Un genial homenaje para un divertido juego
Destroy All Humans! llegó en un momento muy interesante de la historia de los videojuegos, ya que en 2005, tanto Xbox como PlayStation 2 se preparaban para cerrar su ciclo de vida y dar paso a la nueva generación.
Este título de Pandemic Studios fue bien recibido en aquel año, y aunque quedó algo lejos de una calificación perfecta, entretuvo a miles de fans con su concepto.
A 15 años del estreno del primer juego, Destroy All Humans! está de vuelta, aunque esta vez con un remake que busca hacerle un homenaje a este divertido videojuego de extraterrestres.
Una invasión procedente de otro tiempo y espacio
Si no jugaste el original Destroy All Humans! debes saber que está situado en Estados Unidos en el año 1959, cuando el comunismo representaba un verdadero enemigo a vencer.
Como jugador tomas el control de Cryptosporidium 137, un alienígena de la raza furon cuyo objetivo es obtener ADN humano para asegurar la supervivencia de su especie, la cual sobrevive gracias a un proceso de clonación.
La aventura empieza cuando Cryptosporidium 136, tu antecesor, es derribado en el planeta Tierra, así que te encomiendan dos misiones, rescatarlo y obtener cerebros humanos para analizarlos.
Al estar situado a finales de la década de los 50 existen dos constantes que forman parte fundamental del humor de Destroy All Humans! La primera es el comunismo y la segunda el esfuerzo del gobierno para ocultar la verdad.
En este punto es necesario resaltar algo muy importante, ya que para evitar críticas, Black Forest Games, el estudio encargado del remake, colocó una advertencia referente a las bromas.
‘Humanos del planeta Tierra, quedan advertidos: aunque la experiencia se ha mejorado, el contenido y el registro histórico de la invasión original de los furones son un clon casi idéntico ¡La historia, las palabras y las imágenes aquí contenidas pueden conmocionar al cerebro humano moderno!’
El Destroy All Humans! que conoces, pero con un look mejorado
Como bien dice el mensaje anterior, este remake es prácticamente un clon del juego lanzado en 2005, aunque incluye cambios visuales significativos y una que otra sorpresa.
Destroy All Humans! desde el principio fue una caricatura basada en los clichés de los alienígenas y de la sociedad norteamericana de finales de la década de los 50, así que el diseño de personajes y escenarios deja un poco atrás el realismo para mostrar una estética más divertida.
Desde los primeros minutos de partida notarás que tanto el presentador de las noticias como los humanos lucen diferentes.
Al ser un remake implica que el juego fue programado y diseñado desde cero, y esto se nota mucho en la física de los objetos y personajes.
Ahora en vez de lucir acartonados y rígidos, poseen movimientos mucho más naturales, y si no me crees, basta con lanzar una vaca al aire y contemplar su caída.
El manejo de luces y sombras también hace que los escenarios luzcan mucho más vivos, tanto de día como de noche.
Un punto importante tiene que ver con las cinemáticas, ya que las voces usadas son las mismas que se grabaron para el juego original, e incluso las escenas mantienen mucha similitud, aunque añaden elementos que las hacen más complejas.
Así se juega con tecnología extraterrestre
Destroy All Humans! mantiene exactamente las mismas armas y habilidades, aunque en este remake se desbloquean de una forma mucho más progresiva.
Una de las primeras cosas que notarás es que ahora basta con cumplir los objetivos de un escenario para desbloquear la siguiente misión, así que puedes olvidarte de los tediosos momentos de farmeo de ADN.
Cryptosporidium cuenta con un diverso arsenal de armas para destruir humanos, así que irás desbloqueando cada una conforme avances en tu aventura.
Te recomendamos que controles tu dedo, porque si te saltas una parte del tutorial podrías batallar un poco para encontrar la forma correcta de sacar potencial a tu armamento.
En total cuentas con cuatro armas diferentes, aunque también puedes sacar partido de habilidades psicoquinéticas, con las que puedes lanzar por los aires a tus enemigos o sacarles el cerebro.
Destroy All Humans! cuenta con un componente de sigilo que, aunque es sencillo, resulta muy efectivo.
Tus poderes te permiten asumir la apariencia de cualquier humano, y no solo eso, ya que también podrás darles órdenes, borrarles la memoria o hacerlos bailar para distraer a las multitudes.
Todo este conjunto de talentos hacen que Cryptosporidium sea un rival formidable, aunque no invencible.
No hay extraterrestres sin ovnis
Por supuesto que un juego de alienígenas tenía que incluir ovnis, aunque los niveles en donde puedes usarlos son muy pocos.
La nave de Crypto también está dotada de poderosas armas que te permitirán destruir pueblos completos, o si lo necesitas, convertir la materia en escudo y munición.
Al igual que en el primer juego, podrás usar tu transporte en ocasiones muy específicas, así que no esperes un juego que te permita aniquilar a todo un poblado; después de todo, este no es un sandbox.
Una divertida experiencia que cae en lo repetitivo
Destroy All Humans! cumple al pie de la letra su premisa y nos demuestra por qué no sobreviviríamos a un ataque extraterrestre, y aunque es muy divertido, termina por volverse repetitivo.
Este título cuenta con seis escenarios abiertos que podrás explorar a voluntad, y si lo deseas, tendrás la oportunidad de aniquilar a cuantos humanos quieras.
La parte negativa es que pronto notarás que las misiones son muy similares entre sí, y para rematar, cuentan con objetivos de custodia.
Esto significa que tendrás que proteger o escoltar objetivos para que no sean destruidos, lo cual puede resultar muy tedioso y desesperante si no tienes un arsenal poderoso.
En verdad, no dudo que algunas personas disfruten este tipo de misiones, pero regularmente tienden a ser molestas, y Destroy All Humans! no se salva de ello .
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Si lo evaluamos con la calidad de los juegos actuales diríamos que la jugabilidad es muy pobre, pero toma en cuenta que no estamos ante una nueva propuesta; sino ante el clon de un juego lanzado hace 15 años.
Con estos parámetros podemos decir que cumple el objetivo principal de divertir al usuario, pero nada más.
Una reliquia de otro tiempo que sigue siendo disfrutable
Destroy All Humans! sigue siendo tan divertido como lo recuerdas, e incluso más, pues corrige serios problemas de jugabilidad que el juego original, por ejemplo, la ausencia de una función que te permitiera fijar un objetivo.
Los gráficos lucen muy bien y le dan un aspecto muy disfrutable, el cual se complementa con un trabajo serio en cuanto a físicas (insistimos en que lances una vaca para comprobarlo).
Se nota que el equipo de Black Forest Games puso cariño en este remake, pues cumplió con la promesa de respetar la experiencia del juego original, aunque añadió un par de secretos por ahí, cof, cof, un nivel perdido.
Quienes disfrutan de los extras y coleccionables, podrán desbloquear algunos atuendos extra e ilustraciones incluidas en el Furonigami, una galería con los diseños de este remake.
Si en su momento disfrutaste de la experiencia de Destroy All Humans! no te vas a decepcionar, aunque si nunca te has acercado a él puede que lo encuentres un poco limitado.
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Esta reseña fue realizada en Xbox One.