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Según un estudio realizado en varios países, los videojuegos violentos podrían llevar a violencia física, más no a actos criminales.

Por mucho, mucho tiempo, se ha debatido incontables veces si los videojuegos violentos son o no responsables de actos de violencia física. Ríos de tinta digital y real han corrido al respecto. Y ahora, surge un nuevo estudio que sugiere que quizá sí tengan alguna influencia. Todo debido a una serie de datos recopilados en más de 17,000 adolescentes.

Éste se aplicó en niños de nueve años hasta adolescentes de 19. Realizado a nivel internacional, se llevó a cabo entre los años 2010 y 2017. Una de las revelaciones que se obtienen es que los juegos de temática violenta pueden incrementar la agresión física con el paso del tiempo. En total, fueron 24 estudios de países como Estados Unidos, Canadá, Alemania y Japón.



El nexo entre videojuegos violentos y violencia física

Al parecer, quienes jugaron títulos como Grand Theft Auto, Manhunt y FPS de corte militar era más probable que exhibieran comportamiento que los enviara a la oficina del director por pelear o golpear a un miembro que no fuera de su familia. El líder de este estudio fue Jay Hull, y el cual se publicó el pasado lunes en Proceedings of the National Academy of Sciences.

“Basado en nuestros descubrimientos, sentimos que es claro que jugar videojuegos violentos está asociado con el subsecuente incremento en la agresión física”, comentó Hull. Él es decano asociado de la facultad de Ciencias Sociales en el Colegio de Dartmouth en Hanover, New Hampshire, y es profesor de ciencias psicológicas y cerebrales.

No, esto no conduce a conductas criminales

Se supone que el detonante de esta investigación arrancó con la infame Matanza de Columbine, donde los asesinos involucrados, Eric Harris y Dylan Klebold, eran aficionados al legendario Doom. Desde hace mucho tiempo se hablaba de un nexo entre videojuegos violentos y violencia física. Sin embargo, no era tan fácil comprobar algo así. Ahora parece que de verdad se han topado con algo.

Lo que detectaron principalmente es que hay el doble de riesgo de ser enviado a la oficina del director para quienes juegan videojuegos violentos. Pero el mismo Jay Hull admite que el efecto es “relativamente pequeño, pero estadísticamente confiable. El efecto existe”. Lo que la investigación no sugiere es que jugar estos títulos lleven a comportamiento criminal.

Más que nada habla de posibilidades, e incentivar comportamientos como fumar, tener sexo sin seguridad, conducir de forma irresponsable y otras más. Gracias a USA Today por el reporte.