La industria del manga y anime es espectacular, la producción no cesa y cada época tiene variables que pasarán como un legado porque algunas obras logran fotografiar y traducir el tiempo al que pertenecen de una forma nítida, por decirlo de alguna manera. Y parece que una nueva tríada oscura del shonen emerge en la veintena de los 2000. Cabe resaltar, los tres pertenecen a Studios MAPPA, hablamos de Jujutsu Kaisen, Chainsaw Man, y Hell’s Paradise: Jigokuraku.
Para este momento, MAPPA ya cuenta con un sello de garantía. Y si no has visto las adaptaciones de estos mangas, definitivamente deberías considerarlos. Nosotros te explicamos por qué.
En pleno reconocimiento de una sociedad cansada, deprimida, rencorosa, anclada al pasado, y bastante desesperanzada que, consigue sobrevivir de manera mecánica y hasta vacía, es que emerge la tríada oscura del shonen que, dentro de nuestro contexto social, político y emocional tiene bastante lógica. Quizá estamos ante el nuevo shonen que podría convertirse en la norma.
Esta tríada oscura podría reconocerse como un shonen “clásico”, pero ambientado en un contexto mucho más sombrío y trágico. No sólo son los demonios, la muerte y la sobrecarga mental que está matizada por la idea de la desesperanza y del sufrimiento, sino que se profundiza en la ruptura del espíritu de personajes que suelen ser ambiguos o cuya esencia reside en un vacío que no resulta ser un caos, sino una especie de marginalidad “cómoda”.
No obstante, pese a cualquier cosa, la tríada oscura de los shonen nos invita a sobrevivir y a amar con honestidad y entrega total. El tiempo es lo único que tenemos, aprovechémoslo aunque todo sea oscuro y pesado.
Hell’s Paradise: Jigokuraku
Hells Paradise: Jigokuraku se estrenó en la temporada de primavera de 2023. Los protagonistas son un ninja y una ronin asaemon, ambos representan al sentido de la comunidad, al honor y al deber.
Dentro de una gama de colores brillantes Hells Paradise: Jigokuraku te hará cuestionarte la construcción social bajo la que naciste, porque nuestros personajes se preguntarán en algún momento por qué se comportan de la manera en que lo hacen y si realmente tiene sentido para ellos. Además, también tendrán una introspección sensible: cómo se sienten al respecto, obviamente, de si deberían seguir en ese camino y todo lo que implicaría que desafíen a su realidad.
Ambos pertenecen a sistemas distintos y los acatan como “debe de ser”. Sin embargo, comenzarán a surgir dudas acerca de cómo han aprendido a desenvolverse en el mundo. Lentamente desarrollarán su libre albedrío mientras descubren que, no todo lo que brilla es oro. Ni los ideales que les han enseñado, ni el mundo que somos capaces de ver porque siempre hay más y todo está en constante cambio.
Por sus distintos motivos, los protagonistas intentarán conseguir el elixir de la vida, el viaje los introducirá en un mundo misterioso que les hará reconocer cada detalle de una manera distinta. La idea de lo bello y lo bueno —recordando a los griegos, especialmente a Longino— resonorá de una manera perturbadora. Muchas de las cosas hermosas de Hells Paradise: Jigokuraku serán mortíferas y torturantes. Y varias de esas mismas simbolizarán la espiritualidad que ocasiona una preciosa contradicción.
La muerte te hace florecer literalmente y Hells Paradise: Jigokuraku nos hace recordarlo muy bien.
Sin embargo, Hells Paradise: Jigokuraku plantea una especie de estoicismo difuminado, propone un tiempo que mediante una voluntad de resolución puede sobrevivirse de buena manera, dejando parcialmente de lado el pasado y el futuro. El presente, a final de cuentas es lo único que tenemos y en el que podemos mejorar, amar y luchar.
Los personajes se aferran a la vida en un mundo que se plantea exterminarlos y no sólo nos referimos a la isla, sino al sistema político y de creencias. No obstante, el mundo siempre ha sido mortífero para los humanos, con lo que existe en él y por los sistemas que nosotros mismos creamos.
Hells Paradise: Jigokuraku propone una revolución oscura e increíble en pleno siglo XXI: vivir por amor.
Hells Paradise: Jigokuraku es una historia de la búsqueda de la vida —en varios sentidos—, del cambio de estaciones, de la amistad y de la superación personal, pero con una cortina oscura llena de violencia y eventos traumáticos. Por todo esto, se le reconoce por pertenecer a la tríada oscura del shonen.
Chainsaw Man
Chainsaw Man se estrenó en la temporada de otoño 2022, está basado en la obra de manga de Tatsuki Fujimoto, y aunque MAPPA fue criticado por la adaptación y a su entrega de Blu-ray no le fue muy bien, las ventas de su manga fueron excepcionales, al igual que algunos de sus artículos —como son sus figuras de colección—.
Chainsaw Man sigue la vida de Denji que logra sobrevivir de una forma “vacía”, debido a un contexto que le “brindó poco”, sus metas son en principio, “limitadas”. Sin embargo, que no es así como todos nos sentimos, sofocados por este capitalismo que perturba tanto la sensibilidad y la economía, las pequeñas metas en nuestras vidas suenan, de cualquier manera, imposibles.
No renuncies al amor, Denji, le susurramos. Sé revolucionario. Y así, Chainsaw Man se mantiene firme y fresco, pero también un poco apático ante la sociedad que poco le ha brindado.
La actitud de Denji nos recuerda un poco a Camus y al sentido de lo absurdo. Además del nihilismo de Nietzsche. No obstante, el mundo es cruel y debemos aprovechar el tiempo, porque la vida se termina.
Asimismo, Chainsaw Man elige vivir, y progresará manteniendo su esencia, que es construida a partir de los distintos matices de las personas que amó u odió. Pero, hay que resaltar, el odio y el amor son muy ambiguos en la obra de Tatsuki Fujimoto, es más bien como si el contexto de violencia mermara un poco las cualidades de los demás sentimientos, pero de alguna forma los mantuviera en su esencia más pura.
Chainsaw Man conoce muy bien este mundo y lo elige todos los días, sin opción pero también consigue decidir sobre él. Pese a que el control está sobre él en cada incesante segundo.
La muerte, el amor, la sexualidad y la esperanza desgarradora resuenan en cada uno de los zapatos llenos de sangre de Chainsaw Man que no se detiene, su firmeza es desconcertante, su actitud es impactante. Vive aquí y forma parte de la tríada oscura del shonen.
Jujutsu Kaisen
Jujutsu Kaisen se estrenó en la temporada de invierno de 2021. Parecía un shonen cualquiera pero después del arco del incidente de Shibuya quedó muy claro que tenía unos tonos de oscuridad con difuminaciones muy profesionales.
Jujustu Kaisen cuenta con la fórmula del shonen básica, sin embargo, rápidamente, el sistema que estructura su mundo, está corrompido. De esta manera, los personajes emergen como piezas en un tablero enorme, ubicados en un antes y un después, con pros y contras.
Los personajes de Jujutsu Kaisen son virtuosos y conscientes de la oscura realidad que los circunda, pese a ello se aferran a su ideología y se esfuerzan por demostrar y mantener sus posturas. Son inflexibles y valientes.
El mangaka ha logrado mantener la vértebra de su obra con una firmeza destacable, sabemos que perecerá quien deba hacerlo sin importar el dolor o decepción que cause a los fanáticos. Gege Akutami únicamente se responde a sí mismo y esto es de agradecerse.
Jujustu Kaisen cuenta la historia de hechiceros dentro de un sistema terrible, lleno de decisiones y bandos corruptos, sin embargo, la vitalidad y decisión de algunos hechiceros nos harán ver a un mundo que no se rendirá, aunque el panorama sea desgastante y abrumador. Pese a que los sistemas nos sofoquen y tengamos que responder a ellos porque estamos dentro, Jujutsu Kaisen propone que incluso ante ese panorama podemos hacer algo, aunque sea pequeño.
Hay maldiciones por todas partes, pero sólo nosotros podemos tomar decisiones sobre ellas. Ante la violencia del mundo, nos queda resistir, y aunque hacerlo con sentimientos cálidos es desgastante y generará pérdidas, es la salida más viable si queremos perseverar.
Jujutsu Kaisen nos muestra el germen del mal y de la oscuridad con un guiño amable que, aboga por la confianza y la solidez de nuestra ideología.
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Los héroes de la tríada oscura del shonen
Nadie podría negar que estos anime tienen la vértebra clásica del shonen. Cuentan con la dosis de acción perfecta, además de una sensibilidad entretenida que nos permite mirar el mundo con los ojos de un protagonista joven y torpe, que no tiene nada especial más que su perseverancia, en un camino que emprenderá con mucho esfuerzo hacia la maduración.
También está rodeado de todos los compañeros y amigos que crecerán a lado —o debido— a los protagonistas. Habrá guiños de un romance tímido, y hasta algo secundario, porque nuestro personaje principal —y el desarrollo de sus habilidades profesionales— es lo que importa para el shonen.
Sin embargo, probablemente debido a la oscuridad de nuestros tiempos, los shonen en un ambiente tenebroso comienzan a posicionarse como fabulosas entregas que solidifican su popularidad.
No obstante, los héroes de la tríada oscura del shonen no son los que carecen de talento, pero son positivos y perseveran, sino que se muestran como los héroes de la resistencia, que comprenden la hostilidad del mundo pero que gracias a ello saben que si existe un dolor irremediable también existe el amor, y que pese a que los sistemas sean corrompidos hasta la médula, podemos mantener nuestra propia solidez.
El nuevo héroe del shonen no persevera: sobrevive
Las historias que muestran son desgarradoras, no obstante, los personajes aceptan cabalmente su entorno y sobreviven así, sin más. Comprenden un espacio que los oprime y hacen lo que pueden, intentando respetar sus ideales aunque esto les cueste caro, mientras se esfuerzan por sobrevivir.
Además, tendrán que abrazar todas sus pérdidas que van desde amigos muertos hasta ideologías que se derrumban. Y tendrán que sobreponerse.
Nuestros personajes están tristes, pero se mantienen firmes. Existe un sistema que los oprime y los intenta controlar, pero intentan rebelarse en el nivel que quieren y pueden. Buscan su red de apoyo e intentan ser fieles a sí mismos mientras procuran cambiar para mejorar. Se responsabilizan de sus actos sin importar lo que ello implique, y pese a todo, restringen en la medida de lo posible la violencia que los inunda y se permiten la felicidad ante un panorama pesimista y absurdo.
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