El verano de 2023 nos trajo una de las películas más esperadas del año. Barbie, dirigida por Greta Gerwig, se estrenó en cines para una generación particular, con una oleada rosa y un marketing brillante. En ella encontramos diferentes temas y como consecuencia, una fuerte crítica hater. Créeme, va mucho más allá de odiar el rosa y por supuesto, a las mujeres. Te lo comento a continuación.
A partir de este momento el presente artículo podría llenarte de spoilers, así que puedes seguir leyendo bajo tu propia responsabilidad.
Barbie: una crítica social rosa… y fugaz
Barbie uróboros: una travesía que expone la superficialidad con el mismo mecanismo
Barbie es considerada una comedia de tintes críticos. Su protagonista, la muñeca de Mattel, es polémica debido a todas las características que la conforman.
Por su parte, la película intenta ilustrar un panorama actual, siendo que, en principio, la muñeca implica fenómenos sociales femeninos y posteriormente, la frustración ante el sistema capitalista al que nos enfrentamos.
El margen plástico de la travesía de la muñeca es interesante debido a que se enmarca dentro de la actualidad, en otras palabras, dentro de una superficialidad, incluso en temas vertebrales a nivel macro. El filme de Barbie está lejos de ser una exposición de ello, más bien es un reflejo nítido del flujo de pensamiento contemporáneo: ideologías fugaces, superfluas, y cándidas.
Barbie no es la revolución, es parte del inicio de los estigmas y traumas del físico. El consumo de Barbie propició y generó ciertas estructuras. Y tras la película de Gerwig nos enfrentamos otra vez a un consumo ideológico de una nueva Barbie que parte de un discurso dual de la pareja de guionistas: Greta Gerwig y Noah Bauhmbach.
Crítica: ¿Qué tipo de película es Barbie?
Barbie no es arte, pero tampoco se vendió como tal, así que no tiene lugar una opinión así de intensa. La película de Greta Gerwig no es crítica y la directora lo aclaró también, así que no encontrarás una estructura pulida de ello.
La película, por supuesto, no es para todos y quizá esta sea la razón que le acarrea tanto odio. Pero, no tiene sentido criticar algo sin un contexto previo, sin una regulación formal.
Me refiero al estándar de la crítica. Es ocioso pensar en Barbie como la película feminista para las feministas y es aburrido pensar en Barbie únicamente como una película de tendencia para los jóvenes.
Barbie responde a una estructura, a ella se ciñe y es válida en esos parámetros. Puede no gustarte, pero quizá conviene meditar por qué no te gusta. ¿Te ofende el caos mediático de la gente que se vistió de rosa? ¿Te abruma el consumismo, las masas, los vínculos afectivos? Y ante esto, ¿cómo expresas lo que opinas?
Recuerda que un argumento tajante (sin apertura al diálogo), agresivo, defensivo o comparativo definitivamente no son las opciones.
Barbie es una película visual y literalmente brillante (un rosa plástico encantador, equilibrado, algo bonito que ver). Toca preocupaciones actuales de la misma forma en que nos abruman, de manera intermitente y superficial. ¿Está mal?
Barbie es el problema, no es la respuesta, está lejísimos de aparentar serlo. Obviamente, Barbie no representa a la mujer, pero sí es el símbolo de todo lo que el feminismo radical intenta destruir, y la ironía puede ser hiriente hacia el final: Barbie no es nada, Barbie es la “salvadora perfecta y blanca de occidente”. En el desenlace, ¿ella piensa, siente? Las mujeres no son el remate, el acertijo, ni el chiste, como dice Sarah Key.
¿Qué es Barbie para ti? ¿A qué parte de ti hace enojar o encanta?
¿Barbie es para ti?
La población a la que Barbie se entrega podría reducirse a tres campos: aquellos que aplauden la película, quienes la odian y los que consideran que es una película palomera bien hecha, pero tampoco necesaria. ¿A qué facción perteneces tú y por qué?
Hay que mencionar que cuando las primeras dos facciones se encuentran, estaremos, prácticamente, ante una batalla de Kens muy intensa.
Barbie es un producto, y si está al alcance de tus manos, “es para ti”, pero ¿realmente fue creada para ti? Este hecho, ¿qué implicaciones tendría para tu recepción?
¿Quién es la esencia de Barbie y hacia dónde apunta?
La ola rosa y la tenebrosa investigación de campo
Barbie es una entrega sumamente cuidadosa, la película tiene un target completamente establecido. No considero que esto sea algo “malo”, pero, desde luego, el discurso específico resonará ante ciertas personas con experiencias muy particulares.
El hecho de que tenga una audiencia muy precisa únicamente demuestra que tiene un objetivo fijo, y a su vez, las consecuencias que ello conlleva, por ejemplo, el consumismo y las expectativas.
Barbie sabe qué nos duele más, saborea nuestra nostalgia y nos da un bálsamo rosa que se deshace de inmediato.
Barbie como el remate
Barbie es una entrega que definitivamente sabe hacia dónde quiere ir y a quién va a cazar. Una entrega capitalista que nunca propuso no serlo, creó un caos mediático fina e inteligentemente estudiado, eso es sorprendente. Su target fue desarmado con su propia arma: su crítica fugaz y laxa.
Barbie menciona cada una de las supuestas preocupaciones de la juventud contemporánea, desde la frustración ante el sistema, la inhospitalidad de un feminismo blanco que ahora profesan los hombres con la bandera de amar en libertad, aunado al materialismo y el consumismo irreverente.
Los monólogos de Barbie pasarán rápidamente, porque son parte de la voz que norma la feminidad de manera práctica y holgazana, de manera repetitiva y “educativa”, haciendo que este último parezca un adiestramiento sofisticado.
Barbie es un producto que toca los puntos que nos preocupan tal y como nos preocupan: una tarde y se olvidó. Un breve momento de odiar al sistema que oprime nuestra labor, y seguir consumiendo. Un callejón sin salida, pero un final que nos gusta pintar de colores luminosos todos los días.
¿Se burla de la supuesta protesta en su entrega o lanza una ironía perspicaz? Desde la crítica a las empresas, ¿es gracioso que Ruth, la creadora de Barbie, evada los impuestos que nosotros como simples mortales sí pagamos? Desde la cuestión feminista, ¿es indignante que todos sepan acerca de la abatida sociedad que pone en bucle Orgullo y prejuicio o que toca una canción al abismo, siendo que seguimos pensando en sobrevivir solos?
Barbie es un filme cómico con tintes irónicos (aunque algunos podrían considerarlos una burla descarada). Barbie es un reflejo del vacío ideológico y de la superficialidad del tiempo: una generación fugaz.
La batalla entre generaciones: ¿encajar?
Si bien las generaciones actuales (que son tachadas de frágiles y radicales ante cuestiones que “no logran comprender en su totalidad”, porque “no saben cómo funciona el mundo adulto”) son, en principio, a las que les habla la película (con todas sus implicaciones), ello tampoco supone una audiencia completamente vulnerada por el sistema e ingenua ante el idealismo.
Las tendencias que a final de cuentas provocan que una masa se mueva por seguir a los demás son un fenómeno actual complejo. El hecho de que las masas que proponen actuar contra el sistema se muevan de manera sistemática puede resultar contradictorio. No obstante, es claro que las generaciones pasadas se ofenden por más que eso.
El hecho de que un producto se enfoque a cierta población quiere decir que es el centro del consumismo, es lo que importa para el capitalismo y en vista de ello, lo que vale. Ante esto, las otras generaciones resienten la “hostilidad” de un sistema en el que han dejado de ser centro.
Barbie es de fácil digestión para su audiencia, pero no para los demás, que se sienten burlados e ignorados en varios sentidos.
Parte del odio hacia Barbie viene de las generaciones que siguen procesando que no son el foco del capital y que deben entrar al sistema de una manera más resuelta.
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¿Qué significa que no te guste Barbie?
Nada muy interesante, podrás ser un intelectual sin educación humanista, porque definitivamente alguna propuesta debe traer, aunque, desde luego, tú ya la aprendiste de otro lado.
También puede ser que sientas tu ego descentralizado y ello te ofenda más de lo que podrías imaginar (respondiendo a la estructura generacional). Quizá podrías ser un hombre que toca canciones, decide “amar en libertad” y se victimiza. Peor aún, podrías ser una mujer con muchas heridas.
En fin, cualquiera que sea tu perfil receptor de Barbie, te invitamos a no tener resistencia ante lo popular. A final de cuentas, rige el mundo en que vivimos y si bien, no tienes que convertirte en Barbie lover e ir de rosa a ver el filme, puede disgustarse sin intentar poner tu juicio como la verdad auténtica y originaria en… entregas de entretenimiento.
Es importante criticar los productos, las ideologías que proponen y aún más aquellas que los construyen. No obstante, una crítica radical que se centre en lo que un producto significó para ti aisladamente es absurdo. Un comentario que responde al rencor y a tus heridas, sencillamente es vano.
Cuando expresas con odio, es más difícil que, incluso si tienes un punto, este llegue siquiera a ser escuchado. Las imposiciones están pasadas de moda. Está bien que no te guste Barbie y está perfecto si la sientes una pérdida de tiempo, pero eso no significa que lo sea para los demás y que por ello su opinión sea “menos inteligente”.
Es importante encontrar el origen de tu opinión, para ti más que para los demás. Y trabajar en comunicarla de una manera realista y abierta.
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