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En el pasado fue Rugal, hoy es Goku Black, mañana podría ser cualquiera.

Es inevitable que un juego de peleas tenga un jefe “roto”. ¿A qué me refiero con este término? Hablamos de un combatiente cuyas características están demasiado elevadas. Sus ataques bajan mucha salud, su velocidad está fuera de lo “normal” y está hecho para hacerte la vida de cuadritos.

Ahora, ¿qué pasa cuando ese personaje es seleccionable y es fácil de usar? Se rompe el juego. Tal es el caso del legendario y siempre odiado Rugal. Si bien es un nombre común entre la comunidad de fans a los juegos de peleas, no está demás presentarlo a las nuevas generaciones que apenas y conocen su existencia.


Rugal Bernstein apareció por primera vez en The King of Fighters ’94. Fue el anfitrión de los primeros 2 torneos del “Rey de los Peleadores” y su objetivo es transformar en estatuas a todos los competidores que lo enfrentan. La comparación con M. Bison de Street Fighter es inevitable pues ambos peleadores son los jefes de cada entrega y cuentan con características devastadoras, sin embargo, el hombre con el parche en el ojo es visto como un enemigo con mayor personalidad y elegancia.

La existencia de Rugal está completamente justificada. Es poderoso, tiene un propósito muy específico y está programado para que gastes más de 5 fichas para acabar The King of Fighters 94 ó 95. El problema es cuando algún amigo tuyo decide elegirlo para una reta. Como lo mencionamos al inicio, es un personaje roto y usarlo te da una ventaja notable sobre el oponente. En este tema ya no interviene la habilidad pues es como jugar contra alguien que usa un Game Genie todo el tiempo. ¿Qué hay de honorable en eso? ¡Nada! Es como la salida fácil a un problema sencillo.

Rugal

¡Ese Trugal!

La comunidad de los juegos de pelea inventó el “síndrome de jefe SNK” para describir a cualquier oponente cuya Inteligencia Artificial rompe toda lógica. La existencia de Rugal Bernstein fue la que acuñó el término. El musculoso caballero con bigote y parche en el ojo hacen ver a Geese Howard como un bebé. ¿Lo peor? Cuando se quita la chaqueta, las cosas se van a poner peor. Ahí es cuando se pone más salvaje y la experiencia de juego te hace sudar como cuando enfrentas a los jefes de cualquier título de FromSoftware.

Ahora, combatir a alguien usando a cualquier presentación de Rugal es un tema cuya controversia es demasiada, pues los poderes de este personaje son devastadores y no se ajustan durante los combates entre usuarios. Si bajaran las estadísticas de daño, la experiencia sería mucho más justa, en especial en los escenarios competitivos.

¡No son pretextos! (O tal vez sí)

Un juego de peleas puede tener una gran historia, gráficos y música, sin embargo, el balance entre los personajes es clave para que la experiencia en las retas no esté rota. Claro, depende muchas veces de la calidad del jugador para dominar a los peleadores, pero, en el caso de Rugal o Gokú Black la cosa es ridícula y no dan ganas de jugar cuando enfrentas a alguien cuya elección se redujo a cualquiera de estos individuos.

La solución en Dragon Ball FIghterZ se resume a un simple parche para balancear al personaje, pero en The King of Fighters… Bueno, en cualquier juego de SNK es imposible, es como si pidieras a los programadores resolver una ecuación diferencial de tercer grado con tablas matemáticas. No pueden o no lo quieren hacer.

Por eso, cuando juegas con Rugal, o un personaje con fuerza exagerada, las miradas se ponen sobre ti, pues todos desean que pierdas por elegir a un personaje que no debes.

Además, como dice el dicho… “es de ·””%&$% usar a Rugal”, aun cuando la culpa sea de SNK.