Tom Clancy’s The Division sigue el camino de los shooter-RPG masivos. Es un juego que brindará horas de diversión, pero también tiene sus defectos.
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Género | Third-person shooter, RPG |
Desarrollador | Ubisoft |
Distribuidor | Ubisoft |
Plataformas | PS4 (reseñado), PC, Xbox One |
Lanzamiento | 8 de marzo del 2016 |
Precio | 59.99 USD |
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Desde que inicias como agente, te impacta el ver cómo se ve el mundo cuando es azotado por una crisis global. Estando un corto lapso de tiempo en Brooklyn para después transferirte permanentemente a Manhattan, experimentas ese sentimiento de desasosiego. Calles vacías, autos quemados, civiles rogando por ayuda, y los que quieren tomar ventaja de la situación. Lo imponente de este par de ciudades contrasta con la desolación que muestran. Bienvenido a The Division.
A través de una cinemática inicial digna de una película, The Division nos pone rápidamente en contexto. Durante cierto Black Friday, los billetes son infectados por una versión modificada de la viruela, la cual se incuba y se contagia más rápido. Aunque al principio fue ignorada, la enfermedad pronto empieza a afectar a gran parte de la población, y posteriormente matándola.
La sociedad colapsa, por lo que la Joint Task Force, y posteriormente The Division tienen que hacer su aparición para cuidar lo poco que queda de las ciudades, y descubrir una cura para el virus. Es ahí cuando entramos al juego. Primero podrás modificar tu aspecto, eligiendo sexo, color de piel, tipo de cabello, etc. Lamentablemente, la oferta es bastante pobre, por lo que es bastante probable que te encuentres por ahí a más de uno parecido a ti.
Somos desplegados como la segunda oleada de agentes en Brooklyn. Estaremos poco tiempo ahí, esta ciudad más bien hace las veces de tutorial. El estilo de lucha en The Division es bastante estándar: dos armas largas y una corta, granadas, consumibles y un par de habilidades para utilizar. Pero tranquilo, muy pronto verás como todo se vuelve más complicado. Una mecánica importantísima en el juego es la posibilidad de refugiarse, y de cambiar de un cover a otro automáticamente (estilo Gears of War). Hacer uso de este sistema es vital para que no te maten.
Cuando llegamos a Manhattan es que vivimos la experiencia completa. Un mapa mucho más grande, montones de misiones por todos lados y una base de operaciones la cual tenemos que ir mejorando poco a poco para obtener upgrades (un clásico de Ubi). Es ahí también cuando experimentamos los tintes MMO del título, la mezcla entre el mundo offline y el online. Podrás recorrer Manhattan tú solo, pero en ciertos puntos (como las casas seguras regadas por el mapa) forzosamente convivirás con otros agentes. Esta mecánica está muy bien llevada a cabo, permitiendo fácilmente hacer equipo con otras personas, ya sean amigos nuestros o desconocidos. Toparnos con otros,hacerlo desde una computadora, o hasta el menú de pausa, el juego nos da muchas facilidades y nos invita a movernos en equipos. Podrás realizar las misiones tú solo, pero definitivamente es mucho más fácil y satisfactorio hacerlo en equipo.
Saliendo a las calles de Manhattan nos encontramos con una ciudad prácticamente vacía y con vestigios del desastre. Un clima invernal muy ad hoc y la ausencia total de acompañamiento musical aumentan el sentimiento, aunque quizás lo llevaron demasiado lejos. Puedes moverte muchos kilómetros sin oír nada, sin ver nada de particular interés. Las gráficas no desentonan para nada, pero tampoco son remotamente cercanas a lo que se nos había mostrado en eventos pasados. Están simplemente bien. Lo que brillan son los detalles: Ubisoft se encargó de crear un mundo ficticio muy verosímil, a través de una ciudad llena de easter eggs, restaurantes y tiendas-cadena, espectaculares, graffitis, e interiores cuidados minuciosamente. Realmente crees que es real. Aunque como mencioné, son detalles.
El título tampoco se salva de los errores. Bugs que no te permiten moverte a la hora de entrar en el mapa, glitches visuales (sobre todo en el menú de pausa), y hasta lag offline (sí, lag offline) son pequeñas molestias que arruinan un poco la experiencia. Afortunadamente, no experimenté problemas de lag en el online, ni tampoco desconexiones repentinas (aunque ha habido reportes de que es algo común).
Para resolver la crisis primero tienes que tener una base de operaciones en condiciones. Ésta tiene tres alas: médica, seguridad y tecnología. Cada una de estas alas se mejora con recursos que consigues realizando misiones secundarias y encuentros aleatorios específicos. Aquí es cuando te empiezas a dar cuenta de las mecánicas más profundas del juego. Cada ala tiene varias mejoras, que nos recompensan con nuevas habilidades, talentos y beneficios. Pero para poder tener acceso a todo su potencial, tienes que ir subiendo de nivel. El nivel es todo en The Division. Es necesario para poder desbloquear slots y equipar lo mencionado antes, y sobre todo para poder utilizar las mejores armas y equipamiento. Afortunadamente, prácticamente cualquier acción te otorga experiencia, por lo que no es tan cansado subir.
Las misiones son el punto central de The Division. Lamentablemente, no son para destacar. Los encuentros y misiones secundarias, básicamente se dividen en cuatro: defender un punto, matar a ciertos delincuentes, rastrear a alguien o re-activar tecnología que está apagada. O una combinación, nada especialmente interesante. Peor aún, las misiones principales siguen el mismo camino, pero con una dificultad mucho mayor. Afortunadamente el jugar con amigos y el hilo de la historia son lo bastante interesantes como para aliviar un poco la repetitividad. La AI es bastante pobre (frecuentemente solo se te avienta encima para que le puedas vaciar el arma encima), y Ubi trató de componer esto con el “amontonamiento” y brindándoles grandes cantidades de HP.
Las armas, habilidades y equipamiento es lo que te van a salvar el pellejo, por lo que es la mecánica más profundamente trabajada del juego. A través de recompensas, cofres y looteo es que te haces de armas, materiales y piezas. Además, en cualquier casa segura o base de operaciones hay todo un tropel de militares que te ofrecen opciones para la mejora constante. Nuevas opciones, crafting, modificaciones. Tendrás que hacer un interesante juego de balance entre el daño que haces, tu salud y tu habilidad. Algunas armas y equipamiento suben una categoría y bajan otra, por lo que tendrás que probar para ver cuál se acopla más a tu estilo. Cientos de opciones hacen de una verdadera diversión estar probando y cambiando a cada rato. También podrás modificar el equipamiento y las habilidades, así como elegir una gran variedad de éstas últimas (¿una pistola curativa? ¿un escudo? ¿una ametralladora que te asista?) Las opciones de diferentes builds son cientos, por lo que estarás seguro de que cada jugador es completamente diferente.
Ya entrado en tu nueva labor, pronto te llamará la atención entrar a Dark Zone, el componente PvP de The Division. Tiene mecánicas interesantes: ahí consigues el mejor equipamiento de todo el juego, tiene su propio sistema de niveles y de moneda, y para poder conseguir los materiales tendrás que “extraerlos”. Tienes que llamar a un helicóptero y sobrevivir el tiempo suficiente para que llegue. La DZ es una jungla sin reglas, todo el mundo entra a matar a los demás agentes y robarse lo que traigan… ¡incluso puedes matar a tus compañeros! Una constante sensación de peligro acompañada de la promesa de los mejores objetos del juego hacen que sea una opción bastante seductora para pasar gran parte de tu tiempo. Lamentablemente, -al menos de momento- la DZ no tiene una dirección. Simplemente se trata de entrar, conseguir lo que puedas, extraer, y salir. Es un proceso que tal vez se pueda volver cansado.
The Division apunta a esa nueva tendencia de los shooter-MMORPG que comenzó Destiny. Es una plataforma prometedora, un lugar para juntarte con tus amigos e ir en equipo a misiones o la DZ para subir niveles, conseguir habilidades y las mejores armas y equipo. Ciertamente, la repetitividad de las misiones, los bugs, la falta de “personalidad” de la ciudad y la atroz AI aquejan el título. Pero el profundo sistema para poder personalizar hasta el más mínimo detalle de tus armas y habilidades, hacen que The Division, aunque no perfecto, sea un juego bastante adictivo. Definitivamente deberemos de seguirle la pista al juego mientras más pase el tiempo, expansiones y DLC deberán de reforzar el éxito que ha logrado en su lanzamiento.
Pros:
+ Historia interesante
+ Sistema profundo de personalización
+ Facilidades para realizar matchmaking de manera eficaz
Contras:
– Misiones repetitivas
– AI bastante pobre
– La ciudad se siente “vacía”