Con la llegada de la generación de PlayStation 5 y Xbox Series X/S también vimos un aumento de precio en los videojuegos. Principalmente en los exclusivos. Estos pasaron de costar 60 a 70 dólares. Todo por una supuesta mejora que nos aseguraba que lo que compramos es de calidad prácticamente premium.
Sin embargo, tres años después aún no vemos esta gran subida de calidad que hizo que las compañías subieran el precio al que venden sus títulos.
Por qué creemos que los 70 dólares no se han justificado
2023 fue un buen año para los videojuegos pero también hizo más común una problematica
De acuerdo con varias compañías, la subida de los precios de sus videojuegos se dio para reflejar el tremendo trabajo que hicieron sus desarrolladores con estos títulos. Sin embargo aún hay muchos argumentos en contra de esta aseveración. Sobre todo si volteamos a ver el estado de la industria en este 2023.
Hubo muchos juegos muy bien recibidos por la crítica y las audiencias. Sin embargo también se hizo muy común que los lanzamientos ‘premium’ llegaran con una enorme cantidad de bugs y glitches. Si ya nos están cobrando más a los jugadores por estas experiencias. ¿No deberían darnos la mejor versión posible en su salida al mercado?
Sabemos que en ocasiones tienen que cumplir con ventanas de lanzamiento para tener mejores pronósticos de ventas. Pero sacar juegos que se sienten apresurados inevitablemente hará que los jugadores sean más cautelosos. Y por supuesto que no los convencerá de pagar 70 dólares.
En cuestión de gráficos no hay una diferencia abismal que digamos
Otro punto de venta para que los videojuegos aumentaran su precio es su supuesto gran salto en cuanto a calidad gráfica y los cuadros por segundo que pueden alcanzar. Sin embargo es muy común ver que los desarrolladores salen a decir unos meses antes del lanzamiento que sólo llegarán a 30 FPS y que habrá un parche de 60 en el futuro. Algunos cumplen y otros lo dejan como una promesa vacía.
Aquí no solemos ser de los que le prestan importancia a los cuadros por segundo. Pero entendemos que los jugadores exijan lo que las consolas de nueva generación les prometen. 70 dólares no es una cantidad baja y obviamente los compradores quieren lo mejor. Después de todo ya pagaron la consola que les prometió gráficos casi reales y velocidades sorprendentes.
Aquí agregamos que todavía tres años después hay varios videojuegos que son intergeneracionales. Es decir que salen en PS4 y PS5 o en Xbox One y Xbox Series. Usualmente estos se ven prácticamente igual en ambas versiones, con la diferencia de que la de la generación pasada es más barata.
El reciente lanzamiento de Alan Wake 2 nos hace plantearnos más preguntas sobre el aumento de precio. Pues este juego de Remedy es de los que mejor se ve actualmente, alcanza las velocidades prometidas y está bastante libre de bugs. Aún así, su precio es de 60 dólares. ¿Qué está pasando aquí?
Los nuevos videojuegos tampoco están tomando muchos riesgos en cuanto a jugabilidad
En cuestión de jugabilidad tampoco hemos visto un salto tan grande. Lo cual se marca aún más considerando que varios de los grandes lanzamientos de la actual generación son secuelas o remakes. Sí se añaden algunas mecánicas nuevas, pero esto ya es una necesidad de las secuelas para expandir y mejorar lo que vino antes. Esto ya se daba desde hace tiempo y no por eso los juegos eran más caros.
Parece que quienes están tomando más riesgos en cuanto a jugabilidad, e incluso narrativa, son los indies. Y ya sabemos que estos juegos siempre son más baratos que los de las compañías de renombre. Si no nos están dando un salto gráfico que te deja con la boca abierta ni jugabilidad que revolucione a la industria. ¿Entonces por qué quisieron subir el precio a 70 dólares?
Si hubieran dicho que era un ajuste al mercado les creíamos más
Al final de cuentas parece que las compañía sólo tomaron la decisión de aumentar el precio de los videojuegos para generar más ganancias. Entendemos que por la inflación y los cambios en los mercados las cosas tienden a subir de precio. Pero deberían decir que esta es la razón y no que supuestamente estamos recibiendo lo mejor de lo mejor, porque la realidad no siempre es así.
Esperamos que se esfuercen para de verdad darnos experiencias que valgan los 70 dólares. Tanto gráficamente como en jugabilidad. Sobre todo tomando en cuenta la economía de sus propios jugadores.
Si algo no es completamente extraordinario y recomendable, lo más probable es que los jugadores esperen a una rebaja para darle oportunidad a los juegos que tanto llamaban su atención. Lo que al final hará este cambio de precio obsoleto cuando además ya era injustificado.
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