Para serte sincero, extraño mucho los juegos como Guitar Hero y Rock Band. Eran muy entretenidos, tenían en casi todas sus entregas muy buena música y, en general, la experiencia estaba bien, pero llegó la saturación y todo se fue al diablo. Y Taiko no Tatsujin es un digno sobreviviente a esa época de plástico y música licenciada.
Esta nueva entrega que lleva por subtítulo Rhythm Festival, viene a aportar nuevas aventuras, ajustes visuales aquí y allá y cuestiones muy básicas, realmente no es nada del otro mundo por lo que deberías volverte loco, con todo y que tienes a un nuevo personaje.
Tal vez el mayor paso en esta entrega deriva en que los jugadores van a encontrar una mejor manera para interactuar con la música del juego e, incluso, mejorar poco a poco, porque la verdad, los juegos de tamborcitos no son nada fáciles. Lo que tu ves en videos en YouTube, es de campeones.
Ahora bien, entremos en materia, ¿tiene caso que lo compres? ¿Mejor te quedas con la entrega previa? Esta y otras preguntas serán resueltas a continuación para ti, quien soñó con la llegada de este juego desde hace muchísimo tiempo.
Las aventuras en Ciudad Omiko
El escenario de Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival es nada más y nada menos que Ciudad Omiko. Aquí encontrarás un poco de todo en cuanto a lo que ya conoces de este juego de tambores, solo que a la aventura se une otro personaje: Kumo-kyun.
Así es, DON-chan tiene un nuevo amigo en una nube – que no es voladora – y con él vivirá la experiencia de andarle pegando al tambor con todo el ritmo. Sí, la historia como que no tiene sentido, pero es mejor a que tenga una base a que de plano carezca de ella.
Ahora, el desarrollo de esta historia se lleva a cabo en algo llamado Ciudad Omiko, pero, no es algo que visitas, digamos que después de jugar obtienes cierta cantidad de puntos y luego, realizas una visita al sitio y vas desarrollando la historia. A veces te contarán algo gracioso y en otras ocasiones tocarás alguna melodía original un tanto complicada.
También tienes un modo donde compites contra la PC y tu objetivo es tocar mejor, la cosa es que la inteligencia artificial va subiendo de nivel y el reto se pone mucho más loco. Es muy entretenido porque aquí pones en práctica habilidades, como si estuvieras jugando Guitar Hero… Si es que te acuerdas, claro está.
Notable personalización, increíble curación de música
Bueno, con el paso de cada partida y cumpliendo ciertas metas, obtienes objetos para que personalices a tu Don-Chan. Hay trajes de samurái, el atuendo de Hatsune Miku, una pagoda y mucho más. Le puedes meter mano a casi todo, incluido los colores de tu tamborcito que siempre muestra toda clase de caras y demás.
Todo el apartado de personalización lo tienes en tu habitación. Puedes ponerte títulos, cambiar las placas y mucho más. Da gusto que el juego sea tan amigable en este inciso, el cual, entre más sencillo de manejar, mejor.
Ahora bien, lo mejor de Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival es su música… Aunque esto debe ser visto desde un ojo ciertamente subjetivo. No hay pop en inglés, reggaetón y mucho menos los éxitos payoleros de Spotify. Es música bien otaku, gamer y original de Bandai Namco. Es lo que hay y se puede disfrutar.
Es gracioso como antes metían como a chaleco los éxitos de la radio de Norteamérica y pues ya, ahora no se hacen pelotas y los temas para el juego en su mayoría son de licencia japonesa o de compañías relacionadas con Bandai Namco. Sí, hay ondas de Frozen y demás, pero, se escuchan bien bajo los tambores.
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El pase musical de Taiko no Tatsujin: Rhythm Fetsival es gasto adicional, pero lo vale
Aquí entramos a temas de controversia, porque si bien Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival viene con 76 canciones y la verdad es que son muchas; tienes pop japonés, anime, vocaloid, temas de Bandai Namco, música clásica, temas originales. Hay para aventar, pero cuando tocas una canción, de pronto dices: “Estaría genial que metieran X o Y”.
Luego, si estás conectado a Internet, pues tómala, en tu cara te ponen un pase musical el cual está repleto de más canciones, las cuales venían en otros juegos de la serie y que de seguro ya jugaste y tienen ajustes mínimos para que no se sientan igual. Por ejemplo, no había probado Amanojaku desde la versión de PS Vita y se siente distinta.
Luego, en el apartado del Pop, si es que te gusta la música japonesa, vas a encontrar canciones de idols, temas más o menos recientes y demás. Es algo súper adictivo porque vas a encontrar algo para jugar. No hay pierde. De pronto está Sobakasu de Judy and Mary (tema de Rurouni Kenshin) y luego te topas con 20 canciones de One Piece.
Ahora, la selección de música es así en el pase pues para que lo pagues. La oferta no está nada mal, especialmente si pagas por tres meses del servicio. Incluso, parece que van a ir quitando y poniendo canciones para que valga la pena que estés sobres con el juego un y otra vez. Pero, con todo esto, debemos resolver una pregunta final…
¿Deberías comprar Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival?
La carencia de juegos de ritmo es por una buena razón, tal vez ya no hay mercado para andar juntando plástico y fingir que tocas una guitarra de plástico o una batería. Pero, los tambores siguen funcionando cabalmente porque existe un público que desde hace mucho quiere que toda esa música japonesa en alguna clase de videojuego.
Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival es un gran juego de ritmo para el Nintendo Switch. Tiene una excelente selección de canciones para los amantes del anime, J-Pop, Vocaloid y música de gaming. Los modos de juego se sienten renovados y con un claro propósito de siempre desbloquear algo. Nos encontramos el juego definitivo para los fans del taiko.
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Jugamos Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival en Nintendo Switch con un código proporcionado por un representante de Bandai Namco en nuestra región.