Y te están hablando a ti que eres ya de la población de riesgo
Dicen por ahí que lo retro es lo de hoy, pero ¿qué sucede cuando lo de hace 20 años ahora se vuelve exactamente eso? Nos sentimos viejos. Solo basta darte una vuelta por las fechas de salida, este año tenemos el vigésimo aniversario del GameCube y y tuvimos el vigésimo primero del PlayStation 2.
Para volver realmente retro a las consolas antes mencionadas, hay que ir a revisar un programa muy famoso en Japón que se llama Game Center CX con del amo de los juegos de antaño, el señor Shinya Arino, quien nos muestra algunos clásicos de consolas pasadas.
Lo interesante es que la cuenta de Twitter oficial de este programa ya hizo del conocimiento de su audiencia que a partir de esta temporada tendremos la inclusión del PlayStation 2, Game Boy Advance y el Nintendo GameCube por aquello de que tienen más de 20 años de su lanzamiento y es tiempo suficiente para meterlas en el renglón de lo retro.
Va a ser algo realmente extraño para algunos jugadores encontrar que una de sus consolas más queridas o con la que crecieron, ya es parte de una generación que se podría considerar vieja o ‘retro’.
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¿Los juegos retro como tendencia de compra?
En estos momentos, al menos en Japón, se está volviendo una moda comprar consolas usadas en tiendas como Hard Off con motivo de coleccionismo. Si bien es muy fácil conseguir un Famicom o Super Famicom en estado cuestionable, un PlayStation 2 o GameCube puede ser una tarea casi imposible y a un precio razonable.
Esto es porque las consolas de Sony y Nintendo se transformaron en objetos de un valor ‘retro’ que están en el pensamiento colectivo de muchas personas que jugaron con ellas exactamente hace 20 años, justo cuando inicia el nuevo milenio. Imposible no hablar con nostalgia cuando se trata de estos temas.
Date una vuelta por sitios de compraventa tipo Mercado Libre o eBay para encontrar los precios de las consolas y darte cuenta que por el simple hecho de ser ‘retro’ y estar en un buen estado, se vuelven en objetos ciertamente caros.