es expuesta de un modo muy claro.
Elizabeth Liones es, argumentalmente, el punto de anclaje de los Siete Pecados Capitales. Sin embargo, a pesar de que escapó de la opresión a la que se veía sometida en el castillo como princesa, se ve expuesta al personaje principal quien de forma rutinaria busca acosarla.
No. No se ve justificado por ninguna leyenda o lazo místico que ellos relacionan. La forma en la que Meliodas levanta su falda para ver su ropa interior, por ejemplo, su impotencia al no poder hacer nada y su necesidad de realizar este viaje la pinta como una mujer sumisa que desarrolla sentimientos por un hombre que la expone de manera constante.
Dragon Ball
La famosa obra de Akira Toriyama ha tenido enormes deslices por la forma en que expone y trata a sus personajes femeninos.
Desde la primera parte de la saga en donde el Maestro Roshi acosa a una joven Bulma y busca ver su ropa interior a toda costa. Podría ocasionarnos algunas risas ver como ella se defiende en la medida de lo posible y cómo le sangra la nariz al viejo, pero es una situación que reflejada en la vida cotidiana se califica como acoso sexual.
De igual forma, los peleadores se ven limitados a la fuerza del hombre. Las mujeres que buscan destacar se ven limitadas en el campo de batalla al no desarrollar la fuerza que sus contrapartes masculinas.
Por ejemplo: Chi-Chi, después de ser la mujer más fuerte del mundo se limita a los quéhaceres y su aventura es criar a dos hijos en la ausencia del padre.
Videl es una joven que busca desarrollar sus poderes humanos para poder defender a la humanidad. Sin embargo, la humillación a manos de Spopovich marca al personaje y se convierte en la compañera de Gohan.
Por suerte, en Dragon Ball Super se intenta corregir este tipo de limitados tropos con la introducción de Ribrianne, Kale y Caulifla; así como una mayor oportunidad para Androide #18 quien se había convertido en esposa y dejó de luchar.
Saint Seiya
Masami Kurumada logró crear un manga que enaltecía la mitología de las culturas antiguas representada por Dioses en guerra y jóvenes luchando.
Sin embargo, el delimitar a los pocos personajes femeninos como personajes de soporte; entre los que destacan: Marin de Águila, Shaina de Cobra, June de Camaleón y Tethis de Sirena.
El papel de la Diosa Athena, representada por Saori Kido, se ve delimitado por el clásico tropo de ‘La princesa en apuros‘, que no permite la evolución del personaje y se le otorga una minúscula oportunidad hasta su enfrentamiento en contra de Hades, en donde se ve auxiliada en gran medida por sus caballeros.
La leyenda de las caballeras las obliga a cubrirse el rostro en frente de los caballeros para cubrir sus facciones femeninas y representarse como una figura oculta.
La evolución de la franquicia nos ha permitido incluir a más mujeres como representates de constelaciones. Desde Lost Canvas, que nació como un spin-off, presentando a Yuzuriha de Grulla y con Saintia Sho que muestra a la guardia personal de Athena como un quinteto de caballeras.
HighSchool of the Dead
La obra de Daisuke Sato nos entregó grandes escenas de acción con una animación impecable. Sin embargo, la representación del cuerpo femenino y sus continuos deslices para perder la ropa nos entrega una obra que podría deslumbrarnos por su narrativa pero que opta por exhibir a los personajes femeninos.
Cuando el presupuesto de las coreografías se basa en la mobilidad de los senos de las protagonistas, cuyas físicas son irreales y deciden moverse como gelatina por cada movimiento, sabes que existe un problema.
De igual forma, los continuos enfoques a la ropa interior de las mujeres y la super exposición de su figura normalizan y enaltecen este tipo de actitudes.
Citrus y sus tóxicas relaciones que terminan en violencia
Muchos estuvimos de acuerdo que, aunado a los éxitos que el género del yaoi nos ha entregado en últimos años, un anime yuri también podría deslumbrar la relación entre dos mujeres.
Sin embargo, la obra de Citrus del artista Saburouta nos trae la normalización de una relación tóxica entre dos mujeres.
En primer instancia tenemos la relación entre hermanastras de Yuzu y Mei. Sin embargo, se ve ensimismado en una lucha de poder entre el hogar y el desenvolvimiento escolar. Su relación alcanza niveles de posesión e, incluso, de actos sexual sin el mutuo consentimiento de la otra parte de la relación.
Los actos de machismo y de posesión no se limitan a los hombres. Es un estigma social que está en todos nosotros e incluso las mujeres lo pueden desarrollar entre sus congéneres.
Chobits
CLAMP es un grupo de escritoras de manga que han marcado la infancia de muchos de nosotros. Sin embargo, entre la ternura de Sakura y la valentía de Las Guerreras Mágicas, Chobits nos presenta un mundo diferente.
Un mundo que se ve ensimismado en la compra de androides para la realización de tareas laborales o domésticas. Mujeres en cuerpo que sirven a otros en tareas básicas como la limpieza del hogar, contestación telefónica o agendas laborales.
Las persocon, estas computadoras personales, sólo incluyen figuras femeninas. Podríamos discutir el hecho de que cada una tiene un propio botón de encendido, pero la serie se concentra en Chii, una persocon especial que puede desarrollar sentimientos y cuyo botón de encendido se encuentra en su aparato sexual.
Ejemplos como estos hay demasiados dentro de la animación japonesa. En muchas ocasiones lo rebajamos como un humor simple, una pequeña carcajada que deleita las escenas de acción.
Sin embargo, como en muchas otras ocasiones, hablamos de cómo estas actitudes se pueden normalizar. Más allá de decir: ‘Sólo lo ven niños, no lo entienden.‘
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Violencia de género y los problemas que acarrea
Estamos ante un proceso de cambio de perspectiva social. Los niños lo entienden, lo toman y procuran las conductas. Enaltecer la agresión sexual, sea mirar los calzones de la compañera, como sufrirá Elizabeth; o delegar los quehaceres domésticos como una Persocon.
Dentro de este ejercicio de introspección, te recomendamos ver el vídeo ‘Me Me Me!‘ que es un cortometraje de animación presentado en Japón. Más allá del erotismo y la sensualidad del vídeo, nos presenta el mensaje de cómo los personajes femeninos desvirtuan la concepción de la mujer para los fanáticos del anime.
No olvides dejar tu comentario, sea un trabajo de introspección o una discusión abierta.