Este 18 de agosto Blue Beetle llegó a los cines del mundo y aparentemente es del agrado de la crítica y las audiencias. Esto podría ser un paso en la dirección correcta para DC quienes están en un poco de problemas debido al reinicio de su universo y el fracaso de algunas películas.
Además, esta película me parece una muy buena muestra de lo que se puede lograr con una representación bien lograda. Ya que adopta muy bien las raíces mexicanas del héroe, las acepta y las enaltece, sin hacerlas sentir como que fue un movimiento del estudio para cumplir una agenda.
Por qué Blue Beetle es un gran ejemplo de representación
Blue Beetle no se siente forzado
En años recientes se ha hecho muy popular el término de inclusión forzada. Este se usa especialmente cuando las películas o series cambian el sexo o raza de un personaje. Muchas veces la audiencia considera que esto se debe a que las empresas quieren apelar a mercados específicos.
En el caso de Blue Beetle nos encontramos con una historia con mucha representación mexicana. La principal diferencia es que el personaje de Jaime Reyes es mexico-americano desde los cómics. Así que no hay manera de acusar esta nueva producción de hacer inclusión forzada.
Lo mejor es que su director, Ángel Manuel Soto, aprovechó las raíces de su héroe para meter muchas referencias a la cultura popular y al cine de México. No le bastó con sólo decir ‘mira mi héroe mexicano’ sino que dotó a la película de mucha mexicanidad.
Esto ayuda a que no se sienta forzado. Ya que varias películas básicamente se reducen a decir que tienen a tal o cual personaje inclusivo, sólo para que después esto no tenga incidencia en la trama. Mientras que en Blue Beetle se metieron de lleno en la cultura e incluso tiene un peso importante en su historia.
Un héroe mexicano en más de un sentido
Quienes crecieron en una familia mexicana saben que suelen ser muy unidas. Esto es retratado muy bien en Blue Beetle donde su familia es un componente muy importante. No sólo son ‘las damiselas en peligro’, sino que sin ellos el héroe no habría alcanzado la victoria y quizás no habría aceptado sus poderes.
Además no toman un rol pasivo con conversaciones sobre el deber y la responsabilidad de tener poderes. Sino que literalmente entran a la lucha en el tercer acto para apoyar a Jaime cuando más lo necesita. Lo que hace que la unión de la familia mexicana quede plasmada de una manera que funciona muy bien, aunque a veces peca de exagerada.
Por si fuera poco la dinámica familiar de los Reyes es una con la que los mexicanos podemos empatizar. Hubo varios momentos en los que me sentí identificado. La bendición de la abuelita, el constante bullying entre hermanos y la relación muy apegada que se puede tener con un tío. No hay manera de negar las raíces desde las que parte Blue Beetle.
También la trama en general es detonada de cierta manera por la precariedad en la que viven muchos mexicanos en los Estados Unidos. Lo cual demuestra el entendimiento del director sobre la cultura a la que está representando.
Esta representación tan bien lograda puede tener un efecto bastante positivo. Ya que al mostrar tantas situaciones que le parecen familiares al público mexicano, hará que empatice más con el personaje. Incluso me atrevo a decir que alcanzará más éxito entre este mercado.
Blue Beetle no es el único y ojalá los estudios vean esto
Lo que sucede con Blue Beetle a mi parecer es similar con lo que vimos que pasó con Miles Morales con la primera Spider-Verse. Ambas nos dan personajes nuevos que ya representan a ciertos grupos, pero con la ventaja extra de no cambiarlos en su paso a la pantalla grande.
Y es que ese es uno de los grandes problemas de Hollywood últimamente. Las audiencias notan inmediatamente cuando sus cambios son meros movimientos para mostrar que están en onda. Principalmente porque se nota muy falso cuando sólo tomas un personaje muy querido y lo cambias para tus propios fines. ¿Qué acaso no es mejor hacer lo que hicieron con Jaime Reyes y Miles Morales?
El tomar lo que funcionó y cambiarlo sólo muestra la poca confianza de los estudios, y que en realidad son menos inclusivos de lo que piensan. Porque estas decisiones dejan ver que no le tienen tanta confianza a nuevos personajes. Si de verdad quisieran representar mejor el mundo actual, deberían invertir en crear héroes que conecten con ciertos grupos.
Si hicieran esto se ahorrarían mucha controversia. Además que podrían correr con la suerte de que este nuevo personaje sea adoptado por el público y se convierta en un nuevo ícono. Ojalá los estudios volteen a ver lo que hicieron Blue Beetle y Miles Morales, porque esto podría ser una gran paso hacia tener historias mejores y más representativas.
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