Dragon Ball Super 88 muestra el lado más ñoño de Akira Toriyama y eso bueno

Muchos creen que todo lo que tiene que ver con Goku y compañía tiene que terminar en una pelea a sin cuartel en donde se derrame la sangre de manera injustificada, sin embargo, la realidad es distinta. Dragon Ball Super muestra, desde su existencia, que es la obra que le gusta a hacer a Akira Toriyama y el capítulo 88 es un claro ejemplo de ello.

Ya nos tomamos un descanso de todo lo que sucedió con Goku y Vegeta después del fatídico arco dedicado a Granola el cual casi todo el tiempo puso en jaque a nuestros héroes. Claro, en las viñetas dibujadas por Toyotarou hubo momentos graciosos y épicos, pero casi todo fue drama. Lo mismo cuando pelearon con Moro.

Lo que acaba de empezar con el Capítulo 88 de Dragon Ball Super es eso que le gusta hacer a Akira Toriyama: risas, aventuras, diversión y lo logra centrándose perfectamente en dos personajes que tenía medio olvidados.

No, no me refiero a Yamcha y Krillin, para nada. Ya le tocaba a Goten y Trunks un poco de protagonismo y que la línea del tiempo avanzara por aquello de que la historia de Dragon Ball está un poco desorganizada, especialmente por la película de Super Hero.

Goten y Trunks reciben un merecido protagonismo

El arco de Majin Buu en Dragon Ball nos presentó por fin a los hijos de Goku y Vegeta como un par de niños dispuestos a divertirse, especialmente Trunks porque tiene ciertas concesiones por parte de su mamá y su padre es muy duro con él. Por su lado, Goten heredó la inocencia de su padre y puede subir a la nube voladora sin problemas.

El entrenamiento de ambos para fusionarse y alcanzar el Super Saiyan 3 y enfrentar a Super Buu fue algo memorable, tanto que muchos gustan de jugar con Gotenks en Dragon Ball FighterZ. En Dragon Ball Super aparecieron poco y todo porque “podían estar en peligro”.

En el capítulo 88 de Dragon Ball Super ya se ven crecidos, estudiando y protegiendo a la Ciudad Capital de los maleantes por un personaje de un videojuego y no porque sus padres hicieron lo suyo por el universo. Suena tonto, pero, Akira Toriyama nos recuera que así son ellos de despreocupados.

El nuevo desarrollo de Goten y Trunks en Dragon Ball Super

Cuando termina DBZ, o más bien cuando vemos la película de Tapion, vemos que Trunks es un chico valiente, pero todo ese argumento se va al diablo porque ni tiene la espada Z y vive en paz continua, la suficiente para enamorarse de Mai, que volvió a ser una jovencita con mentalidad de adulta y, de paso, tratar de ser muy “cool”.

Por su parte, Goten tiene un papel mucho más secundario y es el segundo de Trunks, lo cual no está mal, pero también nos dice poco de él. Aquí se nota que es un chico un poco más centrado, humilde e inocente. Si no fuera así, pues no habría manera de que se subiera a la nube voladora. Digamos que entiende el poder e influencia que tiene su mamá sobre él.

Este último es un detalle que queda mucho más claro, especialmente porque ambos no les cuentan a sus mamás de su vida doble porque saben perfectamente que los van a regañar por meterse en problemas. Parece que tanto Bulma como Chichi ya no quieren más temas de peleas y demás, a pesar de que saben de las constante amenazas que los persiguen por culpa de sus respectivos esposos.

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¿Para dónde va la nueva historia de Dragon Ball Super?

No hay que volverse locos con este nuevo arco, queda muy claro que la patrulla roja está metida – de una manera muy jocosa – y que ya se mostró al Dr. Gero, incluso podríamos apostar que esta nueva narrativa sucede antes de Super Hero, pero aún no queda del todo claro.

El rumbo también de la historia huele a que será meramente cómica, de mucha aventura y que no tiene sentido que te vuelvas loco por esperar alguna transformación loca. Eso no quiere decir que vaya a ser mala, todo lo contrario, vamos a ver a Toriyama al natural, como le gusta y desea ser en realidad.

Asimismo, este capítulo fue muy útil para ver otra clase de escenarios con mas detalle; escuelas, bodegas abandonadas donde hacen sushi, fabricas de reparación de robots, personajes nuevos y frescos. Esos son los detalles que nos agrada ver y por los que tiene sentido ser un fan de Dragon Ball Super.

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