La diferencia está en la sencillez y elegancia que puede tener una hermosa espada recién desenvainada
Verás, durante la década de los noventa sobraron buenos juegos de pelea. Desde los que desarrollaba Capcom hasta los que publicó SNK. Incluso sería egoísta olvidar los títulos de Midway y Rare que tenía un lugar en nuestro corazón. Lo genial es que todos buscaban ser diferentes, y entre ellos estaba el inolvidable Samurai Shodown.
Esta franquicia era dos cosas a la vez, elegante, preciso y, por supuesto, espectacular. Contaba con mecánicas que lo volvían en un verdadero duelo de espadas salido de un anime o película de samuráis. La cuestión es que se fue rezagando y quedó en el olvido gracias a que SNK tenía todo, menos una organización seria.
Más de 25 años después, buscando repetir la misma proeza, Samurai Shodown vuelve con una presentación gráfica nueva, muy parecida a la época reciente de Street Fighter y el último The King of Fighters. Mantiene sus mecánicas, añade elementos vistosos en pantalla y una buena variedad de personajes.
¿Esto es suficiente? Bueno, es lo que vamos a revelar en esta reseña de Samurai Shodown que jugué en PS4.
El sentimiento de luchar hasta la muerte
Si bien nunca queda explicito en los combates, Samurai Shodown da una sensación muy especial al jugador por un elemento que va más allá de los poderes especiales o los animales que acompañan a algunos personajes. Me refiero a las espadas.
Las espadas son un elemento letal que siempre ha entregado un alto nivel de dramatismo a cualquier combate. No solo liberan el rojo carmesí de la sangre de los oponentes, el choque de los metales otorga un alto nivel de desesperación y sudor en los peleadores.
Cuando chocan los metales en Samurai Shodown, se nota que las cosas se van a poner entretenidas, especialmente porque se requiere tener mucha precisión a la hora conectar con la espada. Sí, eso también lo vuelve un juego un poco cerrado en sus mecánicas, sin embargo, así es como funciona perfectamente, sin pretensiones.
Samurai Shodown: Simplicidad y complejidad
Samurai Shodown cuenta con cuatro botones, tres ataques para la espada y uno para la patada. Esto quiere decir que hay mucho “footing” o patadas bajas como en Street Fighter. En el papel, funciona de una manera muy básica, los combos son muy cortos y los ataques pueden bajar mucha sangre.
La experiencia cambia cuando entras en profundidad con las habilidades extras que tienes para atacar o defenderte. Por ejemplo, cuentas con movimientos para esquivar y desarmar a tu rival. Eso genera una experiencia de juego mucho más compleja, la cual genera un alto grado de emoción, pues los puños siguen funcionando.
Uno de los mejores momentos cuando no tienes una espada es cuando logras detener “con la mano desnuda” los ataques de los enemigos… Como cuando Shiryu detiene Excalibur en Caballeros del Zodiaco. Apreciar eso en acción no tiene precio.
También no debemos olvidar los ataques especiales los cuales, en su mayoría, siguen siendo los mismos que han acompañado a los personajes desde el inicio de la franquicia en la década de los noventa. Haohmaru lanza fuegos, Charlotte una especie de triángulos verdes y Nakoruru se lanza hacía el frente con su pequeña espada.
Un juego de espadas que se enfoca en el ritmo y no es los combos
A diferencia de los duelos de sables de luz que suceden en Star Wars, Samurai Shodown muestra que la precisión es lo más importante en un combate con espadas. Como ya lo mencioné antes, rara vez vas a ver combos de más de dos o tres golpes. El objetivo es acabar con tu enemigo con efectividad y precisión, como si se tratara de leer todo lo que puede hacer.
Ahora bien, a pesar de contar con un sólido modo de combate y con una buena cantidad de peleadores con diferentes estilos, el apartado del modo historia es bastante malo y no ofrece gran experiencia a los jugadores que buscan algo más.
Bueno, eso no le pasa solamente a Samurai Shodown, técnicamente la historia siempre ha sido el elemento más débil dentro de un juego de peleas. Son contados los títulos de combate que cuentan con un desarrollo narrativo sólido al que vale la pena ponerle atención.
Asimismo, el apartado en línea también es muy básico. Técnicamente la experiencia de juego depende de qué tan lejos o cerca estés de tu rival, lo cual puede ocasionar algunos insoportables dolores de cabeza. También está el Dojo Mode en el que descargas los datos “ghost” de un rival.
¿Vale la pena Samurai Shodown?
Bueno, llegamos a la pregunta más importante sobre un juego que acaba de salir. LO primero que debo decirte es que esta franquicia tiene una gran personalidad, sin embargo, dista mucho de ser un Marvel vs. Capcom o BlazBlue. Aquí se trata más sobre la efectividad de conectar ataques que acaben con el rival lo más pronto posible.
La cantidad de los combos tal vez vaya a poner tristes a algunos jugadores que esperan ver algo rápido. Lo que es una realidad es que Samurai Shodown es un efectivo y sólido, sin pretensiones.
Puede ser violento sin perder la elegancia. Su alineación de personajes no es mucha, pero, recuerda que cantidad no es calidad. Es uno de esos juegos que los amantes de la vieja escuela van a adorar.
Si te da curiosidad, dale una oportunidad, no te vas a arrepentir, aunque, si puedes, espera un poco a que baje su precio.