Desde hace ya varios años tanto la industria de los videojuegos como sus consumidores se centran en el aspecto gráfico de los videojuegos. Parece que les interesa mucho más que un juego se vea tan realista como sea posible y que corra a la mayor cantidad de cuadros por segundo posible.
Pero para nosotros lo verdaderamente importante de un videojuego debe ser su jugabilidad y hay un par de ejemplos recientes que muestran que verse bonito no lo es todo para llevarse el interés del público y los aplausos de la crítica.
Por qué es tan importante la jugabilidad en los videojuegos
No tiene caso gastar millones en crear videojuegos si su jugabilidad es tediosa
Si siguen las noticias del mundo de los videojuegos sabrán que los presupuestos para los títulos triple A incrementó de manera considerable. Por ejemplo Spider-Man 2 de Insomniac tuvo un costo que alcanzó los 300 millones de dólares.
Así hay varios ejemplos en la industria y es fácil intuir que la mayoría de este dinero se va hacia sus impresionantes cinemáticas y ya ni hablar de la tendencia de usar a actores de renombre en videojuegos. Quienes seguramente no cobran dos pesos.
Si bien hay videojuegos que combinan bien el elemento gráfico con el de la jugabilidad, cada vez más vemos un fenómeno que se repite. Títulos que se ven hermosos, pero que en jugabilidad llegan a ser bastante repetitivos y tediosos.
De nada sirve que puedas ver hasta los poros del personaje interpretado por Denzel Washington, si su jugabilidad es solo dispararle a esponjas de daño hasta que se abra la siguiente puerta.
Los juegos más premiados de Nintendo de esta generación ya muestran esto. Los Zelda de Switch, Mario Odyssey y Mario Wonder no son bestias gráficas a 120 cuadros por segundo y aún así venden millones porque su jugabilidad es atractiva. Para chicos, grandes e incluso quienes nunca han tocado un videojuego.
La historia tampoco es lo más importante
Aunque esto también le caerá mal a algunos jugadores, la realidad es que la historia tampoco es lo más importante en los videojuegos. Pero admitimos que se agradece. Y es que también es cierto que una historia muy buena no valdrá nada si los jugadores están muy aburridos para llegar a su final. En todo caso llegarán a ver en Youtube todo lo que se perdieron.
Aunque admitimos que la historia tiene un peso más importante que los gráficos. Ya que lo mismo podemos decir del inverso, un juego con muy buena jugabilidad también puede perder varios puntos si la historia no es del agrado del público.
Esto ya lo vimos con The Last of Us Part II que es un título muy controversial en cuanto a su historia, pero que todos están de acuerdo en que tiene mecánicas de combate bastante pulidas y satisfactorias.
También se vio lo contrario en reportes recientes sobre Suicide Squad. Muchos que tuvieron oportunidad de jugarlo dijeron que la historia es interesante y los personajes entrañables. Lamentablemente están detrás de un ciclo de jugabilidad que es disparar a los mismo enemigos hasta el hartazgo. Lo cual demuestra la importancia de cuidar este apartado en los videojuegos.
No se trata de eliminar estos aspectos de los videojuegos, sino hallar un balance con la jugabilidad
Por supuesto que no decimos que los gráficos y las historias deben dejarse totalmente de lado en los videojuegos. Simplemente creemos que lo mejor es hallar un balance con la jugabilidad. Es mejor establecer unas mecánicas y un ciclo de juego interesantes, atractivas y atrapantes, para después construir el resto alrededor de ellas.
Ya quedó demostrado que esto es posible con los más recientes ganadores a múltiples premios a juego del año: Baldur’s Gate 3 y Elden Ring. Gráficamente ninguno es lo mejor de la actual generación. En cuanto a historia Baldur’s Gate 3 tiene una muy buena con varios caminos, mientras que la de Elden Ring puedes pasarla de largo, aunque es bastante compleja si te metes a investigarla.
Pero lo que ambos tienen en común es una jugabilidad bien pensada y atrapante que tiene a los jugadores regresando por más. Eso es lo que creemos más importante en los videojuegos. Después de todo ya está en su nombre, se trata de jugar y divertirnos haciéndolo, no tanto de la historia que quieren contar y mucho menos de los gráficos. Cuando estés con tres horas de juego debido a la diversión que te dan sus mecánicas, seguro ni pensarás en lo bien o mal que se ve.
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