La reacción de muchos “pseudo fans” al tercer capítulo de The Last of Us nos dejó pensando que tal vez esta bonita comunidad gamer conserva hábitos que la vuelven realmente tóxica.
A muchos les cuesta trabajo considerar que en los videojuegos hay espacio para todos y el chiste, finalmente, es divertirse.
Como queremos que disfrutes más de los videojuegos, vamos a presentarte los que consideramos son los 5 hábitos que te vuelven un mal gamer. Te aseguramos que eliminar alguno de estos cinco te ayudará a que la experiencia de jugar sea más placentera y que no le hagas la vida de cuadritos a aquellos que te rodean.
No seas Fanboy
Internet llevó a otro nivel la guerra de consolas. Pensar que una compañía te va a querer solo porque la defiendes en línea está mal. La realidad es que todas esas empresas multimillonarias desean tu tiempo y dinero.
Discutir por servicios, potencia y demás, es un tema ciertamente desgastante e inútil. Hasta parece que se te olvida que esto se trata de jugar, aunque sea desde un celular.
Deja de Tiltear
Ya lo dice el meme, un gamer solo quiere llegar a jugar y relajarse cuando de pronto un extraño empieza a insultarlo a uno por las razones más estúpidas. Sí, son los gajes del online competitivo, pero ¿por qué debería ser así?
Lo peor es que la experiencia puede caer en la homofobia, misoginia y demás. Y por los argumentos más ridículos. No faltará el que diga “si ni ti gusti puidis ipiguir il chit”, pero no va por ahí.
No le arruines el día a los demás. No seas de esos que solo quieren ver el mundo arder.
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Evita el FOMO para ser un mejor gamer
Los videojuegos son un entretenimiento que genera millones de dólares en un abrir y cerrar de ojos. Son un hobby costoso y difícil de sostener. Nunca faltará el que se sienta que se perderá las cosas si no está ahí desde el principio.
A menos de que se trate de un juego como servicio, no va a pasar nada si te pierdes de un título durante su lanzamiento. No caigas en la presión de un sector que muchas veces solo está acumulando videojuegos que ni juega. Si eres un gamer paciente, en una de esas te terminan regalando ese valioso título el cual disfrutarás como si hubiera salido ayer.
Nada con exceso, todo con medida
Los videojuegos son geniales, maravillosos. Te llevan a mundos increíbles y a experiencias que te hacen vibrar. Sin embargo, también corres el peligro de alejarte de otras actividades que son tal vez más importantes: La escuela, el trabajo, ayudar en casa, etcétera, etcétera.
No te decimos que dejes de divertirte con los videojuegos, pero el abuso de esta actividad puede desviarte de otras cosas. La OMS no está tan alejada de la realidad cuando dice que los videojuegos pueden ser muy adictivos.
Enojarse no sirve de nada para un buen gamer
Es normal clavarse en un videojuego, más cuando presenta alguna clase de reto o tiene una historia en la que te pierdes durante horas. Si bien la experiencia de completar un título puede ser recompensante, fallar contra un jefe final y romper un control tal vez ya no lo sea.
Recuerda que los videojuegos deben ser divertidos, no importa si juegas en fácil o hardcore. Gritar, perder la cabeza y ponerse de malas, puede salirte más caro de lo que crees, porque en una de esas te peleas con algún familiar o rompes algo que no debías.
Es entendible la emoción y se vale disfrutar, pero, también sin hacerle daño a algún tercero.
Otros malos hábitos que no llegaron al top pero deben ser mencionados son el de campear en los juegos de disparos, jugar y comer al mismo tiempo y desconectarte solo por estar perdiendo. Por favor, no lo hagas.
¿Qué te parece estos hábitos? ¿Hay peores? Recuerda que puedes seguir todas nuestras noticias en Google News y que puedes sumarte a nuestra comunidad en Discord.