La fama que le precede a Mario Strikers es real, especialmente porque brilló en la época del GameCube y luego del Wii, sin embargo, la cuestión aquí es que se trata de una serie que tiene muchos años sin una nueva entrega publicada en una consola de Nintendo. ¿Mario Strikers: Battle League es ese juego que vive a la altura de las expectativas?
Verás, hay muchos fans que exigieron el regreso de esta serie, especialmente porque decían que era el juego de futbol más divertido que habían jugado. Se trata de una oración ciertamente exagerada, pero no podemos negar que Mario jugando futbol es algo que varios deberían probar alguna vez.
Desde su anuncio, llamó la atención de todos esos nostálgicos y aquellos que de plano no le sabían nada a los juegos de esta serie. Su reputación, lo que te cuentan los amigos y demás declaraciones de gente cercana ponen a esta propuesta que nació en el Game Cube en un pedestal.
Pero ¿qué pasó? ¿La magia se perdió? ¿Ya no es lo mismo? La culpa no la tiene el juego ¿eres tú? Bueno, son muchas las preguntas que hay que responder y eso lo vamos a ver en esta reseña de Mario Strikers: Battle League.
Los hermanos Mario se robaron las técnicas de Captain Tsubasa
Okay, se armó la reta de futbol en el universo de los personajes de Mario y eso se traduce en un caos espectacular, vistoso, lleno de animaciones y con un sistema de juego atractivo para cualquiera. Hasta cierto punto sencillo donde la premisa del balompié se mantiene intacta.
Pero, estamos hablando de un juego arcade, el cual no debe tomarse en serio porque no tiene fueras de lugar, límite de extranjeros en la liga y mucho menos árbitros que pongan orden en la cancha. Por ende, el chiste es sacarle provecho a las muchas características tan libres y la carencia de reglas.
Con todo esto, la premisa de Mario Strikers: Battle League suena entretenida, completa y sin pretensiones. El problema es que no se siente tal cual un objetivo, o más bien jugar copas como sucede en Mario Kart no resulta un aliciente que te anime a estar pegado al control durante horas.
No se trata de un juego que deba tomarse en serio, pero falta también alguna especie de camino por el cual quieras seguir jugando. ¿Se trata de elementos competitivos? Seguramente es más una meta real que no tenga que ver con desbloquear atuendos y demás objetos.
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Las mecánicas de juego de Mario Strikers: Battle League
Muy bien, ya te dijimos que se trata de un juego arcade en toda la extensión de la palabra, pero eso no quiere decir que las bases del futbol como tal estén perdidas. Pasas el balón, tiras a gol, armas paredes, pases al hueco, te barres y driblas. Todo está ahí.
La situación se pone compleja cuando ya se trata de realizar tiros especiales, barridas perfectas, el uso de ítems a tu favor y técnicas que podrían resultar en goles casi seguros. Esta clase de detalles vuelven a la experiencia de juego ciertamente compleja, pero a la vez, entretenida. Si no, esto sería un FIFA Street más.
Ahora bien, el chiste es que Mario Strikers: Battle League debe ser absurdo, a veces dramático y en otras, un chiste. El juego se presta perfectamente para que, con un tiro especial de cualquiera de los personajes, el marcador de la vuelta y el equipo se lleve la victoria, porque sí, un tiro con animación exagerada se traduce en 2 tantos.
Si las mecánicas defensivas ofrecieran algo más extremo para poder detener un disparo, tendríamos frente a nosotros un juego mucho más digno. No todo se trata de ser tan ofensivos, también la saga debe ofrecer un extra que no tenga que ver con, por ejemplo, usar un ítem para frenar un embate enemigo.
Mario Strikers: Battle League no intenta ser un FIFA killer
Si te pones a superar las copas de Mario Strikers: Battle League encontrarás cierto nivel de reto y que vas desbloqueando uniformes y artículos para que tu “Atlético San Pancho” se vea con más identidad en vez de todos esos uniformes genéricos que parecen salidos de tienda de deportes cerca de un complejo deportivo.
Las mecánicas de juego son entretenidas, pero la curva de aprendizaje es amplia, no lo vas a dominar tan rápido y probablemente puedas caer en un ciclo donde te la pasas haciendo lo mismo. Eso quiere decir que el juego realmente no es tan amigable como para aprender a dominarlo en un mediano plazo.
El desorden está justificado, de eso no cabe la menor duda, pero también es importante encontrar en todo momento un pequeño instante donde el juego sea realmente claro y con un objetivo fijo. Claro, no estamos para discutir que Mario Strikers: Battle League no es un producto serio, pero le falta algo.
Ese extra que le brinda alma. Pareciera que con tan solo llamarse “Mario Strikers” tendríamos suficiente y no es así. No existe un factor sorpresa, mucho menos un elemento que te haga jugar más allá de una copa porque ya sabes más o menos qué te espera.
Para las retas está bien
A pesar de que Mario Strikers: Battle League carece de “ese algo” que te motiva a seguir jugando a solas, logra que las retas sean entretenidas, especialmente cuando los que juegan tal vez no están familiarizados con cómo se tira a gol o se detiene a un adversario en la cancha.
También tenemos un título con muchos aspectos que te darán diversión, por ejemplo, estrellar contra la pared a un personaje para verlo sufrir es muy entretenido. Igual, las animaciones son espectaculares, esas no están a discusión. Son dramáticas, imponentes y tienen el sello de garantía Nintendo en todos lados.
En el apartado técnico no tenemos queja. En el Switch OLED luce muy bien, corre perfecto tanto en modo portátil como en el dock. Vamos, es raro ver que un juego de Nintendo esté mal desarrollado, especialmente cuando involucra a los personajes de Mario.
Hablando de los protagonistas, tal vez nos faltaron o de seguro también no es como que tengamos tantos. Todo es un tema de apreciación. Sí está padre que enfrentes a equipos que están conformados por varios Yoshi, pero, se vuelve aburrido. Las características individuales son buenas, pero tampoco algo como para clavarnos. Entonces…
¿Deberías comprar Mario Strikers: Battle League?
Como diría Christian Martinolli: “Pero qué le pasó a Mario Strikers”. La cuestión es seria porque este título había levantado el hype nada más con el puro nombre y nada más llegó cual balón desinflado, sin chiste y con pocas razones como para dedicarle tiempo a las distintas retas.
Mario Strikers: Battle League no está a la altura de las expectativas. Carece de modos como para jugar más allá de un par de copas contra la IA y sus elementos en línea lo sostienen durante muy poco tiempo. Gráficamente es muy hermoso y sus animaciones lucen geniales, pero eso no arregla lo aburrido y tedioso que puede ser en el mediano plazo.
Esta es una de esas ocasiones en las que te recomendamos ir tras este título siempre y cuando lo encuentres en alguna clase de oferta o, en su defecto, si tienes amigos que les guste mucho la serie y amen estar detrás del título todo el tiempo.
Jugamos Mario Strikers: Battle League con un código proporcionado por un representante de Nintendo en nuestra región.