Oddworld: Soulstorm es una reimaginación de un clásico de 1998, pero no reimaginaron sus partes más frustantes
En 1997 se lanzó Oddworld: Abe’s Oddysee, un juego de plataformas que obtuvo su buen séquito de seguidores. O por lo menos los suficientes para que llegara su secuela, Abe’s Exoddus.
Ahora, como en esta época los clásicos se niegan a morir, en el 2014 se lanzó Oddworld: New ‘n’ Tasty, una reimaginación de Abe’s Oddysee. Y, siete años después, con sus respectivos retrasos, llega la secuela de New ‘n’ Tasty, que a su vez es una reimaginación de Abe’s Exoddus. Su nombre es Oddworld: Soulstorm.
El regreso de Abe
Este juego toma lugar después de los acontecimientos de New ‘n’ Tasty. Abe liberó a su especie Mudokon de RuptureFarms para evitar que fueran comidos. Pero por supuesto que Molluck, dueño de RuptureFarms, no se quedará con los brazos cruzados.
A pesar de que se basa en un juego clásico, la mayor parte del contenido de Soulstorm es nuevo. Para que te des una idea, el juego de 1998 tomaba como 10 horas para terminarse, mientras que Soulstorm es casi lo doble.
Ahora, en cuanto a jugabilidad, Oddworld: Soulstorm es, en esencia, un juego que mezcla plataformas con puzzle, combinando mecánicas nuevas, otras de Abe’s Exoddus y hasta de Munch’s Oddysee.
El jugador, controlando a Abe, tiene como tarea avanzar por sus intrincados niveles en dos dimensiones. Y, después de un rato, el objetivo principal se vuelve que los Mudokons que te siguen lleguen a su destino sin morir.
– Oddworld: Soultorm, al igual que New ‘n’ Tasty, básicamente es un juego sobre escoltar. Prepárate.
Aquí hay recolección de objetos para construir objetos que te ayudarán en tu travesía. Hay que prender fuegos, apagar fuegos, cantar para activar switches o poseer enemigos; todo acomodado de cierta forma que es un puzzle en sí.
Brebajes de la frustración
Como podrás imaginarte, en Oddworld: Soulstorm hay mucho de prueba y error. La mayoría de los juegos que se basan en esto confían en la gran satisfacción que te da lograrlo al fin… pero aquí no me pasó.
Los controles fueron mejorados si lo comparamos con pasadas entregas, pero no lo suficiente. Varias veces me confundí de botones, lo cual resultó en muchas muertes. Y, cuando creía que al fin lo había logrado, sucedía algún bug o la inteligencia de los enemigos no reaccionaba como debería, provocando más muertes frustrantes.
Sin duda, lo que más me mató es que en muchas ocasiones tienes que ser ágil y sigiloso; y no se puede cuando Abe hace todo lo posible por no caer de una orilla. A veces hasta se siente que tienes que rogarle para que baje al siguiente nivel.
La mayor parte de las muertes las sentí como error del juego, en vez de una lección para mejorar mi habilidad-
Y, bueno, es importante mencionar que tus compañeros Mudokons no tienen mucha pericia y se pueden morir por lo que sea. Lo cual hace las cosas aún más frustrantes, pues hay niveles adicionales a los que solo puedes acceder si sobreviven suficientes Mudokons. Y también hay dos finales.
Contando sobrevivientes en Oddworld: Soulstorm
La serie de Oddworld tiene una vibra fascinante: si bien nos habla de un mundo fantástico y como bien indica el título, es extraño, en realidad es un reflejo de nuestra propia sociedad.
Es difícil no entender y encariñarse con Abe y la lucha por su gente, después de todo han sido oprimidos y tratados como esclavos y carne de cañón. Por su arte e historia, realmente es una pena que la jugabilidad y el sonido no se hayan podido poner a la par.
A pesar de lo mucho que me gusta el mundo de Oddworld y sus extravagantes personajes, no disfruté la mayor parte de mi estadía en Soulstorm. Los controles torpes, la repetición y los picos de dificultad hacen de esta experiencia algo tedioso y merma cualquier sensación de logro. Porque a veces, cuando al fin lo logras… te mata un bug, a ti y a todos tus Mudokons.
Jugamos Oddworld: Soultorm en PS5. También está disponible en PS4 y PC. En este momento se puede descargar de forma gratuita con PS Plus.