Animal Crossing: New Horizons toma inspiración de los mejores elementos de sus antecesores y se lanza en el momento que más lo necesitábamos
En estos tiempos los videojuegos han tenido un papel importante para la salud mental de las personas. En una época donde no se recomienda el contacto físico y hay pocas certezas del futuro, este pasatiempo ha sido una forma de distraer, mientras se convive con familiares y amigos dentro de un entorno seguro.
Por fortuna, justo cuando las medidas de cuarentena comenzaban a reforzarse en América, llegó Animal Crossing: New Horizons al Switch, la nueva entrega de esta singular franquicia de Nintendo. Personalmente, no exagero al decir que ha sido una clase de ventana abierta para mi confinamiento.
En estos momentos suena más atractivo que nunca salir a pescar, atrapar insectos, plantar árboles, convivir con tus amigos y tus vecinos o simplemente disfrutar una lluvia de estrellas. Pero, ¿de qué va este juego que ha inundado las redes sociales y qué tan mejorado está en comparación con sus antecesores?
¿Qué es Animal Crossing?
Todavía hoy me sorprende que Nintendo haya decidido traer a América la primera entrega de Animal Crossing en el 2001.
Estamos hablando de una época donde los indies estaban prácticamente confinados a la PC, los simuladores de vida eran un nicho aún más pequeño y no había juegos de celular que nos acostumbraran a mecánicas donde el tiempo en la vida real y en el juego transcurran de forma paralela.
Si hoy Animal Crossing puede lucir un poco extraño, en ese entonces se sentía como lo más raro que podría salir para GameCube.
En ese título (y todos los de la serie principal), tomas el papel de un aldeano que llega a vivir a un nuevo sitio. Sin mostrar sorpresa alguna, resulta que todos tus vecinos son animales parlantes.
Poco a poco crecerá tu casa, obtendrás nuevas vestimentas, donarás importantes especímenes al museo local, y en general mejorarás el pueblo que se convertirá en tu hogar.
Conquista de una isla desierta
Han pasado muchos años, dispositivos y entregas desde su debut en el 2001. Y con todo esto Nintendo ha aprendido lo suficiente para asegurarse que New Horizons sea la mejor entrega de la serie hasta ahora. Vemos por aquí y por allá elementos que ya vimos en los juegos pasados, así como nuevas mecánicas.
New Horizons, como buen Animal Crossing, está diseñado para disfrutarse lento y hasta en sesiones cortas. Nintendo quiere que juegues hasta menos de una hora por día, pero espera que esto sea tu rutina de años.
Puede que un día solo hayas regado tus flores, pero se siente como un progreso: como que tu esfuerzo será recompensado a la larga.
La forma de forzar una rejugabilidad tan ambiciosa es empezando desde cero. New Horizons en específico está hecho para que la progresión sea literalmente desde el inicio: tu aldeano llega a conquistar una isla desierta donde literalmente no hay nada más allá de árboles, hierbas y, sobre todo, mucho potencial.
Tendrán que pasar días en la vida real (y en paralelo con el juego) para que puedas abrir construcciones tan básicas en títulos pasados, como el museo o la tienda local.
La forma de avanzar es mediante la construcción, desde edificaciones, hasta muebles y herramientas; pero para lograrlo antes tendrás que acaparar la mayor parte de recursos de la isla y farmearlos será parte de tu rutina diaria.
Animal Crossing: New Horizons y sus novedades
Además del énfasis en la construcción (traído de Pocket Camp, la entrega de celular), una de las mayores y mejores adiciones de Animal Crossing: New Horizons son las Millas Nook, otra moneda adicional a las bayas que puedes cambiar por objetos y acciones especiales.
Se le otorgarán Millas de Nook al jugador prácticamente por hacer cualquier cosa en Animal Crossing.
Esta es una gran forma de motivar al jugador a que lo pruebe todo y no solo se enfoque en acciones que le pueden traer bayas de forma inmediata, como pudo haber sucedido en juegos pasados.
Sin embargo y a pesar de tanta rejugabilidad, después de varios días es inevitable que se haga pesado sacar recursos de los árboles y piedras. Justo como la vida real, llega la rutina.
Para algunos, el hecho de que tienen que pasar días para hallar algo nuevo puede ser aburrido, pues recordemos que no solo hallarás diferente flora y fauna mientras pasen las estaciones del año, además Nintendo organizará eventos especiales como en Navidad o Pascua, pero… eso no está sucediendo ahora.
Y aquí es cuando Animal Crossing: New Horizons brilla por su personalidad.
Cuando pensaba apagar el juego, llegaba un vecino a amenizar mi estancia en la isla. Y cuando ya estaban hartos de mí, era momento de jugar con personas reales.
La parte social de Animal Crossing: New Horizons
A pesar de que no suelo jugar títulos en línea, ni cooperativo ni competitivo, Animal Crossing tiene un encanto que es difícil de resistir. A partir de New Leaf, la pasada entrega principal para 3DS, comencé a jugarlo con amigos y la experiencia mejoró enormemente.
Ahora, en plena cuarentena, visité e invité a mi isla a varios amigos. Lo mejor es que hasta 8 pudimos estar en la misma sesión.
Sí: Nintendo sigue siendo Nintendo y hay varias limitantes que poco a poco van siendo menores. Por ejemplo, para hablar con tus amigos por chat de voz, es necesario que bajes la aplicación de Nintendo Switch Online.
Esta limitación se resolvió fácil, pero luego nos dimos cuenta de una ausencia sin solución inmediata: lamentablemente, una vez que conocimos nuestros pueblos e intercambiamos las frutas que teníamos, se fue mucha de la emoción.
Por extraño que parezca, en Animal Crossing: New Horizons NO hay minijuegos multijugador como sucedió en New Leaf. Todavía hay posibilidad que Nintendo expanda esto con alguna actualización, pero hasta ahora, esta carencia es lo más doloroso de esta nueva entrega.
¡Ahora en español!
Animal Crossing: New Horizons viene con la novedad del doblaje en español… bueno, los subtítulos. Para todas las regiones estos animales siguen hablando en su propio y tierno idioma.
A pesar de que la localización tiene ciertos estándares que no dejan de mejorar en videojuegos, el trabajo de New Horizons en realidad me sorprendió.
Además de frases más locales como ‘compi’, hallarás chistes locales. En mi caso, mi vecino Serafino no dejaba de mencionarme su antojo por taquitos.
No importa si sueles jugar los títulos en su idioma original. Recomiendo ampliamente probar Animal Crossing: New Horizons en español latinoamericano.
Vida isleña
A nivel técnico, Animal Crossing: New Horizons está lejos de ser un juego perfecto. Y a pesar de que sus novedades son bienvenidas y alargan orgánicamente la rejugabilidad, jugar un Animal Crossing va mucho más allá de aspectos evidentes que se pueden calificar.
También sus elementos por sí solos no son precisamente maravillosos, sino que una vez que se suman entre sí, es cuando sucede la magia.
Al igual que las entregas pasadas, su encanto se apoya en la sensación constante de que estás mejorando un sitio donde viven tiernos NPCs que te lo agradecerán a su manera; o que encontraste un secreto, objeto o bicho raro en ese pequeño paraíso que tú solo construiste.
Esta sensación se cataliza al estarlo jugando durante esta etapa tan crítica para millones de personas.
Si bien, este es mi juego predilecto de la cuarentena, estoy segura que se quedará conmigo por años y aún después de dejarlo, volveré para saber si a Cornelio al fin se le notan los músculos que tanto presume.
New Horizons ya está disponible para Nintendo Switch.