No todo son nórdicos y Cristianos
Assassin’s Creed Valhalla llegó al mercado con una buena recepción de parte del público, ya que siguió fielmente el camino marcado por sus antecesores aunque esta vez con una historia de vikingos.
La campaña nos mostró el duro camino para que este grupo de guerreros se estableciera en Inglaterra, y algo que siempre resaltó fue el choque cultural de ambos pueblos.
Assassin’s Creed Valhalla: Wrath of the Druids lleva todas las mecánicas del juego original a Irlanda, en donde veremos más a detalles el problema de estas diferencias religiosas aunque con varios giros que te atraparán de inmediato.
Un nuevo país, un nuevo desafío
La historia de este DLC comienza con un misterioso mensaje enviado a través de un comerciante, en donde alguien que parece conocer a Eivor pide su ayuda para resolver unos cuantos asuntos.
Para comenzar necesitarás tener mínimo nivel 55, así que cuando quieras irte bastará con buscar a Azar en el puerto. No importa si eres de nivel más alto, la dificultad se ajusta a ti.
La ciudad que te dará la bienvenida es Dublín, en donde Eivor se encuentra con su primo Barid quien ahora rige dicho asentamiento con bastante éxito, aunque no libre de problemas.
Tu misión principal será la de ganarte el favor del gran rey Flann Sinna, y de esta forma, lograr que el reinado de tu familiar se una bajo un mismo estandarte.
Mecánicas y misiones fieles al original, aunque con algunos giros
Como ya te imaginarás, el funcionamiento de las misiones es idéntico a la versión ‘vanilla’ de Assassin’s Creed Valhalla, es decir, que deberás buscar objetos en cierto lugar, seguir pistas de algún suceso o aniquilar enemigos en una base, pero eso no es todo.
Como uno de tus objetivos es ganarte el favor del rey y ampliar la presencia de Dublin, podrás capturar puestos que producen recursos, mismos que podrás intercambiar mediante el comercio por otros más raros.
Si te gustó la mecánica de mejorar puestos en Ravensthorpe, tendrás algo similar en Wrath of the Druids, aunque esta vez dichos aumentos serán para la producción de ciertos artículos.
El saqueo sigue siendo importante, así que prepara a tu tripulación porque van a trabajar mucho.
Un poderoso enemigo se alza entre la niebla
Algo que le faltó a Assassin’s Creed Valhalla fue profundizar en el tema de las diferencias étnicas y religiosas de los pueblos. Vamos, el tema siempre estuvo presente pero no de la forma en que lo maneja Wrath of the Druids.
Nada más iniciando te encontrarás con el conflicto entre cristianos y nórdicos, pero conforme avances en la historia las cosas se pondrán más turbias.
Esta vez no enfrentarás a la Orden de los Antiguos, pero en su lugar estará un pueblo marginado que te pondrá en aprietos.
Los Hijos de Danu nos mostrarán uno de los conflictos principales, ya que el mundo que se está formando no parece contemplarlos, y por lo tanto, establecen su resistencia.
Estos druidas no son rivales comunes, pues al pelear con el apoyo de un misterioso gas, provocan que Eivor tenga alucinaciones en donde se muestran como poderosos seres de otro mundo.
Combatirlos te exigirá un poco más de habilidad que los enemigos originales, así que aprende a leer sus movimientos para que no te tomen desprevenido.
Una historia con un mensaje más complejo
Como ya te mencioné, Assassin’s Creed Valhalla: Wrath of the Druids nos presenta de frente con un problema cultural y religioso, no solo entre cristianos y nórdicos, sino con los pueblos originarios de Irlanda.
Los Druidas, quienes no parecen encajar en ninguno de los dos bandos, presentan un problema a la corona, así que serán el eje de varios sucesos.
Este punto de vista lo veremos principalmente a través de los ojos de Ciara, un nuevo personaje que, además de ser el interés romántico de Eivor, funciona como parte fundamental de la historia de este DLC.
Bellos paisajes fieles al diseño original
Aunque notarás muchas similitudes entre la apariencia de Inglaterra e Irlanda, esta última tiene su propio encanto, mostrándonos ciénagas llenas de niebla y campos en los cuales puedes encontrar varios secretos.
Las construcciones tienen su propio estilo, o al menos las más grandes, pues las casas pequeñas lucen muy similares a las del país vecino.
Sin duda encontrarás varios escenarios dignos de sacar provecho del modo foto.
Assassin’s Creed Valhalla: Wrath of the Druids es fiel, pero no resalta mucho más allá
Este primer DLC promete que tendrás alrededor de 15 horas de juego, en las cuales verás una historia de intriga y muchas implicaciones culturales.
Enfocarse en esta problemática hace que tengas momentos verdaderamente de conflicto interno, así que podemos decir que se logró de una forma decente.
Las misiones del juego se mantienen muy similares a las del original, así que tus objetivos rara vez saldrán de las mecánicas de asesinato, búsqueda de personajes y destrucción de elementos.
La forma en que agregaron el comercio y su forma de progresar hacen que no se sienta como algo extraño, así que puedes divertirte un buen rato saqueando monasterios para aumentar tu producción de bienes.
En resumen, Assassins Creed Valhalla: Wrath of the Druids cumple fielmente lo que todos esperábamos. Es coherente con la premisa del juego y sus mecánicas, pero no da un paso adelante que lo haga sentir como algo innovador.
Sin duda te la pasarás bien, así que es un must si quedaste impresionado con las aventuras de Eivor.
*Esta reseña se realizó en Xbox One.
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