Un buen homenaje que se vuelve repetitivo
Predator, conocido en español como ‘Depredador’, se convirtió en un personaje icónico del cine al final de la década de los 80, pues este cazador extraterrestre fue capaz de ponerse a tú por tú contra Arnold Schwarzenegger.
A pesar de su éxito, casi no fue tomado en cuenta dentro de los videojuegos, pues recibió unas pocas adaptaciones en Commodore 64, NES y hasta en celulares.
En mayo de 2019 PlayStation anunció la llegada de Predator: Hunting Grounds, un multijugador asimétrico que prometía traer toda la emoción de la película a consolas, y aunque resultó ser un buen homenaje, las mecánicas no lo ayudaron mucho.
La compañía encargada de este título multijugador es Illfonic, quien anteriormente lanzó al mercado Friday the 13th: The Game, el cual recibió críticas mixtas de parte de los medios especializados.
Lo que nadie pudo cuestionar, es que la ambientación y el diseño de los personajes, así como sus habilidades, habían respetado mucho la película.
Tomando en cuenta todos los aprendizajes obtenidos, los desarrolladores pusieron manos a la obra con Predator el cual está cargado de nostalgia y también errores.
El mejor modo de llevar a Predator a los videojuegos
Aunque son varias las películas que se han adaptado a los videojuegos, Predator tenía un planteamiento que difícilmente podría reflejar en los gamers la sensación de ser acechado todo el tiempo, al menos con un título narrativo.
Por ello, los desarrolladores decidieron aprovechar la fórmula del multijugador asimétrico y crear una verdadera zona de caza en donde tanto los soldados como el Depredador tuvieran condiciones similares.
Predator: Hunting Grounds permite a los jugadores escoger el bando de los militares o del poderoso cazador, cada uno con sus propios objetivos y misiones.
Si escoges formar parte de las fuerzas armadas tendrás que cumplir una serie de misiones que implicarán destruir evidencia, eliminar enemigos y hasta custodiar zonas por algunos minutos, aunque también podrás optar por acabar con el Depredador y llevarte su cuerpo.
Las cosas son diferentes al jugar con el alienígena, pues aquí tu único objetivo será destruir a tus rivales mediante el uso de armas avanzadas y recoger sus cráneos como trofeo.
Un fiel homenaje a las películas
Una de las primeras cosas que llaman la atención, es que tanto la música como los efectos especiales remiten de inmediato a la película de 1987, pues el videojuego está cargado de referencias.
Basta con jugar como el Depredador para notar que los sonidos de las armas e incluso de herramientas como el camuflaje y la visión térmica conservan la apariencia que vimos en la cinta.
No conformes con esto, el diseño de armas e incluso la forma en que el cazador se cura también nos remiten a la fuente original.
Del lado de los militares las referencias no son tan espectaculares, pues aunque esperábamos la presencia de Arnold Schwarzenegger, no fue incluido en el juego.
A pesar de esto es posible encontrar diálogos y hasta el icónico apretón de manos de Dutch y Dillon.
Una arena interesante pero con varios problemas
Predator: Hunting Grounds sitúa a ambos bandos en un paisaje selváticoa, en donde la vegetación es abundante y los asentamientos armados son escasos.
Tanto militares como el Depredador iniciarán en puntos diferentes del mapa, así que la primera fase será el rastreo, mismo que se realiza gracias a la visión térmica y a un pulso que revela la posición de los rivales por unos minutos.
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La mayoría de los encuentros se llevan a cabo en los puestos rebeldes o del ejército, pues es aquí donde los soldados tienen que cumplir por algunas misiones determinadas por el mapa elegido.
Como buen cazador, cuentas con un camuflaje óptico que te hace invisible, pero no imperceptible, ya que tu silueta aparece al moverte y al contacto con el agua; además, emites un ligero ronroneo cada vez que acechas a tu presa.
El primer problema llega a la hora del desplazamiento, pues aunque cuentas con una gran cantidad de ramas y árboles para escalar, las mecánicas no siempre te permiten ir al lugar que deseas.
De vez en cuando acabarás cayendo de las alturas de forma involuntaria y hasta saltando de un lugar a otro al no poder alcanzar el lugar deseado.
Bugs depredadores
Predator: Hunting Grounds no se salva de los bugs, y aunque no son tan frecuentes, pueden arruinarte la partida.
En varias ocasiones fuimos víctimas de atascamientos, pues llegamos a caer en pequeñas zanjas que no nos permitieron salir hasta el final de la partida. Estas se encontraban regularmente sobre rocas y montículos en el paisaje.
Otra gran dificultad es que las colas para partidas suelen ser muy largas, sobre todo para el Depredador, y lo peor, es que a la hora de cancelar suele presentar fallas.
Como parte del equipo militar los problemas no fueron tan grandes, aunque hubo algo que nos incomodó después de algunas horas de juego.
Un ciclo repetitivo de misiones
La idea de darle objetivos a los soldados en lugar de simplemente buscar al Depredador como un juego de escondidas es genial, pues obliga los jugadores a combatir y arriesgarse en varias ocasiones.
Lamentablemente, después de unas cuantas horas todo se vuelve extremadamente repetitivo pues las misiones varían muy poco.
Por supuesto que subir de nivel y desbloquear armas y equipo sirve como motivación, pero una vez que alcanzas un nivel alto te das cuenta de todo se mantiene igual.
Es aquí en donde radica el mayor problema de Predator: Hunting Grounds, pues a pesar de la existencia de clases tanto en los soldados como en el Depredador, no brindan la suficiente variedad para mantenerte cautivo.
Una experiencia que inicia tarde
Predator: Hunting Grounds tiene un inicio extremadamente lento, sobre todo para el Depredador, pues en los primeros niveles es una presa relativamente fácil para un equipo organizado de soldados.
Al no contar con un armamento tan extenso, en ocasiones se siente como si existiera un problema de balance, pero es temporal.
Esta impresión desaparece conforme subes de nivel y obtienes nuevas herramientas, mismas que te permiten separar al equipo de soldados y crear oportunidades de ataque.
Por desgracia, esto no ocurre hasta superar el nivel 15 y se cristaliza sobre el nivel 45, lo cual implica muchas horas de juego y de actividades repetitivas.
Un buen homenaje que necesita variedad
Predator: Hunting Grounds hace un trabajo espléndido a la hora de sumergirnos en la atmósfera de la obra original, pues el trabajo de audio y efectos especiales es maravilloso.
Los guiños a las películas son variados y reconocibles por los fans, pero el juego sufre un terrible golpe al mostrar una experiencia con pocas variantes y a la cual es necesario dedicarle varias horas para sobresalir.
Esta sensación de desbalanceo causada por la falta de herramientas en los primeros niveles puede ocasionar que abandones el gusto por jugar como el Depredador, pero te aseguramos que en niveles superiores disfrutarás mucho la experiencia.
Illfonic hace muy bien su trabajo de adaptación, y esperamos que en el futuro agregue nuevos mapas, misiones y armas para que las partidas no sean tan repetitivas.
Esta reseña se realizó en PlayStation 4.
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