PlayStation, Nintendo y Xbox no podían quedarse calladas ante las medidas draconianas que el gobierno de Donald Trump quiere imponerles
Por primera vez en mucho tiempo, los tres grandes fabricantes de consolas – Microsoft (Xbox), Sony (PlayStation) y Nintendo – se han unido por una causa común.
Esto es para oponerse a los designios de la administración del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de querer imponer tarifas de hasta el 25% a los dispositivos fabricados en China. Algo que de verdad afectaría a la industria de videojuegos mundial.
PlayStation, Nintendo y Xbox, unidos por una buena causa
A través de una carta conjunta firmada por Linda K. Norman, vicepresidenta y consejera general adjunto de Microsoft; Devon Pritchard, consejero general y vicepresidente ejecutivo de asuntos de negocios de Nintendo de América; y Jennifer Liu, consejera general y vicepresidenta senior de asuntos legales y de negocios de Sony, fijaron su postura.
Esto en relación a los cambios a la sección 301 de USTR.
https://www.tierragamer.com/nintendo-deja-china-por-aranceles/
Afirman que esas tarifas lastimarán a los consumidores, desarrolladores de videojuegos, comercios, y desde luego, a ellos como fabricantes de consolas.
A su vez, pondrán en riesgo miles de empleos en los Estados Unidos, pero además sofocarán la innovación en la industria y más allá. Señalan que aprecian los esfuerzos del gobierno para proteger la propiedad intelectual y preservar el liderazgo tecnológico de EE. UU.
La industria de los videojuegos sería muy afectada
Pero el daño que provocarán será desproporcionado a los consumidores y negocios. Es mucho más la afectación que generarán esas medidas que lo que se pretende corregir.
En el documento compartido por estas empresas se menciona que el 96% de las consolas son importadas de los Estados Unidos desde China. Es claro que lo que quiere imponer Trump con sus medidas sin sentido es algo de escala catastrófica.
Otros detalles mencionados es que la industria de los videojuegos en EE. UU. generó ganancias de $36 mil millones de dólares en 2017 y $43.4 mil millones en el 2018, dando empleo a más de 220,000 personas.
Se destaca que los sistemas de Microsoft, Sony y Nintendo no son computadoras, sino que emplean piezas y configuraciones específicas. Las cadenas de suministros desde China se han construido por varios años.
Es un panorama por demás catastrófico para las empresas
Los aranceles encarecerían de más a sus productos, y afectarían las ventas de videojuegos, provocando el declive de la industria. Eso afectaría a millones de personas: al menos el 60% de los estadounidenses juegan videojuegos.
Muchos estudios americanos serían afectados y la situación arruinaría la inversión tecnológica realizada por estas y otras compañías. Por eso piden que esas modificaciones a las tarifas no apliquen a las consolas.
¿Le harán caso las autoridades de EE. UU. a las compañías detrás del PlayStation 4, Xbox One y Nintendo Switch? Esperemos que sí, ya que sino este entretenimiento que tanto queremos será afectado de forma por demás irreversible. Por cierto, Nintendo ya había empezado a actuar al respecto.