Después de una racha positiva de buenos lanzamientos, algo nos quedaron a deber
Uno de los problemas por los que pasa Call of Duty año con año es que alguien filtra de qué se va a tratar la próxima entrega. No sabemos si es a propósito o si de verdad un grupo de espías se pone a trabajar y se hace de la información privilegiada. En el caso de Call of Duty: Vanguard se perdió la sorpresa porque ya sabíamos que iba a ser de la Segunda Guerra Mundial.
Luego, después de esta lamentable filtración, empiezan los dimes y diretes sobre si será el juego que merecemos o el que podemos tener. Eso no lo vemos sino hasta que llega la fecha de lanzamiento y lo jugamos. Hasta ahí es que podemos dar un juicio crítico de lo que realmente ofrece un juego así.
Después de varias horas, llegamos a una conclusión con Call of Duty: Vanguard y es muy simple. Lo que se hizo con las dos entregas previas, no se pudo continuar, entonces, contamos con un juego que se queda corto en más de un apartado y eso es ciertamente doloroso para los fans.
¿Qué pasó con Call of Duty: Vanguard? ¿Vale la pena el gasto? ¿Deberías volverte loco e invertir? Bueno, es hora de que te demos la realidad acerca de este título que tiene cosas buenas y malas por igual.
La explotación de la Segunda Guerra Mundial
De alguna manera, el tema de la Segunda Guerra Mundial se mantiene fresco pues es un acontecimiento que involucró a suficientes naciones alrededor de todo el planeta. La cuestión es que tal vez ya conocemos todas las historias, aunque siempre sale algo como Jojo Rabbit y nos narra algo increíble.
Call of Duty: Vanguard no va por ahí, para nada. Es más, la historia parece como si los Indestructibles (The Expendables) fueran mandados a resolver el conflicto bélico más complicado de los últimos 100 años. Así como lo acabas de leer. Más allá de proponer la tradicional historia de la infantería o el soldado solitario, aquí hay un grupo que está desbaratando a los nazis.
El concepto suena un tanto diferente, incluso está bien si lo bajas a un juego de aventura con ciertos elementos de progresión, pero aquí el camino es la acción en línea recta y que vivan los disparos por todos lados. Eso le quita cierto atractivo porque la construcción de personajes se siente floja.
Ahora, intentar algo puede traer buenos o malos resultados, lo cual tiene lógica, pero si ya se saben la receta para esta clase de contextos, ¿por qué salirse de ella? ¿Cuál es el objetivo? La franquicia podría innovar en otras direcciones mucho más redituables.
Los indestructibles contra los Nazi
Como lo mencionamos, la historia de Call of Duty: Vanguard parece más la historia de los Indestructibles, pero sin la necesidad de recaer en personajes retirados, es más bien como un grupo Elite que hace muy bien su trabajo y que, de alguna manera, te venden como una serie de individuos que pueden salvar al mundo de la amenaza Nazi.
Arthur Kingsley es el protagonista que siempre es señalado por su color de piel. Entre sus habilidades tiene el de dar direcciones al resto de la tropa. Se siente como un personaje unidimensional que no hace gran cosa más que ejecutar el plan a la perfección.
Después de Lucas Riggs, Wade Jackson y Richard Webb, quienes también tienen sus momentos de fama dentro de Call of Duty: Vanguard por sus habilidades tan específicas que bien podrían ser suplantadas por soldados comunes y corrientes, aparece Polina Petrova.
La historia de Polina tiene mucho más argumento y desarrollo que el de sus compañeros y eso se ve en campo de batalla. Por ejemplo, ella es excelente con el rifle francotirador, porque no solo es buena disparando, destantea con espejos a sus rivales y da en el blanco. Entre tanto héroe roto, tal vez ella es la mejor y más entretenida de jugar.
El multijugador de Call of Duty: Vanguard tiene su área de oportunidad
La campaña de Call of Duty: Vanguard tiene momentos muy específicos que realmente no tienen nada que ofrecer a la experiencia de juego. ¿Qué sucede con el multijugador? En esta ocasión eliges operadores junto a los personajes de la campaña, sin embargo, digamos que no proponen alguna clase de diferenciador.
Entre las adiciones destacadas del multijugador tenemos el factor de la destrucción. Este punto es muy sencillo y se refiere principalmente a derribar paredes para poder disparar a los enemigos y crear nuevos puntos de visión. La ejecución de este sistema es bastante entretenida y vale la pena aprovecharlo porque las balas irán en todas las direcciones.
Entre los ajustes del multijugador tenemos que ahora puedes elegir qué clase de partidas buscas de un modo más preciso, ya sea que estés detrás de combates en equipos a gran escala o, en su defecto, balaceras con grupos más compactos que hacen que la acción sea mucho más veloz.
Champion Hill y Patrol son muy buenas opciones para jugar y son el diferenciador de Call of Duty: Vanguard. Por otro lado, la personalización de las armas sigue ahí y es clave para que la serie marche por su rumbo. Estuvo en Modern Warfare, también en Black Ops Cold War y ahora lo que ofrecen con Vanguard es algo bastante útil.
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¡Ay, nanita! Los zombis
Los zombis en Call of Duty son un referente cuando estás jugando la serie de Black Ops. La receta siempre ha sido sobrevivir hordas, mejorar las armas, el loadout y hacer lo mejor posible por no quedar en ridículo. Aquí es donde hay muchos cambios si lo comparamos con las entregas previas en la serie.
Ahora bien, no perdamos de vista que ahora comienzas en un hub donde puedes mejorar a tu personaje y obtienes puntos por andar acabando con muertos vivientes. De este punto avanzas activando portales que te brincan a sitios con acciones muy específicas por hacer. Aquí es donde entra la variedad en el juego porque las hordas pasan a segundo plano.
Sí, el objetivo del juego sigue siendo derrotar a cuantos enemigos vayan tras de ti, sin embargo, en el mediano plazo encuentras que hay más cosas por hacer y que las mecánicas de juego son más claras, detalle que vuelve mucho menos estresante al reto que es jugar este modo dentro de Call of Duty: Vanguard.
Todavía le falta contenido a este modo, así que los fans deberán esperar un poco más a que el servicio de este juego entre en marcha a inicios de diciembre 2021. Con todo esto, es imperativo atender la duda más grande de todas…
¿Deberías comprar Call of Duty: Vanguard?
Bueno, no cabe la menor duda de que Call of Duty: Vanguard se siente como un buen juego de la Segunda Guerra Mundial. Las armas son pesadas, los movimientos son ciertamente toscos y la presentación es cumplidora en la siguiente generación de consolas – en este caso, PS5 -.
La historia de Call of Duty: Vanguard trata de ser heroica, pero el desarrollo de los personajes es tan pobre y unidimensional que la experiencia se vuelve muy predecible. El multijugador cuenta con algunas opciones de juego interesantes, pero tampoco son algo de lo que debamos emocionarnos. El modo zombi aporta mucho, pero no es suficiente como para que esta entrega se vuelva una compra obligada.
En otras palabras, la verdad es que Call of Duty: Vanguard se queda muy detrás de Black Ops Cold War y Modern Warfare. Sledgehammer debería replantearse sus decisiones creativas, porque a pesar de que en lo técnico no fallan, en la diversión dejan mucho qué desear.
Jugamos Call of Duty: Vanguard en PS5 con un código proporcionado por un representante de Activision en la región.