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Te hablamos de esos personajes que nunca faltan en la animación japonesa y el manga pues son parte del folklore japonés

En el lenguaje japonés, kitsune significa tanto zorro, como un grupo de criaturas que pueden transformarse de humanos a este animal, y viceversa, que se han convertido en parte muy importante del folklore del País del Sol Naciente. Las versiones que existen sobre estas criaturas son muy diversas, pero algunas de ellas – y las que más frecuentemente llegan a Occidente – son las que se les relaciona con el aspecto más sensual de las mismas, y que obviamente son de los más comentados incluso dentro de la isla.

Curiosamente, no existe una opinión general sobre estas criaturas. Al parecer, los de naturaleza más solemne y espiritual son originalmente kamis o yokais, espíritus de la naturaleza que cumplen con diversas funciones dentro del orden natural, y si bien eso no los exime de ser a veces bromistas y juguetones, usualmente lo hacen con alguna actitud moralizadora. Estos son llamados zenko o inaris, y son generalmente muy respetados y se les rinden pequeños sacrificios y tributos, usualmente en forma de arroz o leche.

Otro grupo lo conforman los zorros auténticos, de los que se dice que al llegar a cierta edad, su cola se divide en dos o más, y pueden convertirse en humanos, característica que comparten con otras criaturas llamadas nekomatas. Dado que inicialmente no iniciaron su vida como humanos, suelen ser mucho más liberales en cuanto a su visión de la vida, y por tanto suelen actuar por impulso, casi siempre de manera irresponsable e instintiva. Esta categoría es llamada yako o nogitsune, y suelen ser evitados hasta donde es posible. Sin embargo, de acuerdo a la tradición, no hay forma de diferenciar entre un zenko y un yako hasta que es demasiado tarde. Si eso no fuera ya complicado, algunos de los primeros actúan de forma irresponsable para poder darle a los mortales una lección, mientras que otros de los segundos pueden llegar a niveles enormes de iluminación, y con ello madurez, con el tiempo, por lo que la línea que los separa a ambos se torna muy leve. Esto es un reflejo de la visión oriental del misticismo, en donde el bien y el mal son conceptos mucho más flexibles que dentro de las religiones occidentales.

Inukami

Un kitsune puede tomar cualquier forma humana, independientemente del sexo o de la edad. De acuerdo a la tradición, es imposible que logren una transformación completa, y siempre quedará alguna característica que los delate, principalmente la cola, aunque ésta puede ocultarse entre las vueltas de un kimono. En especial, las mujeres con rostros estrechos, con ojos muy pegados entre sí, pómulos salientes y nariz fina se consideran posibles candidatas. Curiosamente, este tipo de rostro se conoce incluso actualmente en japón como Kitsune-gao – literalmente, cara de zorro – y es muy apreciado dentro de los cánones de belleza de esa isla, lo que resalta la fama de estas criaturas como seductores.

En algunos casos, se cuentan leyendas de kitsunes que llegaban a casarse con mortales, y se convertían en esposas ejemplares. Pero podía pasar que si el marido descubría su verdadera naturaleza, ella huía para no volver, o podía ocurrir que la mujer se aburriera de la vida marital, y simplemente dejara la casa sin mediar aviso. De una u otra forma, este tipo de uniones nunca resultaban felices, y provocaban que más de un hombre abandonara todo interés romántico. Curiosamente, aunque las kitsune eran supuestamente seres sobrenaturales, los casos de matrimonios destruidos de esta forma eran demasiado frecuentes, e incluso en la actualidad se llegan a reportar algunos de ellos, lo que nos da una idea de que tan extendida se encuentra la creencia en Japón.

Generalmente, cuando se trataba de un zenko, sus víctimas eran samurais déspotas, comerciantes ambiciosos u hombres infieles, que generalmente eran puestos en ridículo frente a sus pares, con lo que los forzaban a cambiar su forma de ser o, cuando menos, ponerlo en evidencia. En cuanto a los yakos, todos los daños que llegan a ocasionar a otras personas son más por desconocimiento o irresponsabilidad que por un verdadero deseo de perjudicar, aunque para los afectados, ésto suele ser un consuelo realmente pobre.

Dentro del manga y el anime, tenemos nuestra buena cantidad de kitsunes, aunque en algunas ocasiones, se ha roto abiertamente la tradición, representando varones jóvenes como personajes. Entre las series que han presentado a algunos de ellos están Rosario + Vampire, Yuu Yuu Hakusho, Wagaya no Oinari-sama, Kanon, Inuyasha, Kanokon e Inukami, por sólo mencionar las principales. La más notable, sin embargo, es Shippū Karen Jinrai Komusume!, en donde vemos las aventuras de una kitsunemimi y sus intentos por ser totalmente humana. Usualmente los personajes son representados más bien inocentes, con la misma capacidad de asombro que los kitsunes de las leyendas, pero con una actitud mucho menos activa y desparpajada que sus contrapartes tradicionales.