Estos últimos días los emuladores vuelven a ser el centro de atención. Esto después de la sonada demanda de Nintendo a Yuzu, un emulador capaz de correr diversos títulos de Switch. Además del cierre de otros dedicados a juegos de 3DS, Game Boy Color y Game Boy Advance.
Por supuesto que esto abrió las puertas al debate sobre el uso de estos programas y lo que representa. Por un lado está la ilegalidad de utilizarlos para correr programas fácilmente accesibles y por el otro está su uso para la preservación de experiencias olvidadas.
Los puntos a considerar sobre el debate de los emuladores
Los emuladores seguirán con mala fama si los usan para piratear
Hay que ser claro al decir que los emuladores no siempre se usan con los mejores fines en mente. Muchos de sus usuarios simplemente los aprovechan para jugar títulos bastante nuevos desde su computadora u otros dispositivos. Además de que muchas veces no pagan por estos programas o pagan cantidades muy menores que seguramente no van a los creadores.
Este fue el principal problema de Yuzu. Después de todo se trata de un emulador para Nintendo Switch, una consola actual que es bastante sencilla de conseguir, al igual que sus juegos. Aún así muchos preferían piratear lo cual afecta las ventas de Nintendo.
En redes sociales hay muchos comentarios justificando el uso de los emuladores para estos fines. Algunos argumentan que estos dan una experiencia mejor, con capacidad de aumentar los frames por segundo y mejores rendimientos. ¿Pero qué hay del trabajo de las personas? ¿Vale la pena no retribuirles simplemente por correr mejor un juego?
En todo caso se debería exigir a las compañías un mejor hardware o mejor rendimiento y negarse a pagar por sus juegos hasta que entreguen la calidad que se espera. Pero negarse a pagar y además jugar es bastante cuestionable por decir lo menos. Desafortunadamente este es el principal uso que se le da a los emuladores últimamente.
Por unos pagan todos
Como sabrán el cierre y la demanda de Yuzu también causó que el emulador conocido como Citra dejara de operar. Este estaba dedicado a emular videojuegos del Nintendo 3DS. Es aquí donde entramos más de lleno en el debate de los emuladores y sus usos.
El Nintendo 3DS es una consola que se descontinuó desde 2020. Ya no hay juegos nuevos para ella y conseguir los viejos puede ser una odisea. Incluso los digitales, pues Nintendo tomó la decisión de cerrar su eShop desde 2023. Ahora no hay manera legal de conseguir muchos juegos que prácticamente podrían desaparecer debido a su exclusividad.
Emuladores como Citra o Pizza Boy tienen más razón de ser y hasta cierto punto es más fácil apoyarlos. Después de todo su enfoque está en consolas y juegos que sus propias compañías ya buscan dejar atrás. Ahí se puede confirmar totalmente que se trata de esfuerzos de conservación.
Sin mencionar que al usar estos emuladores de juegos viejos hay un variable ‘buena’. Después de todo es una oportunidad para que la gente conozca estos juegos, sin mencionar que existe una gran posibilidad de que sus usuarios compraron el juego original en su momento. Simplemente quieren revivir sus memorias en dispositivos que están más a la mano.
Lamentablemente por el uso más para piratear que para emular es que nacen estas demandas y se causan estos cierres. Por culpa de unos cuantos, todos podríamos quedarnos sin poder volver a juegos de antaño que simplemente se quedarán atrapados en las consolas donde se lanzaron.
Qué sentido tiene batallar con estos emuladores si son juegos abandonados por las compañías
También tiene que decirse que las compañías tienen algo de ‘culpa’ por la proliferación de los emuladores. La industria de los videojuegos lleva años, con muchas joyas a los largo de varias generaciones. Sin embargo, hasta hace poco fue cuando comenzó a practicarse más la retrocompatibilidad.
Por supuesto que esto orilló a programadores a buscar formas de disfrutar sus juegos favoritos aún hoy. También a la creación de sitios de roms dedicados a preservar y compartir algunos de los títulos más queridos de consolas como PS1, Super Nintendo o hasta Sega Saturn.
Si las compañías no estaban interesadas en regresar a estos juegos ¿En qué les afecta que alguien más los rescate? De todas maneras ellos ya no ofrecen maneras de comprarlos. Aún así hay mucho empeño en acabar con los emuladores y los sitios de roms.
Además de nuevo entramos en esta área bastante gris. Hay muchas personas que compraron estos juegos en su momento y simplemente quieren volver a jugarlo mediante los emuladores. ¿Acaso no tienen el derecho por comprar el original? ¿Ahí a quién se afecta si la venta de ese juego ya se finalizó años atrás?
¿Héroes o amenazas?
Es probable que los emuladores nunca salgan de la mala fama en la que están, sobre todo si los siguen usando para piratear. Pero es evidente que su existencia no es del todo mala y puede resultar muy benéfica. Especialmente cuando hablamos de la preservación de los juegos.
Hay títulos muy queridos y recordados por muchos, que de no ser por estos programas ya no serían jugables por nadie. Ahí tenemos ejemplos como los Viewtiful Joe, los juegos de Power Rangers de Super Nintendo, versiones traducidas de títulos de anime que nunca salieron de Japón. Todos ellos disponibles gracias al esfuerzo de personas que quieren mantenerlos con vida.
Quizás las grandes compañías deberían enfocarse menos en cerrar emuladores y más en trabajar en conjunto con ellos. Después de todo, es evidente que los jugadores están muy interesados en el pasado. ¿Por qué no darles la opción legal y todos contentos? Mejor aún si hubiera una forma de demostrar que muchos de estos juegos ya eran nuestros desde un principio. Sabemos que suena un poco idealista, pero sin duda sería la mejor solución a todo este debate. ¿Ustedes qué opinan?
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