Una serie de artículos basados en Attack on Titan desatan la polémica, provocando que fueran retirados antes de salir a la venta
Debido a la popularidad de Attack on Titan, o Shingeki no Kyojin en Japón, han salido multitud de productos. No solo en la forma de figuras, sino también prendas de vestir.
Y es precisamente una línea de estas últimas las que han generado polémica tanto en este país como el resto del mundo.
Lo que sucede es que a los productores del anime se les ocurrió poner a la venta los brazaletes con los que se clasifica e identifica a los eldianos que viven en Marley.
Mercancía de Attack on Titan que causa polémica
Estas bandas están hechas de tela, y son de color marrón, amarillo y rojo. La primeras las llevan los eldianos de bajo rango, las amarillas los aspirantes a guerreros y las rojas los que pueden convertirse en Titanes.
A los responsables de la serie se les hizo fácil sacar réplicas a la venta y las reservas podrían hacerse entre el 15 de noviembre y 3 de diciembre. Y decimos ‘podrían’ porque nunca estarán disponibles. Todo debido a las críticas.
Estos brazaletes de Attack on Titan son símbolos de discriminación en el mundo de este manga y anime. Y en nuestra realidad, son comparados con aquellos que los nazis imponían a los judíos en la Segunda Guerra Mundial.
Empleaban bandas similares, las cuales estaban adornadas con la estrella de David. En el caso de la obra de Hajime Isayama no tienen dicho símbolo, pero de todas maneras han causado incomodidad en muchos fans.
Muchos lo relacionaron con la Segunda Guerra Mundial
El fin de semana pasado se subió su página en el sitio web de la serie. Ahí se mencionaba que estos brazaletes costarían 5,500 yenes ($990.22 pesos mexicanos).
Pero las quejas no se detuvieron: a muchos no les parecía correcto que artículos así se pusieran a la venta.
La presión fue tan grande que la cuenta en Twitter oficial publicó un comunicado al respecto. Ahí el comité anunció que las reservas están cerradas, y de paso, que no se venderán.
Fue por lo que pidió disculpas a aquellas personas que ya lo habían apartado. También prometió ser más cuidadoso en el futuro con los productos de Attack on Titan.
A final de cuentas todo terminó como un desastre de relaciones públicas para los responsables.
Estos productos tenían demasiadas implicaciones; no fue una buena idea sacarlos a la venta, ni siquiera para realizar cosplay. Lo que impresiona es lo rápido que se dieron las cosas.