El caso de Blizzard es ciertamente especial, porque es uno de los estudios de videojuegos más alabados y castigados en la historia de esta industria. Muchos de sus fans viven en una especie de pasado que jamás va a volver y otros la aceptan por lo que es ahora, porque los tiempos cambian. Diablo IV es el reflejo de esto, porque así como tienes que estar conectado para jugar, nunca se abandona el factor diversión y eso lo vimos en la beta (tanto cerrada hace meses como en la abierta hace unos poco).
Lo que fue posible apreciar en la beta de Diablo IV es que se suelta solo, te plantea la historia del regreso de Lilith, luego como unos aldeanos te apuñalan por la espalda después de que los ayudas y de ahí, como si aventaras una pelota en tobogán, todo se va narrando de una manera muy fluida, con todo y de que se trata de una experiencia de mundo abierto.
Los primeros dungeons, dependiendo de la clase, pueden ser realmente pesados y te invitan a que no te gastes las pociones y que aproveches bien tus habilidades y armas que vas descubriendo. Incluso, durante la última beta, Blizzard abrió la llave y el loot se puso muy bueno. Vamos, la experiencia es divertida en todo momento.
Diablo IV: Estresando los servidores
La historia nos cuenta que el lanzamiento de Diablo III y también el de Overwatch 2 tuvieron una saturación de usuarios y eso que hay casi 10 años de diferencia entre un lanzamiento y otro. Lo que sucede con Diablo IV y la beta abierta se trata de tener la mayor cantidad de jugadores al mismo tiempo y, como decimos en México “le midieron el agua a los frijoles”.
Joseph Piepiora declaró que finalmente hicieron todas las pruebas internas, pero con la beta cerrada ya fue posible hacer el estrés en los servidores que Blizzard estaba buscando. Técnicamente se pusieron a buscar los errores que ocasionaban que se cayera el juego. Finalmente, el chiste es hacer que el juego esté listo y los jugadores puedan disfrutarlo cuando salga a la venta.
Por otro lado, la beta dejó otras lecciones acerca de Diablo IV. Por ejemplo, conforme subes de nivel, pues los monstruos también lo hacían y ciertos personajes, como el Hechicero, subían de nivel y desbloqueaban más habilidades que lo volvían más poderoso. Ahora sí que dependiendo de tus elecciones, podías tener un personaje realmente poderoso o uno tal vez débil y hubo clases que podían quedarse más rezagadas que otras bajo escenarios muy definidos.
Un enorme árbol de habilidades por desbloquear
Diablo IV viene con un árbol de habilidades, el cual es ciertamente grande, por no decir robusto. A partir de este apartado es que el jugador tenga las herramientas suficientes como para crear la mejor versión de su clase. Jugando la beta podías experimentar y encontrar “el mejor build”, por ponerle un nombre.
Técnicamente el objetivo del juego es que el usuario elija lo que le convenga. Incluso desde el mero inicio tu eres quien decide qué ataque básico utilizar. Con el árbol de habilidades tu vas seleccionando la dirección hacienda donde quieres ir. Blizzard quiere dejar bien claro que vas a entender por que tomaste “X” o “Y” decisión.
Eso es hasta que llegas al nivel 50, ahí es donde desbloqueas el Paragon Board que es donde desbloqueas muchas más opciones y debes de tomar muchas decisiones. Es un sistema muy profundo y complejo que los jugadores deberán entender.
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¿Qué aprendió Blizzard de la beta de Diablo IV?
Lo primero que debes saber es que esta fue la oportunidad perfecta para que ellos tuvieran la experiencia de cómo se iba a comportar el cliente del juego con cientos, miles o tal vez millones de jugadores, no solo entrando a jugar, descargando archivos y demás elementos necesarios para poder jugar Diablo.
Gracia a eso fue posible ver todos los errores y aciertos. En palabras de Joseph Piepiora de Blizzard, sí aprendieron mucho. Incluso a la semana de la salida de la beta arreglaron muchas cosas que, de esperar al lanzamiento, todo se hubiera complicado.
Por otro lado, al equipo de Blizzard también le agrada que los jugadores exploten el juego y logren, por decirlo así, romperlo de alguna manera. Vamos, la beta fue creada para eso y los jugadores parece que lo aprovecharon. Ahora, los desarrolladores aprovecharán para realizar los ajustes pertinentes en el apartado de los balances.
No debemos de negar que la promesa de Diablo IV se está cumpliendo y que es probable que durante su lanzamiento veamos un poco de todo, desde los jugadores casuales que se llevarán una experiencia ciertamente tranquila hasta aquellos que de seguro van a romper el juego en un abrir y cerrar de ojos. Finalmente, la experiencia debe ser divertida y la beta cumplió cabalmente con ese objetivo.
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