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Probamos la beta Multiplayer de Homefront: The Revolution y te contamos qué tal estuvo.

Probar juegos en su estado beta, es decir, aún sin terminar, ha sido una práctica recurrente sobre todo en la actual generación de consolas. Después de probar Tom Clancy’s The Division y el nuevo reboot de Hitman, toca turno a una saga que vuelve después de algunos años y estamos hablando de Homefront: The Revolution ¿Valdrá la pena? Te lo haremos saber a continuación.

Podrías decir que el juego tendría un potencial extraordinario y así es,. Sin embargo, problemas como bugs, pocas opciones de personalización, caídas tremendas de frame-rate y gráficos reminscentes a los primeros juegos de la generación anterior de consolas, nos han dejado bastante decepcionados.

¿En qué consiste la beta?

La beta del juego nos brinda la oportunidad de probar 3 misiones del juego hasta su estado actual,  que, de manera cooperativa pudimos completar con la ayuda de otros 3 jugadores, cumpliendo con ciertos objetivos como recuperar vehículos para nuestra causa o escapar de una emboscada de tropas Norcoreanas.

Desde el inicio del juego podemos elegir entre un operativo masculino o femenino, eligiendo las facciones del rostro y mínimas apariencias físicas así como el color del uniforme.

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El equipamiento de nuestro “revolucionario” puede ser modificado a nuestro antojo, claro, siempre y cuando contemos con el equipo táctico.

Conforme derrotamos enemigos ganamos una calificación al final de cada misión lo que nos permite comprar distintos paquetes de equipamiento, modificaciones de armas, nuevas armas o un paquete que contiene un poco de todo.

Las modificaciones a las armas podemos realizarlas a mitad de un tiroteo y adaptarlas a nuestras necesidades.

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Podemos modificar nuestras armas a nuestro antojo durante la batalla.

Entre las armas que pudimos probar nos encontramos con las ya clásicas: Un rifle de asalto, una ametralladora pesada, escopetas, rifles de francotirador, una pistola entre otras.

Las misiones se antojan bastante cortas y simples, oscilando entre los 10-15 minutos dependiendo de tu habilidad y la dificultad elegida, así como el tipo de compañeros que te osen acompañar.

Gameplay

Muchos opinan que Homefront: The Revolution no hace honor a su subtítulo, pues nada de revolucionario podría resultar de sus mecánicas: Enemigos con una IA bastante pobre (Tan pobre como un vagabundo lleno de deudas), soldados que se apresuran a ir hacia a tí sin más, haciendo los mismos sonidos una y otra vez, armas difíciles de apuntar, cuyo uso de modificaciones cambia poco su utilización, munición que se va volando en cuestión de segundos, e incluso nos vimos una que otra vez con enemigos que se resistían a morir al impactarlos con nuestra motocicleta. Soldados Norcoreanos dignos de Terminator.

Aunando a que no pudimos probar ese toque de mundo abierto que tanto se presumía anteriormente, las misiones que jugamos se antojaban bastante aburridas y que podíamos cumplir simplemente con una táctica “Spray-n-Pray” o “llénalo todo de balas”. Las armas tampoco infieren un cambio radical de Gameplay, pues todas y cada una cumplen su función, matar enemigos.

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También podemos utilizar nuestras manos para abatir enemigos, aunque con pocas probabilidades de lograrlo, pero resulta satisfactorio ver distintas animaciones al luchar cuerpo a cuerpo contra las tropas Norcoreanas.

Al terminar cada misión una serie de galardones nos son entregados, que se traducen en dólares a nuestros bolsillos y que ayudarán a la causa para comprar paquetes de ayuda como los que mencionamos anteriormente.

Apartado gráfico

Te preguntarás ¿Qué onda con el apartado gráfico? Debemos decirte que no es nada del otro mundo, de hecho, no es tampoco nada de cualquier otro mundo, pues los gráficos del juego se antojan bastante simplones con texturas muy pobres para la actual generación de consolas y que, en ocasiones, se asemejan a aquellas vistas en títulos de la generación anterior de consolas, no queremos decir que sea extremadamente malo, sólo que no suena lógica su exclusividad para la actual generación de ser así.

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Las texturas se antojan un tanto pobres.

Con texturas que desaparecen, bajones tremendos de Framerate en ocasiones, partes del cuerpo que suelen desaparecer. Homefront: The Revolution hasta éste estado se encuentra deplorable, esperemos que Deep Silver sea capaz de remediarlo para su lanzamiento.

No todo es malo, pues, la iluminación que podemos apreciar luce genial, desde un coche incendiado y las llamaradas que arroja, hasta el láser de un rifle francotirador enemigo apuntándote a los ojos e incluso el fogonazo que crean tanto tus armas como las de las tropas de enemigos, un punto positivo para el apartado gráfico pero, que no logra salvarlo de sus tantas deficiencias.

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La iluminación resulta en un punto positivo para el apartado gráfico.

Apartado sonoro

Los sonidos de disparos resultan satisfactorios; otro de los puntos positivos para Homefront: The Revolution es sin duda el apartado sonoro, desde los pasos en pavimento y grava, los sonidos al recargar nuestra arma o los disparos que realizamos nos hacen sentirnos en realidad en un campo de batalla verdadero.

Aunque, no todo es color de rosa, pues, la repetición de ciertos sonidos acaba por cansarnos en cuestión de un par de minutos, pues, los enemigos siempre repiten el mismo grito de guerra, tal parece que el entrenamiento del supremo lider Kim Jong Un no da para más por lo que sus soldados deben gritar siempre lo mismo ya sea para amedrentar a sus contrincantes o aburrirlos hasta el cansancio, que, en ésta ocasión lograron lo segundo y vaya que lo hicieron.

Conclusión

Deep Silver tiene mucho trabajo por hacer después de mostrarnos los funestos resultados de un trabajo apresurado. No muchos esperaban una secuela de Homefront y ahora podemos ver por qué, pues no mentimos al decir que nos ha decepcionado con mecánicas repetitivas, un apartado gráfico deficiente, enemigos tontos y predecibles que se arrojan hacia nosotros sin pensarlo y por supuesto, varios problemas de rendimiento como bajones de Framerate o texturas que suelen desaparecer.

Todo queda a criterio propio como comprador, sin embargo, te sugerimos esperar un poco y checar el producto final una vez sea lanzado, pues, hasta ahora y después de probar la beta, Homefront: The Revolution nos ha dejado con un amargo sabor de boca.

JY