Compartir

Concrete Genie te hará sonreír como pocos juegos lo logran

Desde que Concrete Genie fue presentado durante la Paris Game Week hace dos años, llamó de inmediato la atención de propios y extraños.

¿Por qué? Porque al igual que otros títulos, se convirtió en uno de los candidatos para afirmar que los videojuegos sí son una obra de arte.

Tonalidades oscuras que contrastaban con grafitis coloridos hechos con un pincel mágico, en un mundo lleno de sombras y mala vibra… la verdad es que no sonaba nada mal.

Ash de Concrete Genie
Y llamó más la atención por su calidad de animación. Imagen: Pixelopus

Después de su retraso –que me dejó bastante triste y le perdí la pista-, finalmente tuve la oportunidad de jugar la versión completa, y he de decir que no me decepciona en lo absoluto.

Concrete Genie: Fantasía y problemas reales

Si bien tengo entendido a la perfección que los videojuegos, en su mayoría, plantean historias de ficción, sé que no por ello evitan tocar temas de la vida real.

Uno de los ejemplos para este caso es Life is Strange, que, aunque plantea viajes en el tiempo y demás, toca temas sensibles como la depresión, suicidio, abusos y demás.

Concrete Genie logra hacer un perfecto contraste entre los colores y temas serios, que, en la perspectiva de Ash, el protagonista, iremos descubriendo poco a poco.

La historia que nos plantea este juego desarrollado por Pixelopus, un pequeño estudio de Sony, se centra en Ash y el antes hermoso y ahora hecho un desastre pueblo de Denska.

De inmediato, veremos que el mundo que nos rodea está en ruinas. Lo que solía ser un pueblo pesquero con mucha actividad y felicidad, ahora es el basurero de Satán y el patio de juego de adolescentes abusivos.

Ash y su arte en Concrete Genie
Poco a poco notarás el contraste entre los colores. Imagen: Pixelopus

Todo el mundo se fue, y prácticamente, lo único vivo de este pueblo se encuentra en los recuerdos que Ash guarda en su memoria, en la mayoría, gracias a las historias que sus padres le contaron.

Nuestro protagonista es un apasionado por el arte, y es por ello que la mayoría del tiempo se le puede ver realizando sketches en su cuaderno. Todo bien, hasta que los abusivos de la historia terminan por romper su cuaderno, con todo y sus ilusiones.

Esto, más que desanimarlo, lo llevará a conocer una parte oculta dentro del pueblo de Denska, una que, según las historias, estaba habitada por algo desconocido; aquí encontrará un nuevo amigo y la solución a los problemas del pueblo.

Historias de fin de semana

¿Recuerdas que mencionamos que el pueblo estaba hecho un desastre? Una vez que lo empieces a jugar te darás cuenta de todo.

A nivel superficial, es posible ver el estado de abandono de los negocios, los recipientes de la basura y manchas de aceite en el puerto pesquero del lugar. Todo lo anterior provocó que sus habitantes se fueran.

Pues bien, aquí es donde la historia se torna un poco cliché, y no, eso no es malo, al contrario, es una de las razones por las que más nos llamó Concrete Genie: el uso de los colores y el arte para reparar los daños.

Luna de Concrete Genie
Dibujos que cobran vida. Imagen: Pixelopus

Conforme Ash busca recuperar las páginas de su libreta, nota que una de sus creaciones, Luna, ha cobrado vida; casi de inmediato, ésta le encomienda un pincel especial que ayudará a traer de vuelta a la vieja gloria de la ciudad.

A partir de aquí, tu tarea se centrará, básicamente, en iluminar –casi- por completo la ciudad, con una serie de ilustraciones que se sienten muy bien, como pasto, plantas, auroras boreales (¿?), fuego y árboles.

A lo largo de tu aventura, encontrarás más páginas de tu libreta, que te abrirán nuevas posibilidades y conocerás en vida propia a varias de las ilustraciones que nuestro protagonista creó por medio de su imaginación.

No todos los genios se encuentran en una lámpara

Concrete Genie plantea una mecánica interesante respecto a la pintura que nos recuerda mucho a juegos como Epic Mickey, sin embargo, no se estanca ni limita en el uso de la pintura.

Al igual que Luna, hay otros personajes que pueden cobrar vida para ayudarnos en nuestra aventura. Ellos cobrarán vida una vez que el juego los requiera, y desbloquearás diseños base una vez que encuentres páginas de tu cuaderno.

Estos seres se llaman “Genios”, y dependiendo de su color, te serán útiles para ciertos acertijos. Por ejemplo, los rojos pueden quemar lonas y abrirte el paso, los de color azul mover cosas con el viento, y, finalmente, los amarillos que poseen el poder de la electricidad.

Pueblo chico, pincel grande. Imagen: Pixelopus

La mayoría de las secciones en el juego requieren de la ayuda de estos seres para abrirte camino, pero, de igual forma, tú debes facilitarles rutas para que puedan llegar hasta a ti.

Ellos sólo pueden desplazarse en paredes continuas, y algunas de ellas están cubiertas con una oscuridad más densa que la pintura normal no borrará.

¿Solución? Haz feliz a tus genios y ellos te darán Súper Pintura capaz de eliminar hasta el negro más profundo.

Las mecánicas del juego son simples y secuenciales. Ir de un punto A a un punto B, eliminar oscuridad y repetir. Cada sección concluye con un elemento llamado “Obra Maestra”, que es, a grandes rasgos, un freestyle de tus habilidades de pintura.

Una gran obra de arte opacada por la duración

Si bien mencioné con anterioridad que Concrete Genie no me decepcionó en lo absoluto, debo decir que uno de sus puntos negativos se encuentra en la duración.

Aproximadamente, te tomará unas cinco o seis horas terminarlo. Es un juego pequeño, muy bien hecho, pero muy corto a mi parecer.

En estas horas, aunque me divertí bastante y sonreí en repetidas ocasiones al ver el progreso de mis acciones (porque de verdad, se nota), sentí un cortón en la experiencia cuando lo terminé.

Cabe destacar que Concrete Genie no es un juego AAA ni un título “Full Price”, sin embargo, me hubiera gustado experimentar más con este juego.

Refuerzo el anterior punto porque, casi al final del juego, se exploran y explotan más mecánicas que hubiera sido interesantes tener un poco antes de la última hora de juego.

La historia es simple y no necesita más, sin embargo, mucho del contexto se encuentra regado en periódicos a lo largo del pueblo, que, desafortunadamente, no pueden leerse con precisión.

A pesar de que PlayStation ha hecho un buen trabajo con las traducciones al español de sus juegos, donde hasta los panfletos tienen lenguaje español o captions, aquí no pasa.

Es una verdadera pena, porque si una persona no acostumbrada al idioma inglés se acerca, pueda no encontrar mucha historia en este gran juego.

Textos como este serían de utilidad en los periódicos. Imagen: Pixelopus

El apartado gráfico, sin lugar a dudas, es el que se lleva las palmas. Si buscamos arte en videojuegos en internet, Pixelopus debería aparecer ahí.

En general, es una experiencia fresca que llega para una generación de títulos llenos de acción, disparos y magia en tierras extrañas.

Como último punto y no por eso menos importante, el juego es compatible con PlayStation VR, que, si bien no fui fan, creo que es un excelente experimento con las herramientas que ofrece.

Concrete Genie es un juego que guardarás en tu corazón una vez que decidas probarlo.