Los juegos de asedio, en donde tomas el rol de un caballero medieval para invadir el castillo enemigo, cuentan con cierta popularidad entre un sector de gamers, ya que te permite enfrentar a una gran cantidad de enemigos en épicas batallas. Una propuesta nueva es Warlander.
Existen un par de títulos de este estilo que intentan ser algo realistas con sus físicas y mecánicas, aunque este detalle no los hace tan amigables. Para darle un giro a este género, llegó Warlander, el cual inyecta una pizca de fantasía y animaciones divertidas para atraer a un público más amplio.
Lo que debes saber sobre Warlander
¿Qué es Warlander?
Este juego, desarrollado por Toylogic, los encargados de Happy Wars, llegó a PC en enero de 2023 con un concepto sencillo de entender pero complejo de dominar.
En este título se enfrentan dos equipos con dos objetivos principales, defender su castillo y atacar el del enemigo. Para ello, puedes acceder a 3 clases: Guerrero, Mago y Clérigo, cada uno con sus habilidades y equipo único.
Como ya te imaginarás, el guerrero se especializa en defensa y ataques cuerpo a cuerpo, aunque también puede acceder a ballestas para golpear a distancia. El mago cuenta con una variedad de hechizos que permiten atacar a larga distancia o defender su posición, por último; el clérigo se encarga principalmente de curar y hacer algo de daño cuerpo a cuerpo o usando la ballesta.
El mapa se divide en tres carriles en donde encontrarás muros defensivos, máquinas de asedio y torres de reaparición que pueden conquistarse para que tu equipo aparezca más cerca de su objetivo cuando mueren.
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Un multijugador donde puedes crear tu personaje
En Warlander no tendrás aspectos predeterminados, así que podrás crear a tu personaje desde cero usando algunos modelos de rostro, peinados y hasta estampados en tu atuendo. Al inicio no tendrás todos los diseños disponibles, pero son suficientes para darte una apariencia que resalte.
El segundo paso consiste en definir el equipo y las habilidades que usarás en combate. Aquí la cosa se complica un poco.
Cada pieza de equipo, habilidad y talento tiene un costo y, dependiendo de tu progreso, tendrás un límite de puntos disponibles para cubrir. Al inicio contarás con 250, por lo que la suma de tu equipo y habilidades no podrá superar esta cifra. No te preocupes, al jugar y completar algunos objetivos se podrán ampliar los puntos otorgando títulos nuevos.
Cada nivel de título tiene distintas estrellas, lo que significa que, mientras mayor rango tengas, necesitarás conseguir una mayor cantidad de score durante la partida para poder usar dicha clase. Sí, sé que suena algo complejo, pero en la práctica no lo es tanto.
En cada juego podrás llevar 4 personajes distintos, así que si llevas un mago, pero necesitas algo más de protección, podrás cambiar por un guerrero al reaparecer.
Warlander tiene un apartado de personalización grande, así que podrás obtener hechizos, habilidades y equipo nuevo conforme juegues, aunque también podrás obtener aspectos únicos en la tienda o avanzando en el pase de batalla.
Un inicio que cuesta dominar
Al empezar en Warlander notarás que mueres fácil, no haces daño y pareces tener un nivel inferior, ya que el sistema de emparejamiento puede ponerte contra enemigos con habilidades más poderosas. Esto podría parecer injusto, pero hay una mecánica que contrarresta esta diferencia.
Al crear tu equipo de 4 avatares puedes añadir mercenarios, personajes predeterminados con alto nivel y habilidades avanzadas que no podrás modificar, pero te darán la experiencia necesaria para subir a tus otros combatientes y mejorar tu daño.
Una vez en partida tendrás que comenzar con un personaje sin título e ir ganando puntos para acceder a tus guerreros más poderosos, así que captura torres, construye armas e intenta matar a uno que otro enemigo para que sea algo rápido.
Inspiración de MOBA para un juego de asedio con gráficos divertidos, ahora en consolas
Como te comenté al inicio de esta reseña, el mapa consta de tres carriles que terminan en el castillo enemigo. Al inicio de la partida se te asignará un escuadrón con una misión específica que puede ser la defensa del castillo, la toma de torres o el ataque del núcleo enemigo.
Para cumplir tus objetivos puedes construir cañones, balistas, arietes, torres de asedio y escaleras, así que úsalos cada vez que puedas.
Como podrás ver, la idea principal es básicamente la de un MOBA, solo que mezclado con mecánicas de asedio.
A diferencia de otros títulos similares, aquí el realismo pasa a segundo término para incorporar magia y elementos divertidos como bailes, gestos y diálogos que te permitirán mantenerte en contacto con tus compañeros o burlarte del rival.
Este título originalmente salió en PC, pero podemos decir que la adaptación para consolas, al menos en PlayStation 5, donde realizamos esta reseña, está muy bien hecha.
Los gráficos lucen pulidos y el juego fluye sin problema alguno, salvo por algunos momentos en donde la cantidad de enemigos es tan amplia que da pequeños tirones, pero nada de qué preocuparse.
Warlander es divertido, pero muy desbalanceado
Este juego tiene dos grandes problemas que muchos pueden considerar suficientes como para abandonarlo: El emparejamiento y la función de algunas clases.
Como te mencioné anteriormente, el sistema de emparejamiento puede meterte contra personajes muy avanzados con habilidades que ni siquiera te dejan parpadear, y no necesariamente porque hayan progresado mucho, sino porque compraron armas en la tienda.
Sí, tal como leíste, es posible comprar armas y equipo de nivel alto en la tienda del juego, lo cual le da una vibra de pay to win que es difícil contrarrestar, incluso usando mercenarios, aunque la buena noticia es que puedes obtener las monedas necesarias para hacer lo mismo si juegas más partidas.
También puedes sacar unos cuantos beneficios del pase de temporada, el cual tiene recompensas gratuitas o de pago, justo como ocurre en otros juegos de servicio.
Por otro lado, tuve la sensación de que solo dos clases eran realmente útiles para marcar una diferencia: el guerrero y el mago.
El primero puede protegerte de proyectiles o atacar ferozmente, resistiendo una gran cantidad de daño, mientras que el segundo aniquila sin problemas a larga y mediana distancia.
La clase que se queda fuera es el clérigo, pues aunque sus curas son útiles en momentos de paz, no hacen gran diferencia en medio de un combate, de hecho, muchas veces se quedan por debajo del daño enemigo, y ni hablar de sus capacidades ofensivas que están por debajo de todos los personajes.
En conclusión, Warlander es un juego divertido pero le hace falta ser más justo con el emparejamiento para que tu experiencia sea divertida y no un ir y venir constante de frustración.
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Jugamos Warlander con un código de PlayStation 5 proporcionado por un representante de PLAION en nuestra región.