Es hora de entender por qué es tan importante licenciar los productos
A pesar de que existe Crunchyroll o que pronto Funimation llegará a Latinoamérica para ofrecer anime a través de un servicio de suscripción, muchos fans a la animación japonesa siguen recurriendo a sitios de distribución de piratería para ver las series.
Los estudios están haciendo lo posible por ganar dinero por sus series para así sostener su negocio, pero, las cosas se vuelven complicadas cuando un tercero lucra con su contenido de manera ilegal.
Ahora, esto sale a colación gracias a una conversación de Twitter derivada del cierre de Kissanime donde es posible apreciar cómo queda claro que ni todas las ganancias por anuncios en YouTube se comparan con lo que Funimation o Crunchyroll pagan a los dueños de las series de anime por las licencias.
Verás, la idea de AnimeLog para ofrecer anime en YouTube no suena nada mal, pero, de ninguna manera va a salvar al anime. Sí, los estudios no ‘tendrán que pasar por intermediarios’ para ganar dinero, pero, ¿es suficiente?
Como lo menciona la persona en el tweet, las ganancias entran directo por parte de Google a través de los anuncios de YouTube, sin embargo, esa cantidad es mínima, remota, pequeña, cuando la comparas con lo que se obtiene por licencias.
Sí, AnimeLog va a tener cosas retro, es decir, un catálogo que ya no deja dinero porque nadie más compra esas viejas licencias y ponerlas en YouTube servirá para algo.
La venta de licencias como Naruto, Death Note, Dragon Ball o My Hero Academia genera casi el 49% de las ganancias totales de una compañía como Toei.
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Anime: los servicios de streaming son la solución
¿Por qué la gente consume animeflv? Ahí están muchas series que no licencian ni Crunchyroll o Funimation. Tal vez porque son de un nicho menor o, en su defecto, el fan preferirá ver ese anime a través de un medio ilegal que uno con anuncios.
Esto, por donde le veas, es lamentable, pero, también, es un claro ejemplo de que los servicios como Crunchyroll o Funimation dan un ingreso extra que cada día es más grande a los estudios japoneses.
Crees que no, pero, dejar de ver Naruto o One Piece a través de Crunchyroll es un duro golpe a las empresas distribuidoras porque es un dinero que se deja de percibir por anunciantes en la plataforma o una suscripción que ayuda a pagar licencias.
No se trata de pensar que el anime es gratis porque lo ponen la mayoría de las veces en la televisión abierta japonesa, los canales de televisión compran derechos de transmisión (o streaming) para poder tener esas series. Los comerciales, son espacios publicitarios que pagan esas licencias y los salarios de muchos trabajadores.
Pero, ‘en Internet todo debe ser gratis’ y eso no puede estar más alejado de la realidad.