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Recordamos por qué la película de Christopher Nolan es la más grande en la historia del cine basado en cómics.

¿Recuerdas que estabas haciendo exactamente hace 10 años? Todo era felicidad, la crisis todavía no comenzaba y el dólar estaba por debajo de los 9 pesos gracias a todas la remesas que llegaban de Estados Unidos. El Internet no era un lugar tan tóxico y los memes se distribuían a través de cadenas de correo o en foros. Twitter estaba creciendo y Facebook apenas se expandía más allá de los Estados Unidos. En el mundo de los videojuegos, ese año salió Burnout Paradise, Devil My Cry 4, Crisis Core: Final Fantasy VII, Okami, Valkyria Chronicles, Grand Theft Auto IV, Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriotss y mucho más. En el cine también salieron grandes filmes, sin embargo, The Dark Knight se robó los reflectores de inmediato pues tenía al Joker como villano principal.

El actor a cargo de tomar el papel del Príncipe Payaso del Crimen fue Heath Ledger, un talento comprobado cuya mejor actuación se había dado, hasta ese momento, en Brokeback Mountain. Lo más interesante es que rumbo al filme veíamos a un Joker distinto al que otros actores habían interpretado: era maquiavélico y quería causar dolor por el simple gusto. Los más clavados de los cómics lo identificaban de inmediato con el Joker del cómic “La Broma Mortal”. No estaban tan equivocados al respecto.




Ahora, Batman Begins fue una gran película la cual posicionó a Christopher Nolan como un director de la Elite de Hollywood, pues había enterrado en el olvido a las viejas películas del Hombre Murciélago y presentaba a un Caballero de la Noche como el vigilante que conocimos en los cómics. Christian Bale había hecho un gran trabajo como Bruce Wayne y el mismo Batman; Gary Oldman era el comisionado Gordon perfecto y Michael Caine era más un mentor que un mayordomo en el papel de Alfred Pennyworth. También es importante recordar a Morgan Freeman como Lucius Fox, el hombre encargado de mover todos los hilos detrás de la empresa de Bruce Wayne. Maggie Gyllenhal había suplantado de un modo extraordinario a Katie Holmes como Rachel Dawes y Aaron Eckhart brilló como Two-Face y Harvey Dent.

Tal vez no era un guion impecable, sin embargo, la película ofrecía una gran narrativa que seguía perfectamente los hechos que derivaron de Batman Begins. El Hombre Murciélago era el vigilante que mantenía más o menos el orden en Gótica, solo faltaba alguien cuya única tarea fuera acabar con la corrupción. Ahí entraba Dent. El problema para los protagonistas estaba en enfrentar a un villano distinto, uno que estaba más allá de las ambiciones más vagas, en este caso, la riqueza o el control. El Joker infundía miedo desde los primeros minutos de la película, pues, a pesar de su apariencia, tenía la capacidad de atemorizar a sus enemigos y colegas por igual. Nunca habíamos visto a un ser tan cruel y despiadado que matara a alguien con clavarle un lápiz en el ojo.

Heath Ledger había hecho trizas al Joker de Jack Nicholson, el cual era formidable, pero, tampoco se sentía como el némesis máximo de Batman en el filme de Tim Burton. La forma en que se desarrollaba la historia del cazador y la presa en Dark Knight era impredecible a pesar de que todo terminaba de modo muy obvio, con los buenos pasando por encima de los malos, eso sí, pagando un costo muy alto. Al final del filme, el Príncipe Payaso del Crimen había ganado. Él ya estaba tras las rejas, pero había transformado a Harvey Dent en Two Face con un simple discurso el cual Batman no pudo revertir.

Al final, vemos a Batman huir de sus perseguidores como un vaquero del viejo Oeste cabalgando hacia el atardecer.

The Dark Knight hizo algo que no había logrado ninguna película de cómics: tener al público pegado al asiento esperando encontrar el significado de lo que acababa de ver. Sí, muchos vieron el filme por el lamentable deceso de Heath Ledger, pero la película de Nolan iba más allá: era pensante, ágil, con una música fenomenal y un contexto difícil de copiar.

Las películas basadas en los cómics no volvieron a ser las mismas

Poco antes de The Dark Knight, vimos el nacimiento del Universo Cinemático de Marvel. Robert Downey Jr. interpretó de un modo sublime a Tony Stark y demostró que el cine de cómics podía ser “entretenido” y apto para todo el público, sin embargo, en ese año lleno de transiciones y cambios que nos llevaban a una crisis económica global, vimos como la película de Batman dirigida por Christopher Nolan rompía toda clase de tabúes. Basta recordar que fue por su actuación como el Joker que Heath Ledger se había llevado el Óscar como mejor actor de reparto. Eso jamás volvió a suceder.

La secuela de The Dark Knight tal vez no fue tan extraordinaria, pero, de menos, también tuvo a un villano sobresaliente en Bane, el cual tuvo discursos memorables que todavía viven a través de varios memes. Ahora, por todo el aparato de mercadotécnica y producción que posee Disney, las películas de Marvel están muy por encima de lo que Warner Bros. puede ofrecer en sus filmes de DC, sin embargo, hasta la fecha, a 10 años de su estreno, a pesar de lo que la vendida crítica del cine que publica en Metacritic y Rotten Tomatoes diga, todavía no sale una película con algún personaje de la Casa de las Ideas que sea rival de The Dark Knight.